Legislaturas secretas: la lista de “ventajas” difíciles de recortar en Neuquén
Integrantes de ese poder en la provincia reconocen los privilegios que tienen ante otros trabajadores del Estado.
El diputado Andrés Blanco (PTS-FIT) dijo que el trabajador o trabajadora de la educación de Neuquén “no tiene los privilegios que hay en esta Cámara”.
“Acá hay vales de nafta, hay viáticos, gastos de bloque y casi 4 millones de dieta y desde acá se quiere discutir con el dedo parado cómo se resuelve un problema considerado gasto”, remarcó cuando se enteró que hay un proyecto para premiar el presentismo de los docentes.
La frase generó incomodidad en sus pares y puso al descubierto las “ventajas” que tiene el Poder Legislativo en comparación con sectores que dependen del Poder Ejecutivo, sin hablar del nivel salarial que tiene el Poder Judicial.
Desde el 2003, por la ley 2395, se adoptó la autarquía del Poder Legislativo con los recursos de la coparticipación federal. De cuyo monto total previo a repartir a los municipios, se debe detraer el 18% para financiar el Poder Judicial y el 7.5% para el Poder Legislativo. Este último porcentaje se redujo en setiembre del año pasado, cuando había una suerte de cogobierno entre el saliente Omar Gutiérrez y el entrante Rolando Figueroa.
Se lo disfrazó como el Fondo de Estabilización de Presupuestos del Neuquén (FEPN), orientado a mitigar las variaciones de los ejercicios financieros de los tres poderes del Estado. En lugar de destinar el 7,5% de la coparticipación federal para este poder, se redujo al 6%. Como la Asociación Neuquina de Empleados Legislativos puso el grito en el cielo, se incluyó una cláusula para que no le falte dinero en caso de hacer frente a aumentos salariales.
Este fondo compuesto por el 1,5% que le sacan al Legislativo y otro 1,5% que pone el Ejecutivo está administrado por el Ministerio de Economía quien tiene la última palabra cuando el Judicial reclama más fondos (es autónomo relativamente ya que se le destina el 18% de la coparticipación federal que como está en baja nunca le alcanza).
A la fecha que se sancionó el cambio, la diputada Lorena Parrilli (FdT) advirtió que la medida recorta presupuesto del Poder Legislativo estimando según sus cálculos, en 2.300 millones de pesos a valores del ejercicio financiero que estaba vigente.
La gestión de la vicegobernadora Gloria Ruiz empezó con el pie izquierdo para “la casta”, es decir los políticos tradicionales que disfrutaban de “ventajas” sin dar explicaciones.
En la gestión de Marcos Koopmann hubo una medida que fue resistida pero mantenida por el conocimiento financiero que tenía el vicegobernador. Resolvió que los gastos que se disfrazaban como viáticos debían ser rendidos con facturas con el fin de poder detraerlos de las rendiciones del Impuesto a las Ganancias. Esto le generó un problema a los legisladores porque debían utilizar esos fondos para lo que estaban destinados, pagar gastos cuando hacían viajes, y, por lo tanto dejaron de ser “de libre disponibilidad”.
Vehículos de alta gama
Al asumir la titularidad del legislativo, la exintendenta de Plottier -acostumbrada a flacos presupuetos- corrió el velo sobre una de las ventajas que tenían los diputados provinciales: los vehículos de alta gama.
Apenas llegó al despacho descubrió que los funcionarios, asesores y legisladores tenían a su disposición un total de 48 camionetas heredadas. Se trataba de una flota de 12 camionetas 4×4 doble cabina, 24 camionetas 4×4 y 12 unidades utilizadas para transporte, carga y movilidad. Las paralizó y adelantó que las iba a donar a organismos como la policía o el ministerio de Salud. Llamó la atención que algunas camionetas tenían la bocha en su parte trasera donde se enganchan remolques como lanchas.
Se dejaron algunos vehículos para utilización de la planta política y para los legisladores, se destinó uno por bloque.
Según el último informe del Instituto de Seguridad Social del Neuquén, hay 628 empleados legislativos sin incluir la planta política de electos, es decir los 35 diputados con cuatro asesores cada uno.
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