Por qué en la Formación Chichinales se rastrea el origen de la Patagonia
Se extiende desde Chichinales, bordeando el Río Negro y expuesta a la vista de todos. Los hallazgos más interesantes se encuentran en el Área Natural protegida de Paso Córdoba. Entre sus capas está la información de cuando la Patagonia dejó de ser húmeda y cálida, para dar luz a la estepa.
Cuando los valletanos deciden salir a caminar por la costa del Río Negro, pasan frente a las bardas pálidas, con cortes gricáceos en la parte superior. Muchos las suben, se sorprenden con la belleza del paisaje, pero pocos saben que allí hay un tesoro paleontológico, que esconde el origen de la Patagonia, tal como se la conoce ahora.
La formación Chichinales, pertenece al Mioceno, hace 18 millones de años y guarda información de una etapa temporal mal conocida, en la que ocurre una bisagra climática y ambiental en la Patagonia, en la que empieza la gran seguía.
El doctor en paleontología Federico Agnolin, investigador del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, del Conicet y de la Fundación Azara, contó al diario Río Negro que “hasta monos vivían en la Formación Chichinales. Pero en esa época, se desarrolla la cordillera de los Andes y alcanzan su mayor altura con respecto a la actual. Es así que comienza a frenar la humedad y genera los grandes desiertos y planicies que tenemos en Latinoamérica seca”, cuenta.
La formación Chichinales es una unidad geológica compuesta por sedimentos, en su mayoría de origen volcánico. Es portadora de abundante material paleontológico y permitió identificar numerosas especies que componían el elenco faunístico de aquel entonces, entre los que se encuentran mamíferos, tortugas, aves.
“Por los dientes nosotros identificamos a los mamíferos, armadillos y más. Si no hay dientes, muchas veces es difícil reconocerlos y lo que tiene Chichinales, es que conserva muy bien esos otros componentes de la fauna que no sabemos nada. Tal es el caso de las tortugas, de las cuales se conoce poco y hay un montón de restos de caparazones”, dijo Agnolín que tiene por especialidad a los dinosaurios, pero describió animales de esta formación.
La formación Chichinales es portadora de abundante material paleontológico y permitió identificar numerosas especies que componían el elenco faunístico de aquel entonces, entre los que se encuentran mamíferos, tortugas, aves.
dijo Agnolín.
El técnico en paleontología Raúl Ortiz, trabaja en el laboratorio del Museo de General Roca y en el 2002 realizó la primera campaña paleontológica en la Formación Chichinales. Ahora, se dedica a dinosaurios y huellas, pero se inició con esta formación y tiene mucha información sobre ella. Además, estudió geología y se dedica a la reconstrucción del ambiente de hace millones de años.
“Las formaciones geológicas reciben el nombre por la localidad tipo donde se hacen los estudios. La Chichinales recibió ese nombre, pero sus afloramientos están en toda la provincia”, destacó Ortíz y explicó que es muy extensa, orilla los barrancos por el Río Negro, aflora en Regina, en la zona de El Cuy, Cerro Policía y después en el mirador de en Neuquén cambia de nombre y se ve cerca de Añelo, al pie de Auca Mahuida.
Es en el Área protegida Paso Córdoba, sin dudas, el lugar en el que surgieron los hallazgos más interesantes. Según Ortíz, allí se pueden distinguir bien las bardas rojas, que son del Cretácico y las blancas, o grises, son las de la Formación Chichinales. Sobre todo, está en el conocido Valle de la Luna Amarillo, que empieza en el río y llega hasta los barrancos.
Su fauna y su aporte
A principios del mes de agosto, un vecino de Roca caminaba por Paso Córdoba y vio algo que le llamó la atención. Hizo contacto con el Museo Patagónico de Ciencias Naturales de Roca y descubrieron que se trataba de restos de una tortuga milenaria, que se conectaba con un tesoro paleontológico importante.
“Fuimos a relevar y encontramos restos fósiles de la especie de tortuga Chelonoidis gringorum. También de aves y dientes de mamíferos. Es un lugar muy interesante», describió Pablo Chafrat, responsable del Museo de Roca y explicó que actuaron a través de la autoridad de aplicación que es la Secretaría de Cultura para, cuando pase la pandemia, se pueda hacer un trabajo sistemático y rescatar los demás fósiles que hay en el lugar.
“La joya del lugar, es Callopistes rionegrensis, un lagarto pequeño, del que aparecieron los cráneos completos. Es algo inédito, no hay material en el país de una lagartija como ésta”, dice Federico Agnolín. Actualmente, dos tipos de esas lagartijas, viven al norte de Chile y permiten entender como evolucionaron los grupos de reptiles, que muchas veces pierden prensa a la sombra de los famosos dinosaurios y son relegados u olvidados. Este, es uno de los cráneos más completos de un lagarto fósil en Argentina.
Otro animal interesante, es el Patagorhacos terrificus que son las conocidas “aves del terror”. “Son carismáticos y están buenísimo, porque eran no voladoras, gigantes. Llegaron a Norteamérica pero son típicamente patagónicos. Siempre es impresionante pensar en pájaros de dos metros y pico con el tamaño de la cabeza de un caballo, carnívoro. Esto no se da en muchos lugares”, relató Agnolin.
Los expertos hablan de una Patagonia previa, que era húmeda, cálida, en la que la cordillera era plana. “Hay dos ambientes, uno que era fluvial, que venía arrastrando troncos, que encontramos con semillas de palmera y otro donde aparecieron los fósiles que eran de sábana. Dentro de la misma formación, hay una diferencias de ambientes”, dijo Ortiz.
Además, de los descubrimientos más famosos de la formación, suma que trabajó con mamíferos como el Colpodón, que era una especie de ternero con forma de hipopótamo, el Theosodon, guanaco con trompa más larga un Hegetotéridos, que son como las liebre mara pero casi el doble de tamaño. “Animales raros, como esos que aparecen en la película La era del hielo, con cuernos”, recordó.
Mucha gente se lleva los fósiles. Es importante tomar conciencia que tienen que estar en los museos para formar parte de la colección y el patrimonio de todos los rionegrinos.
Pablo Chafrat, responsable del Museo Patagónico de Ciencias Naturales de Roca
Proyecto de armar réplicas
Federico Agnolín trabaja en un equipo de más de 30 personas, del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, dirigido por Fernando Novas, gran paleontólogo especialista en dinosaurios carnívoros. Se ocupan desde el descubrimiento de un resto fósil, hasta la extracción, el estudio, la publicación y el montaje para exhibirlo en un museo.
Desde hace 20 años trabajan en la provincia de Río Negro. Cuando se acercaron al Museo de Roca, el director Pablo Chafrat los invitó a ver las cosas de la Formación Chichinales. “Lo que queremos es que lo que descubrimos llegue a toda la gente posible, que lo puedan ver. Este año íbamos a montar un dinosaurio que apareció frente a El Chocón en Río Negro. Teníamos un par de proyectos que fueron suspendidos por la pandemia, pero retomaremos”, concluyó.
Hay restos en los patios de las casas
Pablo Chafrat, responsable del Museo Patagónico de Ciencias Naturales de Roca contó que al estar expuestos, mucha gente se lleva los fósiles y no es raro encontrar restos en los patios de algunas casas. Sostuvo que es importante tomar conciencia que tienen que estar en los museos para formar parte de la colección y el patrimonio de todos los rionegrinos.
La dirección de Patrimonio y Museos fue creada en 2015. La autoridad de aplicación de la Ley 3041/96 de protección del patrimonio arqueológico y paleontológico es la Secretaria de Cultura y tiene un servicio para la recepción de denuncias de hallazgos de restos en la línea 911.
Romina Rial, directora de Patrimonio y Museos de Río Negro dijo que la concientización es constante. “Venimos trabajando mucho con la red de 34 museos que hay en Río Negro hace 4 o 5 años. Son nuestros custodios y fortalecer el vínculo de manera permanente con capacitaciones de referentes del sector cultural, escuelas, dio sus frutos”.
Cualquier persona que encuentra un fragmento, no debe levantarlo ni llevarlo, porque pierde el contexto, que es lo que le da la información al objeto. Deben avisar al museo más cercano, o llamar al 911, o a la dirección de patrimonio de la provincial, sostuvo Rial. Si bien hay una toma de conciencia social mayor en temas vinculantes a patrimonio es importante “Proteger y respetar el patrimonio cultural rionegrino. Eso es responsabilidad de todos”, concluyó.
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