Prevención, la clave en la semana del Prematuro en Roca

Cada 17 de noviembre, se rememora el Día Internacional del Prematuro. Aunque, desde 2009, Unicef extendió la conmemoración durante una semana debido al exponencial aumento de niños con esta condición, cada vez con más sobrevida.

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El eje fundamental de los centros de salud de Roca es visibilizar todas las áreas disponibles para el tratamiento de los recién nacidos, a fin de garantizar los derechos del prematuro.

El equipo de salud de la Fundación del Sanatorio Juan XXIII, organizó el miércoles, una serie de actividades al aire libre, de participación gratuita y con asesoría profesional.

“El objetivo de nuestras actividades es poder concientizar que el bebé prematuro es una persona que puede hacer una vida totalmente normal (después el período neonatal), que tiene un buen nivel de sobrevida y calidad de vida a futuro”, sostuvo Sara Regliner, médica encargada de neonatología y terapia intensiva pediátrica del Sanatorio Juan XXIII.

Para la pediatra, la prevención es clave para que el bebé no nazca prematuro. “La mejor incubadora del bebé siempre va a ser el vientre de la madre”, sostuvo.

Por su parte, desde el hospital roquense Francisco López Lima, también sumaron actividades en el marco de la concientización sobre la prematurez.

Las jornadas consistieron en diferentes actividades prácticas, destinadas principalmente a las madres que se encuentran con bebés prematuros dentro del centro de salud público.

“Es muy importante que se visibilicen los derechos del recién nacido”, dijo Facundo Chuequecoy, enfermero de neonatología del hospital López Lima que también participó de todas las actividades. Según Chuequecoy, los controles del embarazo son fundamentales para detectar la prematurez de manera temprana u otros tipos de patologías.

Las actividades propuestas por el hospital y el sanatorio privado se desarrollaron en torno a la retinopatía (ROP), lactancia materna, lavado de manos e higiene personal, importancia de los controles prenatales, rol kinesiológico y cursos de RCP.

Para prevenir

La historia obstétrica previa es uno de los factores más importantes que influyen en la frecuencia de las visitas y en la decisión del tratamiento más adecuado.

Estas prácticas son individualizadas en el transcurso del embarazo y conllevan la realización de exploraciones ecográficas más periódicas que las habituales, además de la identificación de factores infecciosos que incrementan el riesgo de aparición de complicaciones como la pérdida gestacional.

Los pediatras y enfermeros que participan en la atención, luego del alta, deben controlar periódicamente la velocidad de crecimiento, el peso, la talla, el perímetro cefálico y la relación peso/talla. También, con respecto a la nutrición para un correcto crecimiento -según los profesionales-, la mejor forma de alimentar al recién nacido es con leche de la propia madre. Cuando no se dispone de leche materna propia, lo ideal es brindarles leche donada. Es por eso que en el hospital se reciben donaciones para el banco de leche, todo el año.