Río Negro entregó 5.500 tarjetas alimentarias, pero está lejos aún de sus planes
El ministerio social planeó llegar a 13.500 beneficiarios en julio. Explica que las asistencias se realizan “a demanda”, a partir de los pedidos. Resalta su control de los solicitantes.
El ministerio social estima que en agosto sumarán unas 1.500 tarjetas, totalizando 7.000 aunque se estimaba 15.000 para este mes. Foto Archivo
En julio, Río Negro asistió a familias carenciadas con la acreditación de unas 5.500 tarjetas, que ronda el 40% de la disponibilidad presupuestaria, y Desarrollo Humano explica que esa asistencia alimentaria se cumple “a demanda”, a partir de las solicitudes que llegan a las distintas delegaciones y los municipios.
El ministerio admite también que hay requerimientos aún en análisis por los “controles” implementados para constatar que quienes accedan -efectivamente- le correspondan.
La cobertura alcanzada dista mucho de lo previsto por la cartera social que conduce Juan Pablo Muena. Para el mes pasado, la acreditación proyectada era de 13.500 tarjetas, según lo consignado en una respuesta a un informe solicitado por legisladores opositores.
En mayo y frente al reclamo callejero de las organizaciones sociales, el gobierno rionegrino confirmó que -desde julio- se ampliaría la asignación de las tarjetas de Río Negro Presente para la provisión de alimentos. Esta decisión contrarrestó la simultánea negativa de asistencia a las entidades sociales reclamantes.
Beneficiados
- 4.091
- Tarjetas alimentarias de Río Negro entregadas en junio, cuyo valor fue de 25.000 pesos.
- 15
- Aportes se registraron en mayo del Programa Hábitat Social, destinado a "mejoramiento habitacional" con asistencia para materiales de construcción.
El total de aportes por tarjetas en el primer semestre fue de 10.175 acreditaciones, sumando casi 261 millones de pesos. El detalle consigna solo una carga en enero, pasando a 245 en febrero, 598 en marzo, 1.845 en abril, 3.395 en mayo y 4.091 en junio.
Para el segundo semestre, Desarrollo Humano presupuestó para julio entregar 13.500 tarjetas, de 35.000 pesos, pero la distribución definitiva fue de 5.500, según informó el subsecretario de Políticas Alimentarias, Fernando Henriquez, quien estimó sumar “otros 1.500” plásticos durante agosto, llegando a los 7.000 beneficiados.
Para el trimestre agosto-octubre, la cartera estimó asistir mensualmente a 15.000 rionegrinos, y ascender a los 16.000 para noviembre y diciembre.
“Las articulaciones con Nación aún no se activaron y las necesidades se tratan de cubren con los programas provinciales”.
El ministro Juan Pablo Muena, en su respuesta a los legisladores.
Los valores ascenderán a los 40.000 pesos, a partir de septiembre, siempre según los planes que Desarrollo Humano detalla en la contestación remitida a los legisladores opositores.
El nivel de subejecución ministerial en política alimentaria se evidencia también en el registro general del Estado provincial. En el primer semestre, la partida presupuestaria “Ayuda social a personas” -número 514- desembolsó 368 millones, lo cual, significa que el gobierno rionegrino solo utilizó el 30% de los recursos reservados para ese propósito.
Esta caída asistencial responde -evidentemente- al retiro de las partidas de Nación pero, también, a las tardanzas evidenciadas por las acciones provinciales.
Aún su subejecución, el plan Río Negro Presente ya es la actividad ministerial más significativa. Los restantes programas totalizan 716 beneficiarios alcanzados.
El plan “especial para celíacos” alcanzó en mayo a 559 personas y consiste en una asistencia por tarjeta. En el mismo mes, el Peñi comprendió a 144 asistidos, con un aporte alimentario para “mejorar el estado nutricional de niños y embarazadas”.
Una atención puntual para enfermos tuberculosis, denominado Pasar, comprende a 28 casos mientras que el Hábitat Social, que son ayudas para mejoramiento habitacional, registró 15 prestaciones en mayo.
En los últimos meses, Desarrollo Humano incorporó Rio Negro Presente Salud, que son plásticos para medicamentos y se inició con Conesa, con 114 tarjetas. Se extendió a El Bolsón y, próximamente, se sumarán San Antonio y Sierra Grande.
El ministerio aseguró que responde a “demanda”
“Las tarjetas se entregan a demanda”, dijo el subsecretario de Políticas Alimentarias, Fernando Henriquez mientras explicó que las solicitudes de ayudas son «enviadas por las delegaciones y, también, algunos municipios».
Enfatizó que previo al alta de la asistencia se realiza “un control persona a persona” y eso lo justificó en el hallazgo de solicitantes con ingresos por encima de los 500.000 pesos.
Informó que las asignaciones en julio fueron de unas 5.500 tarjetas y admitió de trámites pendientes, por lo cual, calculó la incorporación en agosto de “unos 1.500” nuevos.
Henriquez resaltó lo diseñado en el plan de trabajo y el presupuestado, con una suba del monto de las tarjetas, que pasó de 25.000 a 35.000 pesos.
El ministerio indicó -en el informe a legisladores- de una previsión para julio de más de 13.000 tarjetas.
Consultado por qué la entrega era muy inferior, el subsecretario insistió que la respuesta ministerial era “a demanda” y que se depende de las solicitudes remitidas por parte de las delegaciones y algunos municipios.
La contestación ministerial a los parlamentarios
Cinco legisladores de Vamos con Todos -Ayelen Sposito, José Luis Berros, Magdalena Odarda, Fabian Pilquinao y Luciano Delgado Sempé- y los dos libertarios Patricia McKidd y Santiago Ibarrolaza firmaron un pedido de informe a Desarrollo Humano, que respondió recientemente .
Entre las consultas, los parlamentarios solicitaron montos asignados para “la compra de alimentos y el sostenimiento de estructuras que funcionan como espacio comunitario”. Como respuesta, la cartera entregó las ejecuciones presupuestarias de cada programa.
En referencia a las articulaciones con otros ámbitos estatales, Desarrollo Humano indicó que “las articulaciones con Nación no se activaron hasta el momento, y las necesidades alimentarias y nutricionales se tratan de cubrir con los programas provinciales”.
La cartera social indica que “se intenta resolver las ayudas según los pedidos de cada institución” y se reafirma que la Provincia no tiene comedores”.
Hay varias preguntas donde el ministerio alude que la información requerida pertenece a otra área. Así respondió frente a los interrogantes si el gobierno planea “algún otro tipo de ayuda social” ante “los despidos”, la descripción de la “cobertura” y cantidad de asistidos en las escuelas, o si existe un “registro de la cantidad de espacios comunitarios en Río Negro” que pertenezcan a “organizaciones sociales, estatales y religiosas”.
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