Nuevo hospital de Bariloche: la provincia piensa en equiparlo con financiamiento externo
Se trata de la obra más grande de la provincia. El costo del mobiliario, instrumental y nueva tecnología fue cifrado en 35 millones de dólares. Se comprará "en etapas", dijo el ministro Thalasselis.
El gobierno provincial no tiene definido todavía el detalle de las compras e inversiones necesarias para equipar el enorme edificio anexo del hospital zonal de Bariloche, que está a punto de quedar concluido. Pero está claro que los desembolsos serán cuantiosos, con un costo superior al de la propia infraestructura.
El gobernador Alberto Weretilneck deslizó durante su discurso de apertura del año legislativo que serán necesarios 35 millones de dólares. El ministro Demetrio Thalasselis recorrió las instalaciones hace pocos días y confirmó ese dato, no habló de plazos y definió que la puesta en uso será “en etapas”. Dijo además que podrían apelar a mecanismos de endeudamiento para cumplir los objetivos.
Este medio le preguntó si había partida presupuestaria aprobada para este año con ese fin y el ministro dijo que “sí la hay, pero no será inmediato, va a haber un plan progresivo”. Aclaró luego que no haría falta encarar todas las compras con inversión directa de la provincia, ya que “para estas cosas existen créditos”.
Thalasselis dijo que no tienen todavía ninguna licitación programada y sobre el punteo fino de los equipos, camas, tecnologías y otros materiales que serán necesarios mostró un documento de varias hojas que llevaba bajo el brazo durante la recorrida: “eso que me preguntás está acá, pero todavía no hay definiciones, lo estamos revisando punto por punto”.
El director del hospital, Víctor Parodi, señaló que hoy una cama hospitalaria “estándar” cuestan cerca de 500 mil pesos, pero lo más caro será dotar de todo lo necesario a los quirófanos, desde mesas de anestesia hasta tecnología laparoscópica. El nuevo edificio tendrá seis salas de cirugía y el equipamiento básico cuesta 300 mil dólares para cada una.
Además, será indispensable incorporar aparatología específica para diagnóstico por imágenes, laboratorios, nuevo mobiliario y otro largo listado de instrumentos para poner “operativo” al nuevo edificio.
La superficie adicional del hospital será de 11.400 metros cuadrados y la construcción se demoró más de una década, En la planta baja irá la nueva Guardia y dependencias de admisión, con salas de espera diferenciadas para adultos y pacientes “pediátricos”. El primer piso albergará los quirófanos y el servicio de gineco obstetricia. El segundo y tercero están diseñados para “internación” y hay un cuarto que todavía no tiene destino previsto. Una opción, pensada para el mediano plazo, es crear allí un servicio de oncología infantil.
Thalasselis dijo que la ampliación brindará “un diferencial muy significativo de seguridad y confort” en la atención a los pacientes. Señaló que el sistema de Salud saldará así “una deuda que tenía con Bariloche”.
La construcción está a cargo de la empresa Mocciola, con un avance del 98% y la “entrega de la llave” está prevista para el mes próximo. Aunque restará todavía resolver la provisión de gas, porque está pendiente una obra complementaria de la empresa Camuzzi para asegurar ese servicio. El ingeniero a cargo dijo sin embargo que todos los sistemas de calefacción son eléctricos y el gas tendrá un uso marginal, para cocinas y agua caliente sanitaria.
Recién cuando esté cumplido ese requerimiento comenzaría la “transición” o mudanza de servicios desde el edificio “histórico” al nuevo. La Guardia será lo primero, confirmó Parodi. Dijo que otra de las cuestiones técnicas a resolver será “la conexión con zeppeling de oxígeno” para asegurar ese servicio indispensable en las nuevas instalaciones.
Versiones de tercerización
El ministro Thalasselis dijo que el edificio a estrenar tendrá un plus de “comodidad” para los usuarios, por su “diseño sanitario superador”. Se comprometió a establecer y anunciar un cronograma sobre la “etapabilidad” de su puesta en marcha.
Los trabajadores del hospital desconfían del despliegue prometido porque “Salud no puede garantizar hoy suficientes profesionales y técnicos para el hospital en su dimensión actual”, al punto de que tiene menos personal que durante la pandemia. Solo para la limpieza serán necesarios refuerzos importantes en el departamento de mucamas.

Parodi dijo que el anexo “sin duda va a descomprimir” el esquema de trabajo actual, pero no pudo precisar cuántos profesionales extra se van a necesitar. Las camas de internación pasarán de las actuales 150 a 210.
Una versión que circuló entre los trabajadores fue la posible “privatización o tercerización” parcial de los servicios a implementar, una vez que se inaugure la ampliación.
Thalasselis dijo que “no hay nada de eso, no está previsto”, pero se cuidó de mantener esa puerta abierta al declararse “partidario de la integración” entre la salud pública y privada. Ante la misma consulta, el director del hospital Víctor Parodi lo descartó de plano, y dijo que si la provincia decide avanzar en esa línea no será con él en el cargo.
El gobierno provincial no tiene definido todavía el detalle de las compras e inversiones necesarias para equipar el enorme edificio anexo del hospital zonal de Bariloche, que está a punto de quedar concluido. Pero está claro que los desembolsos serán cuantiosos, con un costo superior al de la propia infraestructura.
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