Un usuario de salud mental vive hace un año y medio en un hospital de Neuquén porque no tiene donde ir
Las profesionales plantearon que es riesgoso que siga deambulando y remarcaron que tiene "un alto grado de vulnerabilidad, sin red familiar". No es el único caso de una persona que permanece en el hospital ante la falta de vivienda y acompañamiento.
El servicio de salud mental del hospital Heller está con retención de tareas desde el lunes. Foto Matías Subat.
Hay un hombre viviendo hace un año y medio en el hospital Heller de la ciudad de Neuquén. Es un joven usuario del servicio de salud mental con un «alto grado de vulnerabilidad y sin red familiar» que no tiene donde ir. Las profesionales que lo asisten pidieron que se gestione el alquiler de una vivienda, y se garanticen los apoyos necesarios para que pueda dejar el establecimiento. Las autoridades sanitarias provinciales aún no han brindado una respuesta.
La psicóloga Lorena Ambrosio contó que desde el lunes todo el equipo de salud mental del Heller se encuentra con medidas de fuerza. Remarcó que desde el servicio «se ha hecho todo lo posible y todo lo solicitado por las autoridades y también por las instancias judiciales para lograr la externación, es decir la salida, y que pueda vivir en un lugar que garantice sus derechos y también en el que siga haciendo una vida como el resto de las personas».
Mencionó que mantuvieron una reunión en el Centro Administrativo Ministerial (CAM) con funcionarios que hicieron «promesas» que aún no se concretan. La propuesta de las autoridades es que se realice un «intercambio» con otro usuario. Es decir, que este joven siga hospitalizado pero en un sitio distinto.
«Nos vemos claudicados como equipo, hay mucha frustración», enfatizó la profesional.
María Eugenia Rovelotti, también psicóloga, explicó que la ley de salud mental establece que no se crearán nuevos manicomios y los existentes deben ser readecuados. Es por eso que estos usuarios necesitan dispositivos intermedios y centros especializados que les permitan continuar con su vida.
«Este usuario tampoco merece seguir viviendo en un hospital, pero hasta que surja la decisión política de que él tenga una casa como corresponde, con sus necesidades y sus apoyos necesitamos que hoy no esté más aquí porque hay riesgo para él, hay riesgo para nosotros y esto ya se ha convertido en algo insostenible», afirmó.
Andrea Jara, trabajadora social, agregó: «no es el único usuario que está internado por cuestiones sociales, por problemáticas sociales a las que no se les puede dar un derecho a la vivienda, ni a los cuidados, ni a las redes».
Son personas con algún tipo de padecimiento, que no están descompensados, pero no tienen una casa, un lugar al cual volver.
«Se patologiza la pobreza prácticamente, eso es lo que estamos denunciando hoy», aseguró.
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