Neuquén: Casi medio millón de chivos realiza la trashumancia en 3.800 kilómetros
Se culminó el relevamiento de las huellas de arreo que cruzan por campos públicos y privados. La ley obliga a protegerlos.
La trashumancia es un sistema de pastoreo tradicional en el centro y norte de Neuquén. (Neuquén informa)
Se culminó la medición de los caminos por los que se conducen los piños y rebaños desde la zona de la meseta a valles altos en la cordillera en el norte y centro de la provincia de Neuquén. Es como cubrir el tramo entre Barrancas y Villa La Angostura, por la Ruta Nacional 40, cinco veces.
“Los 3.807 kilómetros de huellas de arreo atraviesan campos fiscales y privados”, indicó el ministro de Producción e Industria, Facundo López Raggi.
Hubo una primera ley, del año 1991, que establecía identificar los caminos de los departamentos Chos Malal, Minas y Ñorquín. En 2016 se amplió a la zona centro de la provincia. La norma legal se reglamentó en 2018. Se formó una comisión técnica con participación de los crianceros y se completó el mapeo.
López Raggi indicó que se trabajará para evitar los conflictos que acontecen cuando los piños atraviesan campos privados y adujo que “hay que convivir porque no podemos alambrar 3.800 kilómetros”.
El censo de crianceros que hacen trashumancia arrojó una visión numérica de la economía de subsistencia que llevan adelante 1.500 familias. Además, desde el Estado se ubicaron 1.492 puntos donde los arreos realizan paradas a la vez que se incluyeron, en éstos, 541 alojos. En éstos hay una estructura básica para abrigo de las personas y se busca que haya algún tipo de provisión de agua.
La cartera de Producción indicó que se invirtieron 6 millones de pesos en pequeñas obras “que son valoradas por los crianceros porque les sirven de refugio cuando ocurren temporales climáticos”, dijo el titular de la cartera.
Para ubicar la red de huellas de arreo se utilizaron mapas satelitales y también se hizo un relevamiento a caballo, durante varias semanas, a fin de tener precisiones sobre su ubicación.
La ley de trashumancia busca brindar seguridad, pero sobre todo poner en valor el sistema trashumante, “un sistema que vincula la zona de meseta con la alta montaña a través de huellas de arreo”.
Agregó que “ahí se dan las invernadas y veranadas, donde se trasladan las familias crianceras”.
El informe oficial precisó que participan de los arreos unos 580.455 animales los que mueve la actividad (datos 2021); de ellos, 442.849 son ganado caprino, 66.737 ovinos, 53.767 bovinos y 17.102 animales de otras especies.
Según lo estipula la ley, se consideran parte de las huellas, los alojos y aguadas, cuyos atributos también están contemplados en este relevamiento.
La información obtenida es de suma utilidad para toda intervención que deba realizarse en las áreas en cuestión que tengan que ver con el desarrollo urbano y/o territorial, ya que el objetivo de la
Ley apunta a proteger a las familias trashumantes en el libre tránsito con su ganado, desde los campos de invernada a veranada, y viceversa.
En los últimos años, las obras realizadas suman 129, entre las que se hicieron 38 corrales, 36 refugios, 19 aguadas, 14 cierres perimetrales, 12 cargaderos, y 10 obras complementarias con una inversión provincial de más de 5 millones de pesos.
Intervención estatal
El cambio climático con los consecuentes 13 años de sequía puso al desnudo los efectos sobre la economía de subsistencia de unos 1.500 ganaderos caprinos. La provincia intervino desde algunas aristas para suavizar el impacto.
Fomentó, por un lado, el encuentro de compradores y vendedores de chivos de refugo, que no son productivos.
Hace dos años habían 2 compradores y ahora hay 6 que adquieren los animales para faena y comercialización en el mercado interno y, también, para exportación.
El otro punto de intervención estatal es fomentar los engordes intensivos comunitarios para observar mejoras genéticas y también como manera de obtener un producto apto para el mercado.
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