Riesgo de desalojo para un club de Bariloche por un conflicto de tierras con un organismo nacional

Directivos del club Puerto Moreno, ubicado en el kilómetro 10 de Bustillo, temen por una ofensiva de la CNEA. Tres familias que viven al lado de la cancha ya enfrentan un añejo juicio. Preparan un abrazo a las instalaciones.

Un futuro cargado de incertidumbre es el que ven por delante los directivos y socios del club Puerto Moreno, que temen por una eventual ofensiva de la Comisión Nacional de Energía Atómica para desalojarlos de sus instalaciones, ubicadas a la altura del kilómetro 10 de la avenida Bustillo de Bariloche.

La señal de alerta fue el llamado a audiencia judicial para dentro de diez días a tres familias que viven en parcelas contiguas al club y que enfrentan un juicio iniciado por el Estado nacional, que estuvo paralizado durante años y que se reactivó, aparentemente, por iniciativa del nuevo gobierno nacional.

El presidente de Puerto Moreno, Juan Boga, dijo que esa línea de acción es la misma impuesta por el neuvo gobierno en otros organismos como el Ejército y Parques Nacionales, que también habrían recibido directivas para impulsar desalojos en tierras que tienen asignadas desde hace décadas pero que nunca usufructuaron y que derivaron en aprovechamientos sociales, como ocurre en el caso del club.

Según Boga, para las tres familias es particularmente injusta la situación porque quienes viven allí“desde hace tres generaciones” y antes aun de la creación de la CNEA.

El club Puerto Moreno tiene sus instalaciones en el kilómetro 10 de Bustillo y está en riesgo por un litigio de tierras. Foto: Chino Leiva

Dijo que el club construyó su cancha, quincho, vestuarios y otras dependencias en lo que siempre se consideraron “tierras fiscales” y que muchas veces intentaron formalizar la titularidad para avanzar con obras más ambiciosas, pero nunca lo lograron.

Ahora dijo que el litigio de los vecinos del club con CNEA “lleva más de 20 años y hace por lo menos tres años que no tenía avances, aunque no llegaron a formalizar ningún acuerdo y ahora estarían bajo demanda inminente de desalojo. Para el viernes 31 están convocados por la Justicia Federal a una audiencia que puede ser decisiva.

“El club llegó a ofrecer el lugar a las partes y sus abogados para una mediación hace un par de años, que no terminó en nada”, dijo Boga. Señaló que la suerte de la cancha nunca estuvo en juego “hasta ahora”. Señaló sin embargo que la precariedad en relación con el derecho sobre las tierras siempre los preocupó, y que por esa razón no pudieron habilitar planos y encontraron dificultades para conectar los servicios de agua y de gas. Admitió que por la misma razón nunca pudieron tener los planos aprobados por el municipio.

El club Puerto Moreno pelea por mantener sus instalaciones y su cancha ante una demanda de la CNEA. Foto: Chino leiva

Pero a su favor mencionó el reconocimiento institucional, el rol social que despliegan y otras señales como el subsidio nacional que obtuvieron para la iluminación de la cancha, que no les hubieran concedidos de ser simples “ocupas”.

A las familias del club llegaron versiones de que la CNEA reivindica esa parcela y que hay un estudio de abogados de Buenos Aires con el encargo de recuperarlas, en el interés de construir allí viviendas para los médicos de Intecnus.

El club Puerto Moreno está a punto de cumplir 50 años, tiene una fuerte identificación con el barrio del mismo nombre, cuenta con equipo en la primera división del fútbol de Bariloche y ha jugado torneos regionales.

En el predio del kilómetro tiene una cancha “profesional” de césped natural con riego automatizado, iluminación, vestuarios, quincho y salón, oficina administrativa y una cancha de fútbol cinco con césped sintético. Según el presidente, en Puerto Moreno juegan al fútbol unos 600 chicos y chicas en todas las categorías y las canchas registran “mucha actividad, todos los días desde las 16” y los fines de semana “a partir de las 10 y hasta la noche”.

Señaló que para mañana tienen previsto realizar un abrazo a las instalaciones. También contó que había tomado contacto con el vicepresidente de CNEA y exgerente de la Fundación Intecnus Luis Rovere y les dijo que “no sabía nada” de un posible desalojo.


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