Por la suba en las prepagas crece la demanda en el sistema público de salud de Neuquén
El “gasto de bolsillo” que conlleva pagar el plus en los consultorios, estudios de laboratorio e imágenes provoca una migración de las clínicas a los hospitales. El Heller hoy tiene el 10% de las camas de internación ocupadas por pacientes de PAMI, que no puede derivar. Una situación similar ocurre con el ISSN.
La suba de las cuotas de las prepagas y el “gasto de bolsillo” por cada “plus” de atención impacta de lleno en la demanda que comenzó a absorber el sistema público de salud de Neuquén. Esto se observa en tres áreas: las emergencias, los estudios complementarios y la internación.
Ahora, el coseguro del ISSN no se pagará más en efectivo sino que se descontará del sueldo
La subdirectora del hospital Heller de Neuquén capital, Gisela Rossi, explicó que en el caso de las urgencias “uno lo resuelve, se atiende y después se arancela”.
El fenómeno que más crece es el de las personas que van a sus especialistas en cardiología, endocrinología, reumatología, o incluso su médico o médica clínica, y les piden una batería de estudios que no pueden costear. La mayoría conlleva un «extra» y esto provoca que lleguen al hospital con sus pedidos de laboratorio, ecografías o tomografías.
Rossi dijo que se le da respuesta pero “siempre la prioridad es para el que no tiene obra social, porque no son emergencias. En la emergencia se atiende a todos por igual. Cuando es algo programado tiene prioridad el paciente del oeste que no tiene obra social”.
Estas personas que “caen” en el sistema público también lo hacen en las guardias de emergencias, con indicación de internación. La subdirectora aseguró que “cuando se puede referenciar al privado” para derivarlas, se hace, “para dar prioridad a la otra población que es enorme”.
Afirmó que ha llegado a tener casos de pacientes que van a la guardia de una clínica, inicialmente, lo ve el médico, le diagnostica por caso apendicitis, le indica un laboratorio y una ecografía y posiblemente quede internado. «¿A ver cuánto sale un laboratorio? 20, ¿cuánto sale la ecografía? otros 20. La gente llega acá con la orden de la clínica. Eso es re común y va a pasar cada vez más, por que la gente tiene la obra social para ir a un consultorio, pero cuando tiene algo que requiere internación o hacerse otros estudios no tiene la plata», describió.
En la actualidad hay dos obras sociales en que esto se dificulta enormemente: PAMI y el Instituto de Seguridad Social de Neuquén (ISSN). «Hoy el 10% de las camas del hospital están ocupadas por pacientes con PAMI, que son casi inderivables, hasta a veces un poco más», precisó. Mencionó que se factura y se cobra en tres meses, con lo que esto implica en un contexto de alta inflación y la depreciación del poder adquisitivo.
ISSN, que alcanza al personal del Estado, con mejores ingresos, tampoco son fácilmente derivables a las clínicas, y el Heller tiene el 5% de sus camas con este grupo de pacientes. Aquí la facturación no tiene directamente fecha de cobro.
El censo 2022 reveló que en Neuquén hay un tercio de la población sin obra social, prepaga o plan estatal. De los 708.578 habitantes, 223.250 (31,5%) respondieron que no cuentan con ningún tipo de cobertura. El 65,35% dijo que sí (incluye PAMI) y el 3,23% declaró que tiene algún programa o plan estatal de salud.
Rossi marcó que hay gente que ya no puede afrontar el pago de sus medicamentos y lo solicita al hospital. “Le podemos dar una respuesta ahí nomás, porque la prioridad la va a tener el que nunca tuvo obra social. ¿Por qué? Por qué el recurso es escaso”, indicó (ver aparte).
Enfatizó que un paciente que está especialmente vulnerable y desprotegido es aquel que tiene monotributo o es cuentapropista. «No lo reciben las obras sociales, no está muy amparado. El empleado monotributista no sabe donde dirigirse, no tiene cobertura. Estamos recibiendo mucho por guardia», dijo la subdirectora.
El efecto inverso
«Nosotros tuvimos una caída tanto en el número de cirugías como en el número de consultas, desde que se aplicaron las nuevas medidas del gobierno nacional», señaló Rodrigo Rabuffetti, director de la clínica Cmic de la capital. Subrayó que «cada vez que hay una crisis económica se nota una merma, se nota muchísimo el descenso porque la gente no tiene posibilidades de financiarlo».
Planteó que si bien ISSN postergó el pago de coseguros (ver aparte) y esto reactivó «un poco el nivel de actividad», aún no está claro cómo se abonará (si lo van a descontar por planilla, por ejemplo).
Aseguró que cualquier profesional cobra entre $5.000 y $10.000 de «plus» en consultorio a quienes tienen cobertura.
«El gran costo de esto lo va a terminar pagando la salud pública, por que no sólo tenes prepagas sino obras sociales muy chiquitas que han ido perdiendo la capacidad de respuesta, de alguna manera, y y todas esas personas van a tener que ser absorbidas por el sistema público», manifestó Rabuffetti.
Agregó: «si el PAMI no toma medidas y piensa cuales son las realidades que nosotros vivimos en la provincia de Neuquén, ese gran volumen de personas no van a poder sostener la atención y van a ser absorbidas por el sistema público».
El dato
- $5.000 a $10.000
- es el plus que cobra cualquier especialista hoy en Neuquén a una persona que tiene prepaga, y pide un turno en consultorio.
La disminución en la compra de medicamentos y el abandono de tratamientos
Rabuffetti aseguró que se registra también una “disminución en la tasa de compra de los medicamentos recetados”.
“Un paciente diabético que estaba recibiendo algún tipo de antihiperglucemiantes y no puede seguir pagando o deja de comprarlo y pasa a comprar otro medicamento, que no es la misma droga, eso es una manera de interrupir el fenómeno de prevención de la enfermedad”, explicó.
Sobre este aspecto, Rossi agregó que ya existe “gente que abandona tratamientos y que viene al público para que le hagamos la receta y lo puedan retirar por acá”.
“Entonces si bien ya es un insumo escaso la farmacia para los pacientes del público que no tienen obra social, ya hay una emergencia sanitaria, la falencia es tremenda. Si no había insulina para los pacientes de acá, imaginate si tenes que recibir a los que tienen obra social, el problema va a ser mayúsculo”, afirmó.
Los cambios que implementó ISSN para evitar el pago de coseguros
El Instituto de Seguridad Social del Neuquén (ISSN) estableció este año una nueva forma de gestionar los coseguros médicos para evitar que las personas afiliadas tengan que entregar el dinero al momento de solicitar la práctica.
El administrador Daniel Daglio la definió como “una medida de accesibilidad al sistema de salud” y “relevante en estos períodos de alta inflación”.
El sistema comenzó a ponerse en práctica el mes pasado e implica que el coseguro lo va a pagar el ISSN, que pactará luego con la persona afiliada cómo lo cubre.
Es decir, el costo que se abonaba directamente al profesional ahora se descuenta por planilla e incluso en casos de prácticas que requieren un monto mayor, se indicó que podrán acceder a planes de pago.
Esto porque había quienes evitaban realizarse estudios o prácticas caras como una resonancia magnética, por ejemplo, debido a que no contaban con el dinero en el momento para costear el coseguro.
Desde ATE plantearon dudas sobre la medida, al terminar imponiendo un descuento compulsivo sobre los haberes.
El dato
- $30.000 a $40.000
- es el costo aproximado del coseguro de una tomografía, por ejemplo, para una paciente de ISSN.
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