Por el coronavirus El Chocón cambió su esquema laboral
Solo concurre personal esencial para mantener operativo al complejo. Se realizan desinfecciones exhaustivas y se evita el contacto entre los operarios.
El decreto de aislamiento social, preventivo y obligatorio, que tomó vigencia el pasado viernes, dejó exceptuados a personas afectadas a las actividades y servicios declarados esenciales en la emergencia y, entre ellos, a generadores de energía eléctrica.
La generación hidráulica, en picada
En este marco es que el complejo hidroeléctrico El Chocón, ubicado a 80 kilómetros de la ciudad de Neuquén, continuó sus operaciones habituales, aunque con un esquema de trabajo diseñado exclusivamente por el coronavirus.
En diálogo con Energía On, desde Enel Generación Hidroeléctrica El Chocón, la firma que opera la presa, detallaron las medidas de prevención que comenzaron a aplicar para proteger a los operarios y, en el mismo tiempo, continuar atendiendo la demanda eléctrica.
Como en la mayoría de los casos, lo primero que se hizo fue reforzar toda la limpieza de los lugares de trabajo, de circulación como picaportes y pasamanos y los colectivos que trasladan a los operarios.
“Solo está el personal esencial para mantener las operaciones y control en marcha, no se dejó de hacer nada de lo que se hacía previo a la pandemia”, informó Pablo Hacker, jefe de prensa de Enel Argentina, ante la consulta de este medio.
En números
- 40%
- es la cantidad máxima de personal que realiza tareas dentro del complejo. El otro 60% no trabaja en el lugar.
Una buena manera de graficar los cambios que implementó la compañía es que, durante la semana, en la presa hay menos del 40 por ciento del personal que suele haber cuando se opera normalmente. Vale señalar que la empresa que opera el complejo pertenece al grupo multinacional Enel, que tiene presencia en más de 30 países. Esto le permite apoyarse y contar con varias herramientas sin necesidad de tener equipos de diversas áreas en el lugar.
Para cada cambio de turno se realizan limpiezas exhaustivas de los pupitres que utilizaron los empleados y para el caso de los operadores es más riguroso aún.
En números
- 1200 MW
- es la potencia instalada de El Chocón. Además se suman otros 128 MW de la presa Arroyito.
“Los operadores no toman contacto con el resto del personal, llegan y van directo a la sala de control”, detalló Hacker. Además, el cambio de guardia se realiza telefónicamente para que no haya contacto entre el personal ni cercanía.
A diferencia de otras centrales generadoras que tiene el país, El Chocón no genera permanentemente. Se define como una central de empuntamiento, y su uso se requiere para responder a los horarios picos en los que el consumo se dispara. Esto también permite que el requerimiento del personal no sea tan demandante como en otros casos.
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