Quién es Demetrio Thalasselis, el nuevo ministro de Salud de Río Negro
Fue confirmado hoy por el gobernador Weretilneck y asumirá el miércoles.
Demetrio Thalasselis asumirá el miércoles como ministro de Salud de Río Negro. Gentileza
Demetrio Thalasselis fue confirmado hoy por el gobernador Alberto Weretilneck para ejercer el cargo de ministro de Salud de Río Negro y es un profesional médico que tiene estrecha vinculación con el mandatario porque literalmente “le salvó la vida” en enero, cuando el cipoleño fue intervenido por una afección cardíaca.
Thalasselis no tiene experiencia en gestión pública, proviene del ámbito privado, aunque se formó primero como médico cirujano en la Universidad Nacional de Córdoba y luego se especializó en cardiología en la Universidad Católica de Córdoba. Hizo la residencia en el Instituto Modelo de Cardiología de Córdoba.
Según se conoció, el hombre de unos 55 años, reside en el Alto Valle desde hace muchos años y fue presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología del Distrito Comahue.
Weretilneck al confirmarlo en el cargo, que asumirá formalmente el miércoles, destacó que tiene “más de 20 años de experiencia en medicina cardiovascular”.
El futuro ministro de Salud tiene trayectoria en el sector privado
En el último tiempo, Thalasselis fue director médico de Leben Salud en Cipolletti, una institución que pertenece a la Fundación Médica de Río Negro y Neuquén, que preside Juan Carlos Pchroeder.
En ese rol lo conoció Weretilneck, que depositó su confianza en Thalasselis y su equipo, al someterse en enero a la colocación de tres stent, luego de que le detectaran una “obstrucción parcial de una arteria coronaria (arteria circunfleja)”, según se informó en ese momento.
Según pudo conocer Diario RÍO NEGRO, Thalasselis es conocido en el ámbito de la medicina y especialmente valorado por su calidad profesional en cardología, con formación contínua y un posgrado en gestión en salud.
Entre los profesionales de los hospitales públicos rionegrinos advierten en la figura de Thalasselis una
, aunque el propio profesional en sus reuniones previas con sindicatos descartó la privatización, pero habló de una optimización del sistema.
Recuerdan que el Gobierno, en plena crisis hospitalaria desatada meses atrás, había esbozado la idea de aplicar cambios en las prestaciones, con mayor trabajo conjunto con el sector privado, coordinando derivaciones y contratos por facturación. Algunos lo entienden como una orientación a la “privatización” del sistema público.
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