Profesionales de la energía nuclear dicen que «está plenamente justificada» la reactivación de la PIAP de Arroyito
La Asociación de Profesionales de la Comisión Nacional de Energía Atómica justificó la producción de agua pesada para abastecer las centrales nucleares del país y las que se construyen en otros lugares del mundo que utilizan el uranio natural como combustible y que deben ser enfriadas con este tipo de insumo.
“La pronta puesta en producción de la Planta Industrial de Agua Pesada de Arroyito está plenamente justificada”, afirmó el secretario General de la Asociación de Profesionales de la Comisión Nacional de Energía Atómica y la Actividad Nuclear, Andrés Kreiner.
El profesional informó que en los primeros días de este mes se llevó a cabo la XLVII Reunión anual de la Asociación Argentina de Tecnología Nuclear, bajo el lema “Proyecto Nacional, planificación federal y producción argentina” y que la asociación que conduce formó parte activa de la organización de este evento de relevancia para la comunidad nuclear argentina.
Indicó que se discutieron todos los temas que hacen a la actividad, entre ellos el proyecto que busca darle continuidad a la línea tecnológica de uranio natural y agua pesada, impulsando la construcción de centrales de tipo Candu y la puesta en marcha de nuestra Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) que produce el insumo esencial para el funcionamiento de reactores presentes y futuros.
Indicó en un documento que “debido a la paralización de la PIAP en 2017 estamos importando agua pesada, unas 15 toneladas anuales por varios millones de dólares, para reponer las pérdidas que se producen naturalmente en nuestras centrales. Se necesitan más de 600 tn durante el resto de su vida útil”.
Enfatizó que “nuestro país domina esta tecnología, con altos estándares de seguridad y eficiencia, incluyendo la totalidad de los pasos del ciclo de combustible y, como demostrado en la extensión de vida de la central Embalse, podemos proveer localmente más del 70% de todos los bienes, insumos y servicios necesarios para construir estas centrales”.
Agregó que “la humanidad enfrenta un gravísimo problema de supervivencia con el calentamiento global debido a la quema de combustibles fósiles. Hay un amplio consenso a nivel internacional de que la energía nuclear, una energía de base, libre de emisión de gases de efecto invernadero, debe y va a jugar un papel importante en la transición energética, hacia la meta de emisión cero en el año 2050”.
“Somos de los pocos países que dominan la tecnología nuclear y esto nos abre muy importantes perspectivas. Hoy Argentina exporta no solo reactores multipropósito productores de radioisótopos al mundo (léase INVAP en este caso), sino que provee servicios y piezas muy sofisticadas vinculadas, entre otras, para la tecnología Candu (p.ej., cientos de kms de tubos especiales por la empresa Conuar) a varios países del mundo como India y Canadá”, contó Kreiner.
Kreiner recordó que a lo largo de los últimos años se han acumulado pedidos en relación con la demanda creciente de agua pesada que además de ser el elemento esencial para el funcionamiento de las centrales es un insumo crítico necesario para la industria electrónica y para diferentes aplicaciones médicas y que “sin duda hay una gran escasez en el mundo”.
El agua pesada, dijo, es un producto cuyo valor oscila entre 500 mil y 1 millón de dólares la tonelada. Además de la India, que está expandiendo su flota de centrales nucleares tipo Candu de manera vertiginosa (5 en construcción y 12 más aprobadas), Canadá está extendiendo la vida útil de numerosas de sus centrales Candu (19 unidades) y está encarando una expansión muy importante de su flota de estos reactores incluyendo versiones más grandes, de una potencia del orden de 1000 MW (unos 10 reactores más, por lo menos; solo aquí hay una demanda de arranque de más de 7000 toneladas).
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