Presunto incendio intencional en tierras en conflicto
Es una casa en el cerro Belvedere de La Angostura. El dueño vivía solo y había salido a visitar a sus padres.
VILLA LA ANGOSTURA (AVLA).- El domingo por la noche el presunto incendio intencional de una vivienda en el cerro Belvedere volvió a traer el fantasma de la violencia que vivió la zona en el 2009 y 2010. La precaria casilla de madera pertenecía a Marco Antonio Garrido, quien vivía solo y al momento del siniestro había salido a visitar a sus padres que viven a 100 metros del lugar, sobre la calle Traful. Llovía intensamente y la casa no tenía energía eléctrica, ni gas y tampoco, según el propietario, había algún artefacto de calefacción encendido. Por esas razones y las circunstancias la hipótesis más firme que maneja por estas horas la justicia es que fue intencional. La construcción es de madera y en pocos minutos ardió por completo. Las pérdidas fueron totales. Ayer arribaron a la localidad peritos de Bomberos de Policía con asiento en San Martín. Si bien el informe pericial todavía no estaría finalizado, fuentes vinculadas a la causa adelantaron que el informe preliminar confirmó la presunción. De los elementos que había en el interior se distinguió una vieja cocina. En declaraciones a la prensa Garrido apuntó a un grupo de personas, vecinos suyos, que pertenecerían a una fracción de la autodenominada comunidad Paichil, que no está vinculada con la comunidad mapuche Paichil Antriao. La supuesta comunidad Paicil nació hace pocos meses y se adjudicaban la autoridad oficial de la comunidad Paicil Antriao. No obstante la Confederación Mapuche Neuquina desmintió el cambio de autoridades y confirmó que la actual comisión directiva todavía no culminó su período. Algunos de los miembros de la fracción estuvieron vinculados en una causa por daños y lesiones a propietarios de las tierras en conflicto. “Ya habíamos tenido amenazas. Nos habían cortado los nylon de la casa hace poco. No tuve problemas con nadie. A nosotros nos tienen envidia de la comunidad esta”, señaló a la prensa Marco Antonio Garrido, señalando a la comunidad Paichil. Las tierras son parte del territorio reclamado por la comunidad y están siendo ocupadas por distintas familias que tienen la posesión, pero no la titularidad. Garrido y sus padres aseguran que viven en el lugar hace 5 años. Los denunciados viven a pocos metros. El padre de Garrido, Domingo, aseguró que “somos tehuelches y quieren que nos vayamos. Nos venían amenazando. De la comunidad Paichil Barría”. El incendio trajo del recuerdo la escalada de violencia en el Belvedere que inició en el 2009 y continuó hasta el 2011, período en el cual se registraron más de 10 incendios en construcciones de la zona de conflicto.
La precaria casilla no tenía luz, ni gas y no había ningún artefacto de calefacción encendido.
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