Por una protesta le explotó una bomba de estruendo cerca y cobrará un millón de pesos
Fue durante un reclamo de feriantes en el edificio comunal de Cipolletti. La mujer trabajaba en el noveno piso, y la pirotecnia detonó en el aire a la altura de su oficina.
La Cámara del Trabajo de Cipolletti fijó una indemnización de casi un millón de pesos para una trabajadora municipal que sufrió afecciones psíquicas tras la detonación de una bomba de estruendo en medio de una protesta que se desarrolló en el edificio comunal, en 2015.
Fuentes judiciales informaron que la mujer cobrará 962.489,17 pesos más intereses, tras la explosión de la bomba de estruendo. La mujer trabajó 30 años para la comuna.
La protesta fue el 6 de julio de 2015. Un grupo de feriantes reclamaban la habilitación municipal para poner en funcionamiento un paseo de compras.
La mujer estaba en el noveno piso cuando el grupo de manifestantes hizo detonar una bomba de estruendo que estalló en el aire, a la altura de la oficina donde ella se desempeñaba. La explosión destruyó vidrios y persianas, y como consecuencia la trabajadora sufrió una crisis de nervios y tuvo que ser asistida por médicos.
La indemnización será afrontada por la ART Horizonte Cía. Argentina de Seguros Generales S.A. En aquel entonces el hecho no fue reconocido por la ART y la mujer tuvo que arreglarse por su cuenta tratamientos psicológicos y psiquiátricos. Luego, la Comisión Médica no le determinó grado alguno de incapacidad.
Durante el trámite judicial, la perito médico que fue designada, una especialista en Psiquiatría, diagnosticó un trastorno por estrés postraumático y sostuvo que existía una incapacidad del 66%.
El juez Raúl Santos adhirió al voto rector de su colega,
juez Luis Lavedán . Sin embargo, el magistrado Luis Méndez dejó sentada su opinión parcialmente disidente en cuanto al porcentaje de incapacidad por lo que el fallo obtuvo el voto de la mayoría.
La Cámara del Trabajo de Cipolletti fijó una indemnización de casi un millón de pesos para una trabajadora municipal que sufrió afecciones psíquicas tras la detonación de una bomba de estruendo en medio de una protesta que se desarrolló en el edificio comunal, en 2015.
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