Neuquén debate limitar el uso del celular en las aulas: ¿ayudará en el aprendizaje o será un retorno «a las cavernas»?
La ley alcanzaría a los niveles inicial, primario y secundario. Hay diputados que plantean una restricción no sólo para estudiantes, sino también para docentes. Otros advierten que puede generar un conflicto con las familias.
La comisión de Educación de la Legislatura de Neuquén comenzó a discutir una ley para limitar el uso del celular en las aulas. Quienes defienden la regulación sostienen que le va a permitir al estudiantado evitar distracciones y fomentará la concentración. Hasta ahora la propuesta ganó consenso, aunque surgieron dudas, ¿debe alcanzar también a docentes y preceptores?, ¿no debería excluir a los chicos y las chicas que están en el secundario?, ¿qué sucederá si las familias se oponen?
La iniciativa del diputado Carlos Coggiola (Neuquén Federal) es que abarque únicamente a los niños y las niñas: inicial y primario. Establece que se habilitará el uso del teléfono en clase sólo cuando la maestra o el maestro desarrollen una actividad específica. El radical César Gass tiene un proyecto en el que incluye en las restricciones al nivel medio.
«Un teléfono abierto en redes sociales y en mecanismos de comunicación, como puede ser WhatsApp, hace que los alumnos estén pendientes del teléfono y no pendientes de lo que se está dando en clase, por lo tanto a la ya alicaída calidad educativa que tenemos en la Argentina, que no escapa a la provincia de Neuquén, estas herramientas, con un uso indiscriminado atentan aún más contra la capacidad de percepción o de asimilación de esos conceptos», afirmó Coggiola en la discusión en comisión.
Agregó que el uso de celulares expone a estudiantes al acoso sexual por redes sociales o a estafas. «Muchos chicos a muy temprana edad ya usan Mercado Pago», indicó.
Gass aseguró: «no estamos en contra de la tecnología, pero la tecnología en el aula debe ser utilizada, y los medios de digitales en función de lo que disponga el docente» sino «tiene que estar apagado, distrae, aleja del aprendizaje». Lo fundamentó además en el gran problema actual de las apuestas online, que afectan fundamentalmente a los jóvenes.
Ambos pidieron que la comisión le pida opinión sobre esta regulación al ministerio de Educación y al Consejo Provincial de Educación (CPE).
La diputada Lorena Parrilli (Unión por la Patria) se mostró a favor de la iniciativa, aunque marcó cierta resistencia a involucrar al nivel medio. Señaló que allí el celular se usa «para búsqueda de información, para producir un contenido y hay aprendizaje también». Propuso que se convoque a los centros de estudiantes.
El legislador Gerardo Gutiérrez (MPN) se preguntó si no era necesario que la restricción comprendiera al profe o el preceptor que está dentro del aula, para impedir conflictos. «Yo voy a un hecho concreto: alumnos y alumnas de cuarto y quinto año viendo que no tienen disponibilidad de su celular y están rindiendo un examen, y ven al docente o a la docente mientras están rindiendo el examen con el celular», ejemplificó.
La oficialista Yamila Hermosilla (Comunidad) remarcó: «es necesario, limitarlo al menos en el horario escolar. Va a ser un ejercicio de vida social, de vinculación entre pares y sobre todo de aprendizaje». Contó que seis compañeros de su hija no fueron a un viaje organizado por la escuela a Villa Pehuenia «porque no podían llevar el celular para jugar».
«Le estamos trasladando una responsabilidad al docente»
Quien más resistió la propuesta fue la legisladora Brenda Buchiniz (Cumplir). «Le estamos dando a la escuela la obligación o el rol de sacarle la pantalla a nuestro hijos, que nosotros en casa no lo hacemos: o por qué no estamos, o por qué estamos trabajando, o por qué no los queremos retar», manifestó.
Mencionó que «lo que hay que hacer es integrar a las nuevas tecnologías en el pensamiento crítico».
«Es cómo meterlos en una caverna, dejar el celular afuera y cómo que salen de la vida real cuando están en clase y después vuelven al mundo real, y el mundo real es con celulares y computadoras, me parece que es como ponerle un paréntesis a la modernidad», opinó la diputada identificada con el gobierno de Javier Milei.
«Yo no comparto nada de lo que acaba de decir Brenda. Países del primer mundo que tienen tecnología incorporada en la educación hace mil años hoy se dan cuenta lo perjudicial que es», le respondió la legisladora Gisselle Stillger (Arriba).
Refirió una experiencia personal. Relató que en el colegio de sus hijos les plantearon a principio de año esta restricción. «El primer mes fue duro» y «ya están adaptados», subrayó.
El diputado Francisco Lepore (Avanzar) consideró que «el proyecto en líneas generales está bueno», pero tiene «un problema». «Le estamos trasladando una responsabilidad al docente dentro del aula y hoy los pibes se te plantan y te dicen: «no, es mi teléfono» y vienen los padres y le pegan a los docentes. Ojo con que traslademos una guerra al aula», enfatizó.
«Siempre que discutimos con la diputada Parrilli hoy vamos a coincidir en algo», dijo el legislador oficialista, y recordó el programa Conectar Igualdad de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner, que consistía en la entrega de notebook a estudiantes secundarios. «Fue un plan espectacular desde el punto de vista de incorporar la tecnología a las aulas de una forma lo más universal posible, pero con algún tipo de control», valoró.
Insistió en buscar que la legislación sea «una construcción de la comunidad educativa para que tenga una legitimación tal que sea una herramienta buena» y que permita acuerdos entre «los padres, los estudiantes y los docentes».
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