Comodoro Rivadavia: ocho años después, la falta de obras revivió el fantasma de la peor tragedia
La ciudad de Chubut volvió a inundarse. La reacción del gobernador Torres, las críticas y las banales discusiones políticas. El triste recuerdo de 2017
El fantasma de lo ocurrido en 2017 sobrevoló la ciudad de Comodoro Rivadavia este fin de semana. Y dejó al desnudo una realidad que castiga a los vecinos de la ciudad más poblada de Chubut: en 8 años solo una de las cuatro obras programadas en un plan propuesto por la Universidad de la Patagonia San Juan Bosco para solucionar el problema de las inundaciones pudo ser ejecutada. Cómo el tiempo fue pasando y no hubo otro fenómeno de esa naturaleza, todo se fue relajando hasta que el sábado, las alarmas volvieron a encenderse.
Llovieron 30 milímetros en pocas horas. Pero además hubo vientos constantes de entre 65 y 80 kilómetros por hora. Más de 100 evacuados, problemas en el Hospital Zonal, una parte del cual se inundó y varios barrios anegados fueron el resultado de lo que pudo haber sido peor.
Por eso, la comunidad de la ciudad que disfruta como puede la riqueza del petróleo pero que sufre la falta de agua sabe que “la sacó barata”. Rápido de reflejos, pero soportando las críticas de la poca importancia que se le dio al tema desde que asumió, el gobernador Ignacio Torres viajó rápidamente a la ciudad para reunirse con el intendente Othar Macharashvili y anunciar que con la mayor urgencia se pondrán a estudiar las soluciones y en la medida de lo posible comenzarán las obras pendientes. También hizo “instalar” a su gabinete en la ciudad petrolera.
Pero no alcanzó. Las críticas por lo que no se hizo cayeron sobre Torres a pesar de sus escasas posibilidades de solucionar el tema. Torres lleva menos de un año y medio en el poder y enfrentó lo que pudo ser un desastre en una ciudad y una provincia gobernada durante los últimos 20 años por el peronismo.
La situación tuvo también su costado político. Discusiones que no llevaron a ninguna parte porque los habitantes de la ciudad quieren soluciones y no palabras. La senadora del PRO Andrea Cristina dijo que “las inundaciones en la ciudad (de la que es oriunda) ocurren porque nadie hace nada” Y señaló que “duele la desidia. Ocho años pasaron de la emergencia climática y nadie se ocupó para que no se repita la tragedia”.
Sin esperar demasiado, el diputado provincial y presidente del PJ Gustavo Fita la acusó de tener “doble moral” y de ser cómplice del gobernador Torres y del presidente Javier Milei. Fita corrió un poco el eje de la discusión y mezcló a Cristina con el caso $Libra, el exsenador Edgardo Kueider (detenido en Paraguay por supuesto lavado de dinero) y el ajuste de la Nación que “frenó la obra pública”. El sainete fue un poco más extenso, con acusaciones de un lado y del otro. Sin aportar soluciones, claro.
Lo cierto es que el fantasma de lo ocurrido en 2017 trajo recuerdos que aún permanecen en la memoria de quienes sufrieron aquella tragedia. Entre el 29 de marzo y el 8 de abril, Comodoro quedó bajo el agua. Llovieron 400 milímetros, hubo miles de evacuados, calles convertidas en ríos torrenciales, la ciudad convertida en un lodazal y puentes rotos. La tragedia dejó un muerto.
Memorias de 2017: la funcionaria presa por vender comida para perros donada
La tragedia de 2017 en Comodoro Rivadavia tuvo también su costado judicial. Es que, en ese momento, al igual que ocurre ahora con Bahía Blanca, todo el país mostró su costado solidario. Llegaron donaciones de todos lados. Colchones, frazadas, alimentos, elementos de limpieza. Miles de litros de agua.
La gente se había quedado sin nada. Hasta sin casa. Porque las construcciones cercanas a El Chenque, el cerro que es un símbolo de la ciudad, fueron prácticamente destruidas. Muchas están construidas sobre la ladera del cerro. El agua socavó la tierra y todo fue derrumbe.
Una empresa de una marca muy conocida (que después le dio el nombre mediático a la causa judicial) donó una importante cantidad de comida para perros que también eran reclamadas por los vecinos afectados. Todo terminó de la manera menos imaginable: en su cuenta de Facebook, la entonces ministra de Desarrollo Social Leticia Huichaqueo las puso en venta. Fue un escándalo. Huichaqueo fue juzgada y condenada. Pasa sus días con algunos problemas de salud en su casa de la pintoresca localidad de Gaiman con prisión domiciliaria. Fue condenada en octubre pasado tras un juicio oral a 4 años y 8 meses de prisión efectiva.
El fantasma de lo ocurrido en 2017 sobrevoló la ciudad de Comodoro Rivadavia este fin de semana. Y dejó al desnudo una realidad que castiga a los vecinos de la ciudad más poblada de Chubut: en 8 años solo una de las cuatro obras programadas en un plan propuesto por la Universidad de la Patagonia San Juan Bosco para solucionar el problema de las inundaciones pudo ser ejecutada. Cómo el tiempo fue pasando y no hubo otro fenómeno de esa naturaleza, todo se fue relajando hasta que el sábado, las alarmas volvieron a encenderse.
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