¿Por qué la reforma electoral de Javier Milei tiene pocas chances de avanzar en el Congreso?
La Libertad Avanza apura la derogación las PASO y cambios el financiamiento de las campañas. Más allá de instalar en la agenda los costos que implica cada elección, el oficialismo tiene pocas chances de reunir los votos en el Congreso. En cambio, las propuestas dialoguistas podrían llegar a buen puerto.
La reforma electoral es uno de los grandes anuncios que La Libertad Avanza hizo para la segunda parte del año. Pero, al menos hasta ahora, los votos que cosecharía el oficialismo en ambas Cámaras alcanzarían para reformas menos ambiciosas que las anunciadas por el Gobierno de Javier Milei.
Ya con la presentación de la Ley Bases, en diciembre del año pasado, el oficialismo puso sobre la mesa sus intenciones de llevar adelante una reforma electoral. Finalmente, ese y otros capítulos quedaron fuera del debate y, ahora, a menos de cinco meses de que culmine el año, La Libertad Avanza reflotar esa intención. Pero los tiempos apremian, y los votos también.
A propósito de los tiempos, la tradición indica que las reglas del juego no se cambian en años electorales. Por eso, los libertarios tienen hasta diciembre. La mira del Gobierno, con el jefe de Gabinete Guillermo Francos a la cabeza, está puesta en la eliminación de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
“En las últimas PASO se gastaron US$52 millones. En una PASO que no sirvió para nadie, salvo para la elección de Juntos por el Cambio, que debatían dos propuestas diferentes”, dijo el funcionario días atrás, durante su exposición en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp).
Bajo el lema “no hay plata” es que el Gobierno, desde que asumió, hace públicas sus intenciones de derogar las primarias que fueron implementadas en el gobierno de Cristina Kirchner, y que tuvieron como mentor al hoy diputado de Hacemos Coalición Federal, Florencio Randazzo.
El panorama indica que más allá de instalar el gasto que representan las primarias para las arcas públicas, el oficialismo no tendrá suerte en su supresión. El PRO ya avisó que está en contra. Sí están dispuestos a debatir que no sean obligatorias para los ciudadanos ni para las fuerzas políticas que no diriman internas. La misma postura tiene la Coalición Cívica. De hecho, ambos bloques presentaron proyectos en este sentido.
En la UCR tampoco comparten la iniciativa del oficialismo. Dan por descontado que utilizarán esta herramienta para ordenar las listas en los comicios del año que viene. Tampoco comparten la opción de los amarillos y lilitos. “Si no son obligatorias, es como eliminar las PASO”, señalan desde la bancada que conduce Rodrigo de Loredo. Es más, alertan que aquellos espacios que vayan con lista única a las elecciones podrían movilizar a sus votantes para incidir en internas ajenas. Sin los 34 radicales, esta opción intermedia tampoco tendría chances de prosperar.
Para los radicales, la única intención del Gobierno es poner el foco en los costos de las PASO, sin la intención de mejorarlas pese a que, señalan, hay varios ítems perfectibles, como su financiamiento, tiempos (entre las primarias y las generales) o incluso analizar si debería ir la fórmula completa o, al estilo de las elecciones porteñas, que el ganador de la interna defina a su compañero de fórmula tras imponerse en las primarias.
En Hacemos Coalición Federal, hay posturas divididas: están los diputados dispuestos a derogarlas, otros que aceptarían modificarlas y otros que, directamente, están en contra, como Randazzo.
Ficha limpia y cambios en el financiamiento
Otro proyecto que el oficialismo está dispuesto a impulsar dentro de la reforma electoral es Ficha Limpia –una de las banderas del PRO. La propuesta establece que no puedan integrar listas personas condenadas por corrupción. El debate en este punto gira en torno a qué instancia judicial tomar.
A diferencia de la derogación de las PASO, si se salda el debate de la instancia judicial, la iniciativa del PRO tiene chances de prosperar, al igual que la implementación de la Boleta Única de Papel, que se aprobó en Diputados durante el gobierno de Alberto Fernández. Apenas culmine el receso invernal, los dialoguistas y el oficialismo reflotarán el tema en el Senado y están dispuestos a modificar la versión de Diputados para destrabar el tema.
Durante el encuentro que mantuvo este jueves Francos con los jefes de los bloques dialoguistas, el funcionario arrojó –sin dar detalles ni números—que los libertarios también apuntan a modificar el financiamiento de las campañas. Por un lado, que los fondos públicos sólo se destinen al “desenvolvimiento institucional de los partidos”. En otras palabras, que el Estado no destine fondos para la campaña.
Asimismo, LLA busca aumentar el tope de aportes privado (empresas y personas). Sobre todo, porque, como explicó uno de los diputados que participó del encuentro, la “campaña se financiaría con guita privada”. El tema promete generar polémica.
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