Pomona, el remanso donde se une el verde, la tranquilidad y la belleza

Muchas personas conocen a Pomona como “el jardín de la provincia” por su variedad de plantas y por haber sido el sitio donde la familia Rosahuer cultivó por primera vez sus famosos y reconocidos rosales. Pero la pequeña localidad del Valle Medio, tiene
–también– uno de los balnearios más lindos de la zona.

“Acá para mucha gente. Los que van hacia Las Grutas o quienes vienen desde el sur. Pero también viene mucha gente de la zona: de Beltrán, de Lamarque”, mencionó Omar Lallana, que decidió este año instalarse en el lugar con su carro churrero.

El sitio es de una belleza extraordinaria. Allí el río hace un enorme remanso y con poca profundidad se hace perfecto para asistir con la familia. “Lo bueno que es muy seguro para venir con los chicos. Acá se puede cruzar el río caminando. A la mitad, te llega a la cintura”, dicen Segundo y Miriam, que toman unos mates en una de las mesas con las que cuenta el balneario. “Los fines de semana viene mucha gente. Nosotros somos de acá, y nos ha pasado más de una vez que cuando venimos nos hemos quedado sin parrilla”, agregaron .

La orilla norte del río, donde se extiende el balneario, tiene amplios sectores bordeados por sauces que tocan con sus ramas el agua, que corre mansamente. Esto permite a los visitantes contar con sombra en plena costa. La playa se extiende suave, con predominio de pasto bien cortado, hasta llegar al brazo. Ademas, se ha construido una pared baja pintada de blanco, que se extiende por varias decenas de metros lo que le aporta belleza.

El balneario tiene alrededor de 10 hectáreas e impacta sobre todo por la prolijidad y la limpieza. Además, cuenta con parrillas, mesas y como el resto de la localidad cuenta con una amplia variedad de especies de árboles, aunque predominan los sauces y los pinos.

“Es muy lindo este lugar. La gente que pasa se queda impactada. Pasó un matrimonio de Buenos Aires, que iba a La Grutas y me dijeron que iban a volver porque les encantó y fue así: volvieron y se quedaron varios días. Es que tiene mucha tranquilidad y está muy lindo” agregó Lallana.

“La verdad es que decidí venir a probar suerte este año y me ha ido muy bien. Por pedido de la gente sumamos venta de leña, hielo”, agregó.

Desde este año, en el camping se instaló una casilla de policía, se concesionó el quiosco y se hicieron una buena cantidad nuevas parrillas. Con ello se pretende ampliar el número de visitantes. “La idea es tener los precios acordes con los que tiene el resto de los comercios de la localidad. Y tener un poco de todo” sostuvo Pablo Aguerre, que tiene 23 años, es profesor idóneo de música y decidió apostar por brindar el servicio del quiosco en el camping.

El atractivo del lugar no sólo está dado por el camping y la zona del balneario, también en el mismo predio se encuentra el parque José Vena, ideal para caminatas y disfrutar de la naturaleza. Asombra la variedad de plantas, árboles y de pájaros. Allí, todo es verde. Un escenario de postal.

En el camping hay familias, chicos, muchos chicos; más personas que autos y una paz única, que trasmite este oasis antes de llegar al desierto paisaje de la estepa patagónica.

Desde este año, el Municipio decidió que se cobrará por el uso del camping municipal los fines de semana. Pero este canon no alcanzará a los residentes, que podrán utilizar las instalaciones de forma gratuita. De viernes a domingo, los no residentes deberán pagar 10 pesos por persona; los menores de 12 años no pagarán. Además, se abonará 10 pesos por vehículo, 40 pesos por carpa y 80 pesos por casilla. De esta forma se busca solventar los gastos de mantenimiento y limpieza.

Los precios

para los visitantes

Aranceles

Llegar al balneario municipal es sencillo dado que se encuentra a escasos metros de la Ruta Nacional 22 y del puente carretero sobre el brazo sur del río Negro.

Cómo llegar