Villa Mascardi: las marcas que dejaron las usurpaciones
Durante casi cinco años varios predios estuvieron en manos de la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu, que fue desalojada el 4 de octubre último. El exhotel Mascardi será demolido. RÍO NEGRO estuvo en el lugar.
Los casi cinco años de ocupación de la proclamada comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu dejaron sus marcas en Villa Mascardi. Se percibe a simple vista. Los edificios y construcciones históricos que había en los predios usurpados, hoy esta en ruinas. Fueron destrozados o incendiados.
Las postales más visibles del vandalismo se reflejan en el exHotel Mascardi, que en el siglo pasado era un orgullo de Parques Nacionales en esa zona. El edificio quedó desmantelado por completo, destruido y con riesgo de derrumbe.
La fiscalía federal estableció que gran parte de las chapas y otros elementos fueron sustraídos del exhotel para levantar casillas precarias en los predios usurpados, donde vivían las personas de la comunidad, que son integrantes de la familia Colhuan Nahuel.
Pero lo que no pudieron sacar del establecimiento de dos plantas lo destruyeron o rompieron. Los azules de las paredes de los baños y cocina fueron arrancados, los pisos arruinados, la madera que revestía las paredes exteriores del edificio y que le daban un sello distintivo ya no está. La sacaron de todas las paredes.
Un informe técnico de ingenieros de Parques Nacionales recomendó su demolición, informaron desde la Intendencia del Parque Nacional Nahuel Huapi. El edificio se construyó por la década de los años 50, en el siglo XX. Y hacía unos 25 años que estaba cerrado, informaron fuentes que conocen la historia del lugar.
Un informe técnico que indica demoler
“Desde lo estructural, los elementos que no sufrieron daños por el producto de las ocupaciones y presencia de algún fuego ocasional en el edificio, evidencian una resistencia media del hormigón presente insuficiente para ser considerado como estructural. Puede diferenciarse, en este sentido, una diferencia notable entre la edificación de planta baja y la de planta alta”, indica el informe al que RÍO NEGRO accedió. “Esta última no considera valor alguno ni cumple con las mínimas condiciones necesarias para ser reutilizadas”, sostiene.
En el caso de la planta baja, el informe señala que existe la posibilidad de una reutilización “de un 15% de lo que fuera el edificio original”. Pero sostiene que la experiencia en este tipo de construcciones “sugiere, en estos casos, que resulta conveniente, tanto desde el costo como de la función del edificio resultante, la demolición de la edificación existente y reconstrucción de un edificio nuevo con estándares actuales, por sobre una reparación y remodelación íntegra”.
El intendente del Parque Nacional Nahuel Huapi, Horacio Paradela, dijo que se está gestionando la empresa para hacer la demolición y los fondos necesarios. Indicó que la intención es demolerlo antes de que finalice este año.
Este diario recorrió la zona después del desalojo que la jueza federal Silvina Domínguez ordenó a partir de un pedido de la fiscal federal interina de Bariloche Cándida Etchepare, que conoce el conflicto desde su origen a principios de noviembre de 2017.
Etchepare trabajó junto a la exfiscal Sylvia Little para tratar de esclarecer los hechos denunciados. Como Little se jubiló meses atrás, Etchepare tomó la posta de la investigación.
Cerca de 250 efectivos, sobre todo de la Policía Federal, allanaron y desalojaron la mañana del 4 de octubre pasado los predios usurpados desde hace años. Detuvieron a 7 mujeres mapuches, que estaban con sus hijos. Los varones huyeron hacia la montaña. Hay cinco con orden de detención pro parte de la justicia federal.
De las 7 mujeres arrestadas, solo quedan 4 detenidas porque la jueza las procesó con prisión preventiva por las usurpaciones de los predios donde está el exhotel Mascardi y la propiedad contigua “La Escondida”.
Destrucción en varios lugares
Las cabañas Hueche Ruca, ubicadas en el predio del Obispado de San Isidro, están destrozadas. El complejo de la Unión Personal Superior del Gas solo queda la parte estructural del edificio. Casi todo fue arrasado. Sin contar las cabañas incendiadas de Diego Frutos, propietario de La Cristalina, y la cabaña situada en el predio Los Radales de Luis Dates y su esposa.
Las propiedades fueron devueltas a Parques Nacionales y a los particulares tras el desalojo por orden de la jueza federal. Sin embargo, reconstruir los complejos y viviendas destruidas demandará tiempo y presupuesto. Pero no hay certezas de que los propietarios quieran avanzar con esas obras en un clima de incertidumbre como el que se vive en esa zona, ubicada a unos 35 kilómetros al sur de Bariloche por la ruta nacional 40.
Fuerzas federales siguen en el lugar
Efectivos de Gendarmería, de Prefectura Naval y de la Policía Federal seguían apostados el jueves en el ACA de Villa Mascardi. También, había personal de la Policía Federal en otros puntos de la ruta nacional 40, frente a los predios que estuvieron usurpados. Nadie puede descender a la playa del lago Mascardi, en ese tramo.
A finales de septiembre de 2019, la presidenta de la comisión de fomento Inés Marabolis informó que en Villa Mascardi vivían entonces unas 250 personas, pero de manera permanente unas 120. La mayor parte que tiene propiedades en ese lugar paradisíaco vive en Buenos Aires. Este diario intentó comunicarse con Marabolis, pero no contestó.
En Villa Mascardi nadie se anima a levantar la voz. Nadie se quiere exponer y sumar más problemas a los que ya tienen desde hace cinco años por vivir en esa zona, distante a unos 35 kilómetros al sur de Bariloche.
Algunos pobladores comentan por lo bajo que la relativa calma que se vive por estos días tras el desalojo es frágil. Temen que apenas las fuerzas federales levanten campamento, el conflicto volverá. Piensan que los miembros de la comunidad Lafken Winkul Mapu no se quedarán con los brazos cruzados e intentarán retornar a los predios que ocuparon durante casi cinco años.
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