Lo que dijo Cristina Kirchner del abucheo y el retiro de la gobernadora del acto de la UNRN
La vicepresidenta Fernández observó lo ocurrido con Carreras. Lo que siguió a la salida de la mandataria.
En el aeropuerto, la gobernadora Carreras, el senador Doñate y el intendente Pesatti reciben a la vicepresidenta Cristina Fernández. Foto Gentileza.
La visita de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner a Viedma convalidó la estrategia del acuerdo orgánico del justicialismo con el oficialismo rionegrino, con participación conjunta para las elecciones del próximo 16 de abril.
Esa planificada convivencia desentonó con la fuerte silbatina a la gobernadora Arabela Carreras al ingresar al acto “académico” de la UNRN y su consecuente retiro de lugar, con los miembros del gabinete que la acompañaban.
Su reacción fue inmediata, ni se ubicó en la silla asignada en primera vuelta, al lado del intendente Pedro Pesatti. Volvió sobre sus pasos y mandó a sus ministros que la siguieran.
El repliegue no fue simple, pues algunos no detectaron esa retirada y, poco a poco, se anoticiaron entonces abandonaron el gimnasio.
Con ella partió su círculo más directo: Daniel Sanguinetti, Luciana De la Fuente, Pablo Zúccaro y Mariano Ferrari.
Siguieron minutos después Bettiana Minor y Jorge Stopiello, ministros de Seguridad y Trabajo. Ariel Avalos, de Cultura, permaneció en su ubicación, aparentemente quedó rezagado y cuando detectó de la salida de la comitiva ya no tenía transporte. Otro que siguió en la ceremonia fue José M Apud aunque, en su caso, su permanencia estaría más ligada a su apartamiento del gabinete, a pesar de que su recambio en la Secretaria General recién se concretará el viernes.
Carreras recibió a Fernández en el aeropuerto, con el senador Martín Doñate y Pesatti. La vicepresidenta llegó con su secretaria administrativa en el Senado, María Luz Alonso. Juntos se trasladaron a la UNRN.
La gobernadora no estaba en el regreso a la aeroestación. Pero, la ex presidenta enseguida hizo referencia a lo sucedido. Lo lamentó y encomendó a Doñate que le hiciera saber a Carreras de su disgusto por lo sucedido en la Universidad.
“Eso, a mí no me gusta. Pobre”, repitió y aludió haberlo vivido personalmente. Trasladó la petición al intendente para que se lo transmitiera.
Fue, finalmente, la propia Fernández que la llamó cuando arribó a El Calafate, y la gobernadora estaba en Bariloche. Hablaron unos minutos. Por el grupo de whatsapp, la rionegrina informó después del hecho y la comunicación con la vice a su gabinete. Contó de su expresión de solidaridad “como persona y por investidura”, reiterando su desacuerdo con esas manifestaciones que supo afrontar.
En la mañana de ayer, Carreras recibió llamados de Doñate y del rector de la UNRN, Anselmo Torres. A las disculpas le siguieron intentos de liberarse del abucheo “académico” y, según relatan fuentes oficiales, se cruzaron culpas entre descuidos de la Universidad y desborde de la militancia.
En realidad, la mandataria dudó participar en la ceremonia por el temor a la desaprobación y así se lo transmitió al senador Doñate en ocasión de la invitación y la coordinación. No faltó en su referencia lo ocurrido en septiembre del año pasado cuando el presidente Alberto Fernández llegó a Roca para entregar un plan de viviendas. En esa ocasión, el abucheo en ese acto institucional partió de un grupo identificado con el Movimiento Evita.
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