Unas 4.500 familias tienen de vecino el basural de cinco ciudades en Neuquén
Gases tóxicos, olores y humo es el panorama que genera el vertedero de Neuquén, que quedó rodeado de barrios. Los residuos no son separados en origen y se entierran en el lugar. Unas 4.500 familias conviven con el sitio donde se deposita la basura de cinco ciudades.
Pasó con el aeropuerto Presidente Perón, con el cementerio central y con la ex U9. Fueron construidos en lugares alejados de las concentraciones urbanas, pero el crecimiento de la ciudad de Neuquén los fue rodeando de barrios.
Hoy está pasando lo mismo con el Complejo Ambiental Neuquén que se encuentra en el ojo de las críticas por las consecuencias que puede traer aparejado para los vecinos que conviven a diario con gases tóxicos, humo y olores de un sistema de tratamiento de los residuos domiciliarios que es ineficiente y está a punto de quedar chico.
Desde siempre los vecinos de Colonia Nueva Esperanza vienen denunciando las complicaciones que sufren a diario. «Hay vecinos que no abren sus ventanas por días porque ingresa el humo de la quema de basura. Se sigue quemando, tal vez no tanto como antes pero se sigue quemando. La situación empeoró cuando se empezaron a tratar los residuos que vienen desde los otros municipios aledaños», comentó Ever Urrutia, vecino y expresidente de la comisión vecinal del barrio.
El CAN tiene convenios con Centenario, Vista Alegre, San Patricio del Chañar y Plottier para recibir y tratar sus residuos. Solo Vista Alegre no está enviando en la actualidad su basura al CAN.
La directora municipal de Limpieza Urbana del municipio, Ivanna Muñoz, informó que mensualmente llegan al complejo 7.500 toneladas de residuos domiciliarios de la capital neuquina. El Chañar, Plottier y Centenario envían unas 1.980 toneladas mensuales. Solamente desde Centenario llegan los desechos separados en origen.
Otro dato que da cuenta de la cantidad de residuos que van a parar a las cavas y se descomponen en su tránsito hasta allí, generando gases y olores tóxicos, es que por mes la cooperativa Las Emprendedoras reciben apenas 650 toneladas de residuos secos que pueden ser reutilizados, que provienen desde los domicilios particulares, los centros de transferencia, los contenedores y los puestos verdes como el que funciona en el Paseo de la Costa.
Con aquella basura que no se puede reciclar y va a parar a la cava conviven en el barrio Nueva Esperanza unas 2.000 familias, que se suman a otras 2.500 familias que son las que se encuentran más cercanas la Complejo Ambiental Neuquén.
Detrás del CAN, el municipio entregó ya 420 lotes donde se reubicará a los grupos que estuvieron en las úlitmas tomas de la ciudad. Entre estas familias y el complejo hay solo un alambrado y una calle de distancia.
Además hay un proyecto para desarrollar otros 2.000 lotes con servicios más en esa zona. Lo que hace pensar que en poco tiempo el CAN quedará rodeado de barrios.
La ley provincial 2.648, en su artículo 17 establece que los centros de disposición final de residuos sólidos urbanos «no podrán estar ubicados en áreas urbanas o próximas a ellas, ni en áreas destinadas a futuras expansiones urbanas y su emplazamiento debe determinarse considerando la planificación territorial, urbana y ambiental existen en cada jurisdicción».
Si bien, desde los órganos de poder aseguran que la zona donde se emplaza el CAN es rural, lo cierto es que a lo largo de los años las urbanizaciones fueron creciendo y lo siguen haciendo hacia la meseta, el único lugar que tiene la ciudad para crecer.
«Dicen que Colonia Nueva Esperanza es zona rural, pero es un barrio desde hace más de 30 años. Y los nuevos loteos ¿no son barrios? La ciudad crece hacia acá, no hay otra posibilidad y deberían tenernos en cuenta en la planificación», consideró Urrutia.
Y en este crecimiento vertiginoso, surge inevitablemente la necesidad de pensar sobre el futuro. ¿Cuando el complejo ambiental quede chico (no falta tanto) hacia dónde se expandirá? ¿Hay tierras disponibles? ¿Dónde están? ¿Qué pasará con los barrios de la meseta?.
Desde el municipio aseguraron que hay tierras hacia donde puede ampliarse el CAN y que existen propuestas para su reubicación.
Ampliarlo y trasladarlo
Las actuales instalaciones del Complejo Ambiental Neuquén tiene una vida útil que caducará en 2024, un año después de que venza el contrato de concesión con la actual administradora, la empresa Basaa.
Será tiempo de redefinir qué se hace con el edificio actual que se encuentra al norte de Colonia Nueva Esperanza, un barrio en el que viven casi 5.000 familias. Las opciones que se manejan son dos: ampliación del predio y reubicación.
Actualmente, la basura orgánica y los inorgánicos que no están en condiciones de ser reciclados van a parar a una cava que está a punto de cumplir sus 9 meses de vida útil. Paralelamente se está acondicionando una nueva cava para que empiece a funcionar y tapar la anterior, de acuerdo a la normativa vigente.
La directora municipal de Limpieza Urbana del municipio, Ivanna Muñoz, comentó que «por ahora según las estimaciones que tenemos, con las instalaciones que hay actualmente podemos funcionar ahí hasta el 2024».
Pensando en la proximidad de ese año, desde el Ejecutivo ya están trabajando en una ampliación del terreno disponible para la habilitación de nuevas cavas.
«La ampliación está proyectada hacia el sur, hacia la Autovía Norte. Hay un sector donde se está sacando material para habilitar nuevas cavas y luego del alambrado hay un espacio más hacia donde se podría ampliar el complejo si es que nos dan habilitaciones», aseguró la funcionaria.
Pero el futuro no está tan lejos para el CAN. La funcionaria reconoció que la ciudad crece más rápido de lo que se puede planificar, pero agregó que cuando se comenzó con la construcción del complejo en esa zona no había viviendas particulares.
«En su momento cuando sea factible reubicar el complejo se lo llevará lo más lejos posible. Siempre se pensó en la posibilidad futura de reubicarlo», concluyó la directora municipal de Limpieza Urbana.
Regionalizar el tratamiento
El exconcejal de la ciudad de Neuquén, Luis Durán, deslizó que lo que estaría buscando el municipio y la provincia de Neuquén es aplicar parte del famoso proyecto Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU) en el complejo ambiente de la capital. Es decir regionalizar el tratamiento de la basura, “porque la basura es un negocio”.
El GIRSU prevé la construcción de un complejo de alta tecnología que se ubicará en 50 hectáreas en el límite con Centenario, y recibirían los residuos de seis localidades de Neuquén y siete ciudades de Río Negro.
«En 2019 el gobierno de la Provincia decía que ya estaba casi listo, que ya tenían el financiamiento de Nación. Pero después no se habló más de esto. Ahora lo que hacen es traer parte de ese proyecto al CAN que no fue preparado para eso. No está preparado para una disposición final de residuos regional. Además, el complejo se hizo con un estudio de impacto ambiental que solo tenía en cuenta la basura que generara Neuquén. Hoy no se sabe si hay un estudio de impacto que incluya a los otros cuatro municipio porque el Ejecutivo no brinda información», dijo Durán.
El exedil alertó sobre la posibilidad de que el año que viene cuando se venza el actual contrato de concesión con la administradora del CAN, se arme un nuevo contrato que contemple a los otros municipios y se preste un servicio regional «porque ya no lo van a poder dibujar más. Hay que poner este tema en agenda porque el CAN no está preparado para recibir tanta basura», concluyó.
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