Las obras que habilitaron la isla Jordán de Cipolletti como balneario, ¿fueron suficientes?

Las mediciones en la calidad del agua permitieron retomar el uso recreativo de las costas del río Negro. Sin embargo, algunos problemas de fondo persisten.

La habilitación de la isla Jordán como balneario marcó el pulso político y social de Cipolletti sobre el cierre de año. Sin embargo, los buenos resultados de la calidad del agua del río Negro, logrados a partir de las obras de saneamiento del plan Castello, permanecen en tela de juicio por parte de algunos sectores. 

La eliminación de la prohibición para bañarse en las costas cipoleñas fue autorizada por el gobierno de Río Negro, a través del Departamento Provicial de Aguas (DPA). Este tipo de competencias es propia de la Provincia, dado que mantiene control sobre los recursos naturales.

“Desde el DPA y la AIC medimos constantemente la calidad del agua, las últimas nueve tomas de muestras dieron que el agua era apta. El año pasado teníamos los primeros indicios que había bajado mucho la concentración de Escherichia Coli, y hoy los parámetros dan como resultado la posibilidad del uso recreativo”, expresó la secretaria de Energía de Río Negro, Andrea Confini, durante el anuncio oficial.

Pese a tratarse de un ámbito de jurisdicción provincial, la habilitación tuvo su paso por el Concejo Deliberante, donde contó con la aprobación unánime del cuerpo. “Lo que consideró pertinente el intendente, más allá de que no hay necesidad de una autorización, es que se ponga a disposición de los vecinos que se iba a habilitar un balneario y el tipo de servicio que va a brindar la municipalidad ahora que está permitido sanitariamente bañarse”, detalló Sebastian Caldiero, director del área Legal y Técnica de Cipolletti, durante el tratamiento del proyecto. 

En ese sentido, desde la secretaría de Deportes se encargaron de cerrar aspectos operativas, así como realizar el acondicionamiento y la delimitación del predio. ”Nos queda a nosotros la responsabilidad de acondicionar el lugar para que la gente disfrute después de 30 años”, precisó a Diario RÍO NEGRO, el secretario Leandro Domini.


Qué obra fue clave para esta iniciativa y qué falta


Una obra de vital importancia para el saneamiento del río Negro fue la ampliación de la planta de tratamiento de desagües cloacales, que contó con financiamiento del plan Castello. Las nuevas piletas fueron inauguradas en 2022 y para su construcción se destinaron $554.541.783, a valores de aquel momento. 

La planta de Cipolletti fue inaugurada en 2022. Gentileza gobierno de Río Negro

Desde Provincia aseguraron que el municipio logró con esta obra reducir hasta un 100% el volcado de líquidos sin tratar sobre las aguas del río. Los resultados no fueron inmediatos. Recién este año el programa de monitoreo del DPA permitió habilitar el balneario, y particularmente, los seguimientos bacteriológicos fueron “favorables” durante los últimos 30 días.

Sin embargo, hay quienes dudan en la verdadera eficacia de la política de “vertido cero” y precisan que son necesarias obras complementarias sobre algunos desagües altamente contaminantes. “He escuchado reiteradamente a Claudio Di Tella y Rodrigo Buteler (intendente anterior y el actual) decir que ya no contaminaban más al río Negro. Pero no mencionan uno de los desagües más importantes que tienen: el R1 (Canal de los Milicos), que desemboca en el río Neuquén. Hay que recordar que Cipolletti tiene costas sobre ambos cursos de agua. Por lo tanto, hay que tener en cuenta este detalle”, comentó Pablo Fica, miembro de la ONG Guardianes del río Negro, ante la consulta de este medio. 

El canal de los Milicos es un punto de contaminación que persiste. Crédito Florencia Salto.

Desde la agrupación sostienen, además, la aparición de problemas con el canal P2, que recibe desechos de la zona norte de Cipolletti y desemboca en el límite entre Fernández Oro y Allen. “Desde 2022, cuando se inauguró la planta, Fernández Oro empezó a recibir toda la contaminación de Cipolletti. Todo se descarga en el P2 que desemboca en el barrio exisla 10. Eso volvió a ese punto como uno de los más contaminados de la provincia”, aseveró Fica. 

El referente también mencionó que dado el volumen de descargas en ese colector, el DPA debió habilitar una ampliación a través del canal secundario de riego, lo que volvió esa red en un desagüe más. 

Crédito Florencia Salto.

En referencia a la situación de la isla Jordán, desde la ONG aseguraron que en algunos horarios hay complicaciones respecto a la calidad del agua, incluso aguas abajo. “Cerca del mediodía, cuando hay picos de vertidos por parte de las plantas de Neuquén, los valores dan mal. Durante el resto del día son aceptables y en la noche vuelven a empeorar”, aseveró Fica.

Diario RÍO NEGRO intentó comunicarse con el titular del DPA, Pedro Sanchez, para tener precisiones sobre las obras y monitoreos en el río Negro, pero no obtuvo respuestas.

Esquema de los canales colectores. Gentileza Guardianes de río Negro.

Una propuesta para aprovechar las aguas residuales del Alto Valle


El proyecto «Plena», elaborado por la ONG Guardianes del río Negro, apuesta a generar una alternativa para la erradicación de la contaminación en la zona de la exisla 10, ubicada en el límite de Fernández Oro y Allen. La iniciativa contempla el redireccionamiento del canal colector P2 y el ex General Roca a un predio fiscal, con el fin de destinar esas aguas para forestación. 

Gentileza Guardianes de río Negro.

Nuestro proyecto es volver al trayecto original del canal de los Milicos para que termine en un terreno fiscal, ubicado frente a la reserva natural Puerto Viejo. En ese lugar queremos introducir una plantación de sauces y álamos”, comentó Pablo Fica.

El proyecto fue ingresado a los respectivos Concejos Deliberantes de los municipios intervinientes. Según confesaron desde la organización habría un particular interés de Allen para avanzar con la propuesta. 

Por último, Fica detalló que esta obra podría ser clave para resolver la calidad del agua del río: “¿Quieren soluciones verdaderas al problema en la Isla Jordán? Desvíen el canal de los milicos hacia Fernández Oro, por su cauce original, e introduzcámoslo en la cantera para hacer una plantación y aprovechar algo de ese recurso”.


La habilitación de la isla Jordán como balneario marcó el pulso político y social de Cipolletti sobre el cierre de año. Sin embargo, los buenos resultados de la calidad del agua del río Negro, logrados a partir de las obras de saneamiento del plan Castello, permanecen en tela de juicio por parte de algunos sectores. 

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