Protestaron en Bariloche por el congelamiento de obras en barrios populares

El gobierno nacional frenó los desembolsos para proyectos de "integración sociourbana" y perjudicó a cientos de familias en esta ciudad que esperan por redes de agua, electrificación y acceso al gas natural. Pidieron la intervención del municipio.

La interrupción del financiamiento nacional que paralizó una decena de obras de servicios básicos y centros comunitarios en esta ciudad fue denunciada por la Mesa de Barrios Populares de Bariloche, que reclamó la intervención del gobierno municipal “y de todos los bloques políticos” para gestionar la reactivación de los proyectos.

La organización señaló esta mañana que se trata de obras esenciales para “asegurar la calidad de vida” de miles de familias asentadas en barrios humildes y en vías de regularización, ya que permitirían el acceso al agua potable, la red eléctrica con medidor habilitado, el servicio de gas y desagües pluviales.

Uno de los voceros del grupo, Luciano Celsi, dijo que en Bariloche son 38 los asentamientos censados y categorízados como “barrios populares”, y 6.457 en todo el país. Subrayó que el plan de obras que les asignaron, luego de un puntilloso relevamiento, es “política de Estado” y está consolidada por una ley nacional, que el actual gobierno desconoce.

Explicó que las inversiones eran aprobadas por la secretaría de Integración Sociourbana, encargada de administrar un fondo financiado en su momento con el “impuesto a las grandes fortunas” y también con el gravamen que pagan las compras en el exterior, pero que hoy “quedó vaciado” y se dejó de ejecutar.

Los referentes de los barrios populares llevaron su reclamo en la mañana de hoy a las escalinatas de acceso a la intendencia, donde dejaron un petitorio para el gobierno municipal. Se les sumó también el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), que agrupa a muchos de los operarios encargados de las obras ahora suspendidas.

Celsi dijo que del intendente Cortés esperan que intervenga para exigir la continuidad de los proyectos del Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap). También le reclamó respuestas a la necesidad de “titularización” de los terrenos donde viven, y que también es resorte del municipio.

En su petitorio la “mesa” nombró también expresamente a la diputada oficialista por Río Negro Lorena Villaverde, a quien le pidieron que se comprometa en destrabar las obras frenadas.

En la categoría de “barrios populares” figuran varias tomas o “ex tomas” como Alun Ruca, Nahuel Hue, parte del Arrayanes, 40 Viviendas, San Cayetanito, 29 de Septiembre, Vivero Municipal y Don Bosco y Nueva Jamaica (en el oeste), en los que viven 5.900 familias.

Según el censo realizado por el MTE, el 84% de esos hogares carece de agua de red, el 57% no tiene conexión de luz regular y el 98% no tiene gas natural.

La mayoría de las obras, sin terminar

En Bariloche se habían aprobado 13 obras y se concluyeron solo cinco, entre ellas el gas para Don Bosco y Jamaica y la conexión de agua de Barda este y Vivero. Entre las que quedaron inconclusas está la red eléctrica del barrio Manzana 200, un espacio comunitario en barrio Unión y a red eléctrica para Alun Ruca y San Cayetanito.

Silvana Nabel, una vecina de Nueva Jamaica, dijo que la obra de gas fue un adelanto, pero solo comprendió la red callejera y no las conexiones internas. De modo que ella y otros habitantes del mismo barrio tienen el gas en la puerta pero no se pueden conectar porque “Camuzzi cobra 2 millones de pesos”.

Cecilia Betancourt, dirigente del Alun Ruca, destacó que las obras son indispensables para mejorar la habitabilidad y la integración en los barrios populares, además de “garantizar derechos básicos”. y rechazó el vaciamiento del fondo.

En el documento presentado al municipio la mesa de Barrios Populares señaló que la formalización de los servicios tienen también otros beneficios, ya que las conexiones eléctricas seguras evitan incendios de viviendas humildes y los desagües pluviales permiten prevenir inundaciones.

Subrayaron que el gobierno nacional que asumió en diciembre “no ha realizado ni un solo pago de las obras en ejecución”, lo cual dejó “a cientos de trabajadores barilochenses sin ingresos”, a pesar de que las obras fueron auditadas por universidades, por colegios de ingenieros y arquitectos, además de tener certificados los avances previos a los desembolsos ya previstos y firmados en convenios, que no se cumplieron.

Elida Cañumil, representante del MTE, dijo que la suspensión de los pagos por obras ya certificadas, con sus balances y rendiciones, los obligó a suspender los trabajos. Señaló por ejemplo que tenían en ejecución obras de electrificación para 400 viviendas, de las que falta completar 160 y dijo que la parálisis también afecta a la CEB, que tiene facturas a cobrar por tendidos de media tensión.


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