Río Negro sale en auxilio de la UNRN para terminar un edificio inconcluso en Bariloche

El gobernador Alberto Weretilneck se comprometió a costear con recursos provinciales las obras faltantes para poner en funcionamiento el primer edificio del campus que la UNRN proyectó emplazar en Bariloche y que quedó inconcluso cuando faltan apenas algunos detalles, debido al freno impuesto a la obra pública por el gobierno nacional.

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La UNRN en Bariloche y el edificio que quedó como símbolo del recorte presupuestario

El estado de ejecución llega al 97%, según informó el vicerrector Diego Aguiar, y la inversión requerida para dejarlo en condiciones de uso ronda los 1.300 millones de pesos.

El salvataje provincial no requiere acuerdo administrativo de ningún tipo con autoridades nacionales, dijo Aguiar. El edificio tiene 3.621 metros cuadrados en dos niveles y una llamativa arquitectura con predominio de superficies vidriadas. Dispone de 12 aulas de diversa superficie, más tres laboratorios para las carreras técnicas y un gran salón de conferencias.

Cuando entre en funcionamiento, el “pabellón II” podrá albergar a unos 1.500 estudiantes en dos turnos. La UNRN tiene hoy en Bariloche un total de 2.500 alumnos, y las actividades académicas se distribuyen en diversas sedes, muchas de ellas alquiladas.

Aguiar dijo que una vez estrenado el edificio del campus, solo podrán podrán prescindir de algunas locaciones, no todas, pero conseguirán un ahorro importante, porque hoy la universidad gasta para arrendar aulas y oficinas unos 110 millones de pesos al año.

Según el vicerrector, el plan de trabajo está pensado para que la provincia termine con la obra antes de fin de año. De modo que en el próximo ciclo lectivo la UNRN ya podrá estrenar el nuevo edificio.

“La educación no puede esperar: vamos a terminar la UNRN de Bariloche”, anunció Weretilneck en X hace unos días, luego de visitar el complejo. Dijo que se trata de “una obra clave para la educación y el desarrollo científico para la provincia”, que lleva más de un año paralizada.

Señaló que la decisión apunta a garantizar “que cientos de estudiantes y docentes puedan acceder a instalaciones modernas y equipadas para su formación”. Aunque no dio cifras, subrayó que se trata de “una inversión en el futuro de nuestra provincia”.

Trabas y negativas

La obra comenzó en 2018, con financiamiento de la Corporación Andina de Fomento. El Estado nacional cubrió los pagos de certificados con cierta demora hasta fines de 2023, cuando quedó una deuda con la empresa ejecutora (una UTE de Rosario) que sigue pendiente de pago hasta hoy.

Todas las gestiones de la universidad para destrabar la continuidad del proyecto chocaron con la negativa irreductible del gobierno nacional.

Weretilneck recorrió las instalaciones el último lunes y confirmó que la provincia se hará cargo de la inversión faltante, para lo cual daría las instrucciones correspondientes al ministerio de Obras Públicas.

Aguiar dijo que lo que restan son “algunas terminaciones” en el cuerpo edilicio y los “nexos” de servicios, es decir la extensión de redes de agua, cloacas, luz y gas, indispensables para ponerlo en funcionamiento, desde el barrio lindante y a lo largo de unos 300 metros.

Aguiar agradeció al gobernador y “al diputado nacional Agustín Domingo” que, según dijo, tuvo participación importante en la gestión. Refirió también que el acuerdo alcanzado no tiene antecedentes, es decir que la provincia de Río Negro no aportó obras para la UNRN en ninguna de los ocho localidades en la que tiene presencia, hasta este primer caso en Bariloche.

Dijo que ese esquema es cada vez más común en otros puntos del país. La provincia de Buenos Aires, por ejemplo, tiene un vasto plan de inversiones para completar obras inconclusas en las universidades nacionales asentadas en su territorio.

En Bariloche el centro regional de la Universidad del Comahue alberga un gran gimnasio construido hace pocos años por el gobierno provincial, e inaugurado durante la gestión de Arabela Carreras.