Una sola oferta para los vuelos sanitarios que no puede hacer el avión de Río Negro
El Ministerio de Salud busca cubrir los traslados cuando no está disponible el Cessna que compró la Gobernación. La propuesta recibida es solo para derivaciones urgentes.
El avión que la Provincia pagó más de US$ 4,2 millones llegó en agosto pasado, luego de un incidente en Salta (foto). Desde fines del 2022 ya tuvo dos períodos de inactividad prolongados.
Una sola oferta recibió ayer el Ministerio de Salud de Río Negro para cumplir con los vuelos sanitarios que no puede realizar el avión comprado el año pasado por el gobierno provincial. Esa aeronave está en reparaciones desde hace 40 días y en las últimas horas fuentes oficiales confirmaron que no se trata de un mantenimiento programado, sino que se detectaron desperfectos durante una inspección realizada por técnicos de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).
La cartera sanitaria buscó cobertura ante las irregulares prestaciones del Cessna Citation V Ultra, que se pagó más de 4,2 millones de dólares y que a fines del año pasado también estuvo parado varias semanas, esa vez por la falta de pilotos habilitados.
El año pasado el ministerio a cargo de Fabián Zgaib contrató a la empresa Elair SA, de la familia del piloto de automovilismo, «Manu» Urcera, por 35 millones de pesos semestrales, y esta vez se optó por un esquema de 12 meses, con un presupuesto oficial de 141.625.000 pesos.
La única firma que se mostró interesada fue Baires Fly, con una propuesta económica de 107.550.000 pesos, sólo para el renglón 1, una cifra que es exactamente la misma que aparecía en las estimaciones de los técnicos de Salud.
Esa parte de la licitación es la que prevé la contratación traslados aéreos por 90.000 km, para derivaciones urgentes en una aeronave bireactor (jet) con médico, paramédico ARM (Asistencia Médica Respiratoria), respirador, incubadora (según el caso), oxígeno y equipamiento de UTI (Unidad de Terapia Intensiva) pediátrica, UTI neonatal, UTI adulto y unidad coronaria.
El renglón 2 era por otros 20.000 km, para derivaciones programadas de personas con patologías que comprometan su estabilidad, en una aeronave biturbohélice, con las mismas características de equipamiento que en el caso anterior.
El presupuesto oficial para este último tramo era de 34.075.000 pesos y al no haber recibido ninguna oferta, el gobierno provincial deberá resolver si hace un nuevo llamado a oferentes privados o busca resolver cada situación con compulsas individuales, teniendo en cuenta que no se trata de pacientes con necesidad de derivaciones urgentes.
Vuelos sanitarios: una empresa y un piloto con historia en Río Negro
Además de la propuesta económica, la empresa Baires Fly presentó ayer antecedentes, detalle de trabajos realizados, póliza de caución por 5.377.500 pesos, constancias impositivas, documentación que acredita su autorización para vuelos sanitarios, declaración jurada de incidentes y un poder a favor de “María Belén Grande Ratti y otros”. También se adjuntaron certificados de estudios de los pilotos, extendidos por la ANAC y seguro de aeronavegación.
La firma no es desconocida en el ámbito del Estado rionegrino. Su fundador, Luis Grande, es un expiloto de la Gobernación, con amplia trayectoria en el mundo de la aviación civil, pero también con antecedentes judiciales. En el 2006 fue condenado a 18 meses de prisión en suspenso e inhabilitación especial y perpetua para desempeñar cargos públicos por contratar con el Estado como privado mientras era empleado provincial.
Hay que recordar que además de los vuelos sanitarios que paga Salud, el Ipross también realiza contrataciones similares para sus afiliados, por fuera del esquema de prestaciones del avión oficial.
Vuelos sanitarios: por qué no vuela el Cessna Citation oficial
El avión modelo 1994 que compró el Gobierno de Río Negro por 4,2 millones de dólares permanecía ayer en el aeropuerto de San Fernando, donde aterrizó el 18 de abril pasado.
Su permanencia en el ese complejo de la provincia de Buenos Aires tiene que ver con una serie de reparaciones, pero no programadas, sino surgidas de una inspección realizada por la ANAC, en la que se advirtió la presencia de corrosión en uno de sus componentes, según informó una fuente oficial a RÍO NEGRO durante las últimas horas.
La compleja tarea, por la necesidad de desarmar un sector de la nave, además de las dificultades para la obtención de repuestos importados, son las que extendieron el operativo.
Los mismos voceros oficiales admitieron también que se recibió una recomendación de cambiar los neumáticos del Cessna Citation V Ultra, algo que a priori aparece como otro desafío, por la escasa oferta de ese tipo de insumos en el mercado.
“Hay sólo tres proveedores, todos en el exterior. Con los problemas que hay para sacar dólares, es un tema complicado”, indicó el funcionario que dialogó con RÍO NEGRO.
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