Por una medida del BCRA: Neuquén y Río Negro deberán usar sus dólares para pagar deuda
El BCRA ratificó que accederán al cambio oficial solo hasta el 40%. El resto, deberá ser con divisas propias o renegociar. Los vencimientos que enfrenta cada provincia.
Como se esperaba, la decisión del Gobierno nacional de limitar el acceso de las provincias al dólar oficial para abonar los vencimientos de sus bonos en moneda extranjera, complicará a los gobierno de Neuquén y Río Negro, que deberán afrontar pagos con fondos propios o renegociar con sus acreedores. A corto plazo, la más afectada es Neuquén, que tiene vencimientos por US$ 72,5 millones hasta fin de año. Río Negro tiene que cancelar en septiembre US$10,6 millones. Pero a largo plazo, se complejiza la situación, ya que la provincia tiene el 70% de su deuda en moneda extranjera, mientras sus ingresos en divisas son más limitados que los neuquinos.
La norma dictada ayer por la autoridad monetaria establece que los distritos deberán presentar una propuesta al BCRA que contemple una cancelación de hasta el 40% de los vencimientos de capital y que el resto del capital obtenga nuevo financiamiento, como mínimo, a dos años.
La medida tiene vigencia a partir de hoy, 2 de junio. Según indicó el BCRA, en “el caso de vencimientos que se registren hasta el 18 de julio, la presentación del plan ante el Central podrá concretarse hasta dos días hábiles antes de la fecha del vencimiento”, afirmó la entidad a cargo de Miguel Pesce. Asimismo, se aclaró que la norma alcanza al capital, no a los intereses.
El BCRA destacó que “no había establecido para las provincias ninguna restricción en este contexto complejo” y ahora “se les pide a los gobernadores que hagan un esfuerzo”. Y afirmó que “no se está llevando a ninguna provincia a una situación crítica y los que se les está pidiendo están en condiciones de cumplirlo y acompañar este esfuerzo”.
Pero Neuquén, una de las más afectadas, no recibió con agrado la medida, que interpretó como “un parche más a la endeble situación de reservas” del Central y una medida que “desequilibra la balanza y cambia las reglas preestablecidas”.
Según informaron desde Economía, a Neuquén le quedan 72,5 millones de dólares para pagar hasta fin de año “que estaban en las previsiones financieras de pago”. El gobierno no usa dólares propios para cancelar deuda, sino que accede al Mercado Único Libre de Cambio (MULC) para “calzar” las emisiones en moneda liquidable al mismo tipo de cambio de los recursos. De cuánto dinero dispone en moneda extranjera, fue algo que ayer no contestó ningún funcionario. Neuquén tiene, al menos, dos cuentas de reserva radicadas en el exterior, que reciben las regalías comprometidas como garantía de pago para el préstamo con el Credit Suisse y los bonos Ticade.
“Limitar el acceso al MULC al 40% y que el resto obtenga nuevo financiamiento con plazo mínimo de pago a los dos años es muy complejo porque no tenemos uso del crédito suficiente para hacer una emisión de este volumen”, cuestionó ayer una alta fuente del gobierno. El presupuesto del 2023 le autorizó a Neuquén un endeudamiento de hasta 54.163 millones de pesos, de los cuales solo 37.800 millones son para emitir nuevos títulos o Letras del Tesoro.
Neuquén: deuda cuesta arriba en 2024 y 2025
El sendero de la deuda en dólares de Neuquén comenzó a ponerse empinado este año y continuará aún más cuesta arriba entre 2024 y 2025. La mayor carga de vencimientos le tocará a la gestión del gobernador electo Rolando Figueroa. Si Gutiérrez se viera forzado a realizar una nueva emisión podría servirle a su gestión para garantizarse financiamiento o “aplanar” la curva de vencimientos, como ya anticipó que es su objetivo.
La provincia ya afrontó en lo que va del año cupones de interés y cuotas de capital por los bonos Ticade en febrero y abril por cerca de 30 millones de dólares. Estos títulos, colocados por la gestión de Omar Gutiérrez en 2016, tienen vencimientos trimestrales y plazo de amortización al 2030. La tasa de interés que pagan actualmente es del 8,625%. En agosto y noviembre deberá afrontar nuevos vencimientos por los mismos instrumentos.
A estas erogaciones la provincia sumó también en abril un pago por la cuota semestral de interés de los bonos Tideneu, los últimos colocados por la administración de Gutiérrez en 2017. También tienen vencimiento final en 2030 (al igual que los anteriores, formaron parte de la reestructuración que se hizo en 2020) y devengaron un interés del 6,625% que, desde octubre, aumentará al 6,75%.
Sumado a esto, la provincia también paga mensualmente cuotas de amortización del préstamo otorgado por el Credit Suisse en el 2015 y que se amplió en el 2019. En el primer trimestre del año ya desembolsó cerca de 9 millones de dólares, más los intereses que son de tasa LIBOR más margen del 7,3%.
Pagos este año
- 72 millones
- de dólares deberá pagar Neuquén hasta fin de año, que estaban dentro de las previsiones presupuestarias.
- 10,6 millones
- de dólares debe abonar Río Negro como parte de pago de los bonos correspondientes al Plan Castello.
Río Negro tiene un 70% de sus bonos en dólares
Río Negro tiene el 70% de su deuda en dólares y en septiembre debe cancelar US$ 10,6 millones, correspondientes a intereses de los bonos lanzados en el marco del Plan Castello.
La Provincia no está en el “top five” de las más comprometidas con sus pasivos en moneda extranjera, pero la decisión del Banco Central que obliga a cancelar esas obligaciones con recursos propios demandará nuevas estrategias al Ministerio de Economía que conduce Luis Vaisberg.
El Plan Castello ya incomodaba al Gobierno rionegrino antes de que se definiera este nuevo cepo, con interpretaciones públicas diferentes sobre las posibilidades de enfrentar los pagos sin afectar la salud financiera del Estado.
La gobernadora, Arabela Carreras, dijo a principios de este año que los títulos lanzados en el 2017 representaban hoy una deuda “impagable” y días después, el senador Alberto Weretilneck planteó una mirada distinta.
“No comparto lo que dice la gobernadora, yo pienso que se puede pagar. Tenemos distintos elementos. En el momento oportuno lo evaluaremos, pero el Plan Castello es pagable”, sostuvo el dirigente que gobernaba Río Negro cuando se definió el programa para financiar 24 proyectos de gran envergadura.
De acuerdo con los datos publicados en la web del Ministerio de Economía, el stock de deuda por el “Bono Plan Castello” representaba a marzo de este año (último dato disponible) un total de 69.005.920.248,50 pesos.
Ese monto significa el 70,75% del global de deuda pública provincial, que a esa misma fecha era de 97.539.746.984,95 pesos.
Fuentes consultadas por Diario RÍO NEGRO consideraron ayer que una mayor restricción para el acceso a dólares por parte del Banco Central generará problemas adicionales para la Provincia, porque el servicio de deuda ya está atrasado.
Además, podrían presentarse dificultades presupuestarias, porque la Legislatura aprobó un Presupuesto con un endeudamiento estructurado de otra manera, por lo tanto es probable que sea necesario un debate parlamentario para reformarlo.
Análisis: Rascando el fondo de la olla
Diego Penizzotto
diegopenizzotto@rionegro.com.ar
La escasez de divisas que asecha la economía nacional, es el eje rector de cualquiera de las aristas de la gestión económica de un gobierno que está de salida.
El máximo objetivo al que puede aspirar hoy el ministro de economía Sergio Massa, es el de evitar que la frágil ecuación de tipo de cambio, precios y salarios, colapse antes de fin de año.
El principal obstáculo para lograrlo no es ni la inflación, ni el déficit fiscal, ni la incertidumbre política. Ni siquiera lo es el FMI, llamativamente dispuesto a olvidar sus históricas prerrogativas eficientistas en pro de contribuir a la estabilidad argenta. El principal obstáculo es la escasez de divisas. ¿Dólares? No hay.
Esa es la premisa con la que Massa viajó a China, engrosar las reservas. Con el mismo objetivo Alberto Fernández intentó infructuosamente esta semana encontrar crédito latinoamericano en la cumbre con Lula. Con la misma intención se negocia contra reloj con el Fondo el adelanto de los desembolsos previstos hasta diciembre. Hay que “rascar en el fondo de la olla” hasta el último dólar que se encuentre circulando.
Era cuestión de tiempo que la mirada se posara sobre las provincias y los municipios, y el Banco Central puso ayer la situación en blanco sobre negro. La medida anunciada por el directorio del BCRA establece que las provincias solo tendrán acceso en el mercado oficial al 40% de los dólares que necesitan para afrontar sus pagos de deuda. El 60% restante deberán obtenerlo acudiendo a sus propias tenencias de divisas, haciéndose de los fondos en el mercado financiero, es decir a un precio 88% más caro en pesos, o bien refinanciando la deuda con los acreedores.
Las estimaciones privadas indican que las provincias tienen vencimientos por unos US$ 1.400 millones en la segunda mitad del año, y que Neuquén es una de las provincias que se encuentra más expuesta en dólares. Según el BCRA, hay al menos US$ 1.200 millones en poder de las provincias.
La medida no sorprende. Es similar a la que rige para las empresas desde el año pasado. No obstante hay dos cuestiones quedan en evidencia.
La primera es que si bien el foco suele posarse sobre el estado nacional, las provincias son parte central del andamiaje económico financiero nacional, y esa responsabilidad le cabe a los gobernadores.
La segunda, es que tomar deuda en dólares genera a la corta o a la larga, un cuello de botella inexpugnable. La premisa es válida, aún en una región como Vaca Muerta, de enorme capacidad para generar divisas.
Córdoba presentará un amparo judicial
La provincia de Córdoba rechazó la resolución del Banco Central que restringe a las provincias el acceso a la compra de dólares oficiales para amortizar deudas en moneda extranjera. “La medida imprevista, es discriminatoria y anti federal, atentando contra el normal desarrollo y las autonomías de las provincias; más aún, cuando aquellos compromisos asumidos en dólares han sido autorizados a contraerse por el propio Estado nacional, generando un notable perjuicio a la provincia de Córdoba”, advirtió el gobierno de Juan Schiaretti.
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