Villarruel no retrotrajo los aumentos a las dietas de legisladores para sostener «consensos» en el Senado
Victoria Villarruel enfrenta tensiones ante el aumento de dietas a legisladores y la posible pérdida de consenso. La polémica surge por el enojo de Milei tras el error en aumento de sueldos del Ejecutivo y se suma el debate por el DNU 70/23.
La polémica que se desató por el aumento de las dietas de los legisladores en el Senado complicó la estrategia de consenso y diálogo construida por Victoria Villarruel. La vicepresidenta, ante la presión de sectores propios y ajenos, se ve obligada a evaluar los pasos a seguir y el impacto que esto podría tener en la votación del DNU 70/23. Javier Milei se había expresado al respecto y dijo que «había gente que la pasaba mucho peor, con menos plata».
Villarruel se encuentra frente a un dilema, ya que, aunque se mantiene firme en no retroceder en el aumento de las dietas, la repercusión negativa podría afectar la imagen del Senado y debilitar la mayoría de consenso que ha intentado mantener. Según indicó el diario La Nación, vicepresidenta convocará a los jefes de bloques para buscar una definición conjunta sobre este espinoso tema.
El conflicto se intensificó con la firma del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, en una resolución conjunta que sugería dar marcha atrás con el aumento. Esta iniciativa del responsable de la Cámara Baja generó malestar en el entorno de Villarruel, quien destacó que estas decisiones deben ser tomadas por los propios senadores, los «verdaderos dueños de casa».
La polémica no solo gira en torno a los sueldos, sino que refleja el extremismo y la confrontación presente en la política. El enojo en las oficinas del Senado va más allá de la discusión salarial y apuntó a la necesidad de mantener una convivencia institucional y respetar los distintos poderes del Estado.
La vicepresidenta, consciente de la minoría de La Libertad Avanza en el Senado, destacó la importancia de negociar y llegar a consensos para avanzar en cuestiones básicas. La controversia por las dietas impactó en el frente de batalla político, especialmente cuando se avecina la votación del DNU 70/23, donde el kirchnerismo busca rechazarlo.
El kirchnerismo, con 33 senadores, está a cuatro del quorum necesario para imponer su criterio en una votación. La vicepresidenta, con la tarea de evitar que se rechace el DNU, ahora enfrenta obstáculos adicionales debido a la tensión generada por la discusión de las dietas.
La situación se tornará aun más compleja con la irrupción de un grupo de nueve legisladores no kirchneristas que solicitan tratar el DNU 70/23 en una sesión especial. A pesar de estos desafíos, Villarruel busca mantener el equilibrio y avanzar con la agenda legislativa, considerando el impacto de cada decisión en el futuro político del Senado.
Con información de La Nación
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