Villa Mascardi: 5 claves para entender el conflicto
No es la primera vez que intentan un desalojo. La anterior fue en 2017.
El desalojado de los predios usurpados en Villa Mascardi se ejecutó el 4 de octubre pasado por orden de la jueza federal. (Foto de archivo Chino Leiva)
El operativo de desalojo de la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu en Villa Mascardi, en pleno corazón del parque nacional Nahuel Huapi, no es el primero que intentan las fuerzas federales. Mientras tanto, la ciudad de Bariloche, referencia de la zona cordillerana, vive la primavera con gran cantidad de turistas que ni se enteran de que a pocos kilómetros hay un gran operativo policiales.
Para entender cómo nació y evolucionó este conflicto, hay que tener en cuenta:
• La comunidad fue creada en 2017. No existía antes y no tiene raíces en ese territorio de Villa Mascardi, donde ya hay una familia mapuche con reconocimiento, Wiritray. Sus integrantes viven en el barrio Virgen Misionera, en la zona oeste de Bariloche. Lo que los movió a realizar esta ocupación -dijeron en sus inicios- fue la necesidad de ungir a una líder espiritual.
• El intento de desalojo anterior, en noviembre de 2017, ordenado también por el Juzgado Federal de Bariloche, aunque bajo el mando del juez de Neuquén Gustavo Villanueva, terminó de la peor manera. Como ocurre por estas horas, hubo detención de mujeres y hasta de una menor de edad, pero no pudieron echar a los varones. Días después, por decisión del ministerio de Seguridad de la Nación, en ese entonces bajo el mando de Patricia Bullrich, una patrulla de Prefectura se cruzó con jóvenes encapuchados en una avanzada sobre el cerro donde nació la ocupación y disparó: hirió a una persona y mató a Rafael Nahuel, de 22 años, que se había sumado hacía poco a la toma.
• Tras este hecho de sangre, el lugar se convirtió en tierra de nadie porque las fuerzas federales se retiraron y las provinciales mantuvieron la discreta presencia unos kilómetros hacia el sur, en el destacamento de la villa. Así avanzó sin freno la escalada de destrucción, incendio y vandalización, bajo consignas de reivindicación mapuche que aún pueden leerse en los carteles que colocaron en las vallas que, a modo de barricada, señalizan los hitos de ocupación. Propiedades fiscales y privadas quedaron reducidas a escombros; la última fue en agosto: Los Radales.
• Con la asunción del presidente Alberto Fernández, en 2020 comenzó una política de diálogo con la comunidad en conflicto, que no sólo no surtió efecto sino que tuvo como reacción el nacimiento de un movimiento de resistencia a este tipo de reivindicaciones mapuches, que supo aglutinar Juntos por el Cambio.
• Los nuevos hechos de violencia y la presión de las últimas movilizaciones, sumado el reclamo del gobierno rionegrino, parecen haber convencido al ministerio de Seguridad de la Nación de intervenir mediante un operativo cuya suerte final aun no se puede predecir.
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