Premian un corto de Neuquén sobre las violaciones durante la dictadura

La cooperativa feminista de realizadoras audiovisuales "Activa" logró un nuevo premio en El Salvador como mejor documental con el corto "Camino de Regreso", el relato de Dora Seguel, sobreviviente de las cárceles de la dictadura. Qué dicen las directoras del enlace de la historia reciente con el presente político adverso a mantener los derechos de las mujeres  

La cooperativa de realizadoras audiovisuales Activa, logró hace pocos días en EL Salvador, un nuevo galardón con el cortometraje “Camino de Regreso” (2023), protagonizado por Dora Seguel, una de las sobrevivientes en la región de los centros clandestinos de la dictadura. El film se enfocó en las violaciones durante el cautiverio y el reconocimiento para el film llegó cuando en Argentina se intentan disputar leyes obtenidas por la lucha feminista.

La violación como método de tortura específico hacia las mujeres, el centro clandestino “La Escuelita” que funcionó en Bahía Blanca y la mirada feminista de Luciana Rodríguez Dacunto y Violeta Arzamendía logró aplausos en El Salvador y fue premiada como mejor cortometraje. Antes, en España, obtuvo mejor cortometraje en el festival de cine feminista.

“Que se mueva en otros países nos da pie para hablar sobre la problemática que estamos atravesando en Argentina realizadoras y realizadores, si bien el corto que hicimos con Dora fue logrado con el apoyo económico de EnCine (Neuquén) es un momento donde el INCAA está desfinanciado y no hay fondo que cubra los viajes, ni viáticos a los festivales”, dijo Violeta.

En la región, el corto logró reconocimientos en festivales como el Cine Fan o Lorenzo Kelly y en los nacionales, ya participó del binacional “Cine en Grande”, que se hizo en Ushuaia.

Violeta y Luciana fueron las hacedoras de “Camino de Regreso” y están en CUBA con el largometraje en desarrollo “La Patagonia Revuelta” (con el respaldo de la productora “Pulpofilms) para dirigir la historia de la agrupación colectiva feminista La Revuelta.

Luciana Rodríguez Dacunto (de rojo) y Violeta Arzamendía (de cabello suelto) las directoras de «Camino de Regreso», con Ludmila Stupack, cineastas de la región (presentación del corto dic/23 en la UNCo)

“Estamos con urgencia para empezar a filmar” dijo Violeta, ante la preocupación de un contexto de política nacional contrario a la consolidación de los derechos conseguidos, como la ley del aborto legal, que permite la interrupción segura del embarazo en las primeras semanas.

Agregó que fue diverso el recorrido de “Camino de Regreso”. Hubo proyecciones que se hicieron con Dora en la sala, con debates en colegios secundarios, bibliotecas populares, centros culturales o ciclos de cine regionales.

“El gran desafío fue llegar al público adolescente, narrar de una manera que pudiera llegar a las generaciones actuales para reflexionar sobre los años 70 en la región, con esa parte de la historia que a muchas de ellas y ellos, les suena lejana”, dijo.

Para Dora, que se enteró de la nueva premiación en la semana en la que se condenó a los funcionarios judiciales Pedro Duarte (ex juez) y Víctor Ortiz (ex fiscal) por ser parte de la desaparición forzada de su hermana Arlene, secuestrada a los 21 años. Fueron 23 denuncias las que llegaron a juicio, 15 de ellas por jóvenes que no volvieron a la región de las cárceles de la dictadura.

“Memorias que viajan y persisten, vamos a andar, como dice la canción de Silvio Rodríguez”, dijo Dora Seguel, cuando supo que el corto había sido premiado en El Salvador y que Violeta también proyectó en Cuba, ya embarcada con otras iniciativas.

Dora explicó que el documental transita lugares donde ella no puede estar “y se presenta y dice verdades, se conecta con el público que evalúa y se da cuenta lo genuino que es, no hay pantalla que pueda frenar esa emoción que se va generando, que la trasvasa…o sea, que sirve, un corto que se vea cuando no estemos las que sobrevivimos para contar la historia. Esto está ocurriendo”, reflexionó Dora.

Explicó que cuando denunció la violación como parte del cautiverio, la suya y la de su hermana Argentina (que falleció en un accidente en 1982, pero ya lo había relatado ante la CIDH en 1979) de 17 y 19 años “no entendía por qué el resto (de las mujeres que padecieron vejaciones durante la detención clandestina) no lo hacía y luego entendí que cada una lo iba elaborando de acuerdo a sus vivencias. Sin ataduras y con hijos ya nacidos y después de parejas estables, dije: se tiene que saber, porque no debo ser la única; a mi cuerpo y a mi vida le pasó esto”, explicó Dora.

Agregó que esto la llevó a participar del corto que le propusieron Luciana y Violeta. Fue luego de que su caso tomó envergadura cuando en 2.021 hubo 11 condenados por las violaciones durante la represión en la región, tras el séptimo juicio por delitos de lesa humanidad en Neuquén.

“La intención fue difundir lo que sucedía en los centros clandestinos de detención, las violaciones eran una constante y por mucho tiempo no se supo, no se hablaba del tema por pudor y por miedo” explicó Dora y aceptar, la llevó nuevamente al lugar de cautiverio en Bahía, para filmar. Había estado “La Escuelita” de Bahía para inspecciones oculares de la justicia, pero junto con un grupo de sobrevivientes “y acompañada con ex detenidas, una se fortalece con solo mirarse. Pero allí (para la grabación del corto) estaba sola. Una aprende que del dolor también se habla y es necesario para que se haga justicia”.

Agregó que durante la proyección del filme, «se establece un lazo» desde ese 76 a la actualidad. “Lo que yo viví en manos de los represores, muchas jóvenes lo han vivido a manos de familiares. Se acercan y me dicen, ahora también voy a contar, se dan cuenta de que también tienen ese derecho a decir” sostuvo.

Luciana reflexionó qu,e con el tiempo, fueron incorporando la importancia del aporte al archivo feminista del relato de Dora. “Los relatos de mujeres militantes en el contexto del genocidio, no están acabados y es necesario encontrar la forma de recuperarlos, más en estos momentos, para el momento histórico. Contar la vivencia de Dora, le suma al archivo; como cooperativa intentando contar historias vinculadas a las mujeres luchadoras de la Patagonia… a la lucha feminista le aporta una profundidad de estas mujeres, el relato de Dora”, dijo.

Agregó que también aporta a este presente histórico, más allá de la vivencia de Dora, “las historias cooperativas que intentemos compilar de mujeres luchadoras de la Patagonia”.

Las violaciones eran una constante en las cárceles; con el corto, se establece un lazo del 76 al hoy, dijo Dora Seguel (foto Cecilia Maletti)

Violeta agregó que la violación sexual como método de tortura hacia las cautivas feu poco abordado desde el cine documental, más allá de diferentes relatos sobre la dictadura Argentina. “La historia de Dora es atrapante, en las charlas en las que está ella para responder, surgen preguntas muy puntuales sobre ella y sus hermanas. Y en las (proyecciones) en las que no está, intentamos responder hasta lo que tenemos conocimiento; en líneas generales, las personas están al tanto de las desapariciones de mujeres en Argentina, no sobre la violación como un método de tortura.

Como realizadoras, eligieron una forma de contar que tuvo llegada “y traspasó las barreras generacionales y de género. Elegimos una narrativa, trabajamos el concepto de la memoria que no es fija, se mueve, se va de un lado a otro…por eso la ruta y las imágenes en movimiento hasta el final”, reveló.

La presencia de la protagonista del documental, les permite después de la proyección ampliar lo que quedó afuera del corto. “Estar allí, en vivo, interpela más al público, se arma un debate interesante y ocurren sintonías con mujeres que hablan de su abuso. Esto ocurre con Dora, que tiene esa fuerza y valentía, sumado a su lado amable de maestra de escuela”, explicó Violeta.
Finalmente,e las realizadoras  recordaron que “nosotras nos dedicamos a colaborar a la construcción de una memoria feminista reciente, que no está contada ni documentada y el punto de vista de la violación sexual como método de tortura, colabora en este sentido”.


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