Máximo Kirchner y Kicillof recalentaron la interna y cargaron contra Alberto Fernández
El hijo de la vicepresidenta y el gobernador profundizaron la división en el oficialismo, que se disparó tras el acuerdo con el FMI.
Con el correr de los días la interna entre el sector de Alberto Fernández y la línea que responde a Cristina Kirchner muestra que la convivencia en el oficialismo es cada vez más difícil.
Primer fue Máximo Kirchner, que en una reunión con sindicalistas, elogió los gobiernos de Néstor y Cristina, al comparar los contextos similares que debieron afrontar con el actual que vive Alberto Fernández.
«Sabemos que gobernar no es soplar y hacer botellas. Vi al expresidente (Néstor) Kirchner gobernar en una situación muy difícil y lo mismo a la expresidenta Cristina (Fernández de Kirchner) que le tocaron situaciones muy difíciles y se paró de manos. Que no nos vengan a explicar lo que son situaciones difíciles», sostuvo.
«Sabemos que gobernar no es soplar y hacer botellas. Vi al expresidente (Néstor) Kirchner gobernar en una situación muy difícil y lo mismo a la expresidenta Cristina (Fernández de Kirchner) que le tocaron situaciones muy difíciles y se paró de manos».
Máximo Kirchner, diputado del Frente de Todos.
«Cristina nos dijo que confiemos en la gente y supimos construir la unidad», la cual consideró que «es para mejorar la calidad de vida del pueblo», aseveró. Dijo que fueron «la base de la construcción de la unidad» en las elecciones del 2017 y 2019 y recordó que entonces el kirchnerismo era mirado «de costado y pensaban que era historia terminada».
Añadió que «no se trata de resistir, se trata de avanzar», y aludió, suavizando sus palabras, a la unidad de la coalición de gobierno que integra: «Nadie más que nosotros y nosotras queremos la unidad».
También pidió «fortalecer cada espacio» dado el contexto internacional y local, y además valoró «la organización sindical» y afirmó que «los diputados y diputadas que representan a los trabajadores siempre fueron indoblegables».
Por su parte, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, volvió a marcarle la cancha al presidente Fernández en medio de la furiosa interna luego de firmarse el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y en medio de la escalada de precios. El martes durante una entrevista televisiva había alertado que la situación social “no da para más” en el conurbano y horas después salió a profundizar sus dichos.
“Es un momento en el que hay que adoptar medidas muy decididas, medidas excepcionales y no hay que tener miedo de hacerlo”, aseguró esta mañana el mandatario bonaerense en declaraciones radiales. Recordó que la Primavera árabe empezó con un aumento del precio del pan y aunque evitó responder si el mensaje estaba dirigido al jefe de Estado, deslizó: “No tenemos que tener miedo a enfrentar intereses de ciertos sectores”.
“No tenemos que tener miedo a enfrentar intereses de ciertos sectores”.
Axel Kicillof, gobernador de Buenos Aires.
“En realidad yo, en un mensaje al FMI, decía que no es momento de ajustes y la propia Kristalina Georgieva advertía sobre la situación alimentaria. Quienes tenemos responsabilidades de dirigencia no tenemos que tener miedo de enfrentar a intereses”, indicó Kicillof.
En ese marco, consideró que «después de cuatro años de macrismo, dos años de pandemia, de 6 años muy complicados para los sectores populares, hay que fortalecer todas las medidas de cuidado del bolsillo y mejoras de los ingresos”.
“Creo que estamos en un momento delicado y los que tenemos responsabilidades de dirigencia no tenemos que tener miedo de enfrentar ciertos intereses; no nos estamos metiéndonos con la rentabilidad de un negocio normal o con su crecimiento, pero de ahí a que quieran traducir los precios de guerra a las góndolas, eso no corresponde y hay que estar alertas”, añadió el exministro de Economía.
En el último tramo de la entrevista, el gobernador ratificó la necesidad prioritaria de trabajar sobre la cadena de formación de precios y de valor. “Acá hay millones de personas de un lado que tienen dificultades, que se encuentran con aumentos y a veces completamente injustificados. El productor y el consumidor, las dos puntas de la cadena, son las que más sufren y los intermediarios a veces por cuestiones especulativas o por más espalda financiera, se apropian de la rentabilidad”.
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