Mapa del empleo en Bariloche: el comercio minorista es el mayor dinamizador
Los registros del observatorio de empleo del municipio aportaron los primeros datos relevados sobre el mercado laboral.
Por su capacidad de generación de empleo, la actividad comercial “al por menor” es el principal motor económico de la ciudad, según lo tiene detectado el municipio, que ubica en segundo lugar a la hotelería y la gastronomía.
La referencia a la capacidad de esos rubros en la generación de puestos de trabajo termina de confirmar el peso determinante que tiene el turismo en el mapa productivo de Bariloche. Los servicios directos al visitante aparecen segundos en la tabla, debajo del comercio, que si bien depende en parte del consumo local, también tiene un fuerte vínculo con la actividad turística.
Los datos surgen del primer informe elaborado por el Observatorio de Trabajo que funciona bajo la órbita de la secretaría municipal de Producción y Empleo, y que tomó los registros de oferta y demanda laboral tramitados por esa oficina en el período 2021/2023.
La directora de Empleo del municipio, Celeste Álvarez, explicó que el área a su cargo se encarga esencialmente de brindar “formación para la empleabilidad” y vincular a empresas demandantes con personas en busca de trabajo.
Aclaró que no realizan mediciones de desocupación ni de tasas de actividad. Tampoco cuentan con registros de otros organismos, ya que ni la Nación ni la provincia realizan estudios de ese tipo en Bariloche.
Solo el Censo 2022 registró en forma global que de las 110.000 personas “mayores de 14 años” residentes en la ciudad, un total de 69.244 aparecían como “ocupadas” y 6.422 “desocupadas”, es decir un 5,83%. Las restantes 34.417 fueron categorizadas como “inactivas”. Entre quienes tenían empleo, el 30,4% declararon ser cuentapropistas.
Álvarez dijo que de manera indirecta pueden suponer que no hay un aumento marcado del desempleo en Bariloche, ya que la demanda registrada en el municipio “se mantiene estable”.
En cuanto al estudio difundido por el Observatorio bajo el título “caracterización del mercado laboral y análisis de los servicios de trabajo en Bariloche”, durante el período analizado ingresaron su currículum en el “proceso de orientación laboral” del municipio 13.980 personas y se cubrieron 2.304 vacantes. La progresión creció año tras año. Por ejemplo, de 2022 a 2023 la suba en la demanda laboral fue del 54%.
Como es de esperar, el mayor número de los buscadores de empleo fueron jóvenes. Un 58% tenía hasta 29 años y si se agrega la franja de 30 a 44% sumaron el 90% del total. Un dato saliente es la amplia mayoría de mujeres, el 59,3% del total.
Solicitud de empleo: lideran los comercios
En el desglose por actividades, el rubro que encabezó las solicitudes de personal fue el “comercio al por menor”, con 37,7% del total, seguido por “servicios de alojamiento y de comida”, con 26,4%. Se puede estimar que el turismo influye directa o indirectamente en esos dos subgrupos.
El tercer segmento de empleadores demandantes son los encuadrados como “industria manufacturera” (chocolaterías, heladerías, panaderías, textil, tecnologías) con el 8,8%.
Según Álvarez, ese dato puede llevar a conclusiones erradas porque hay empresas como Invap y otras de las industrias innovativas que no acuden al municipio sino que buscan nuevo personal en forma directa a través de las escuelas técnicas.
Del universo de firmas oferentes de empleo surge también la abundancia de microempresas de muy pequeña escala. El 65,3% de las inscriptas en el registro tienen un máximo de 3 empleados, un 15,7% tienen entre 4 a 8 empleados y un 13,1% tiene entre 9 y 30 empleados.
El informe indicó que esa atomización endurece el mercado laboral porque “las empresas pequeñas suelen ser más cautelosas para incorporar personal”.
La previa del verano, momento clave para el empleo
Otro de los indicadores contenidos en el informe da cuenta de la fuerte estacionalidad de la demanda de personal, relacionada otra vez con el turismo. “Los picos de solicitudes son previos a las temporadas de invierno y verano”, subraya el estudio.
El gráfico anexo demuestra que entre septiembre y noviembre se producen las mayores oportunidades de inserción laboral, de modo que la demanda del verano es superior a la del invierno.
En cuanto a las especialidades e incumbencias más requeridas por los empleadores la “atención al público“ es la competencia principal, seguida por la búsqueda de cajeros, auxiliares de limpieza, ayudantes de cocina, mozos y repositores.
Entre las capacitaciones requeridas, la mayor cantidad de inscriptos (36,3%) buscó cursos de informática y tecnología, seguidos de un 15,8% para seguridad alimentaria y 13,2% demandó formación en gastronomía y hotelería.
El Observatorio de Empleo subraya en el cierre de su primer informe que el objetivo es el de “entender las particularidades del mercado laboral local”, para caracterizar y analizar así “la dinámica del entramado productivo que tiene lugar en una ciudad donde la economía es altamente dependiente del turismo”.
Admite que “el principal desafío es acceder a bases de datos sólidas”, con continuidad en el tiempo, en el interés de compensar y resolver el marcado déficit de estadísticas oficiales.
Por su capacidad de generación de empleo, la actividad comercial “al por menor” es el principal motor económico de la ciudad, según lo tiene detectado el municipio, que ubica en segundo lugar a la hotelería y la gastronomía.
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