La secretaría de Energía designó un veedor antes de volver a privatizar las represas del Comahue

En el escenario energético argentino, las transiciones entre el vencimiento de las concesiones y las decisiones vinculadas a la política coyuntural resultan complejos. Actualmente, corre la tercera prórroga de la transición desde el 2023 que vencieron las concesiones de las represas hidroeléctricas.

En el Comahue, se abrió una transición desde el 11 de agosto y el 29 de diciembre de 2023 cuando vencieron las concesiones de las centrales Alicurá, en manos de la norteamericana AES, de El Chocón y Arroyito que administra la italiana Enel, Planicie Banderita de Aconcagua Energía y Piedra del Águila bajo la conducción de Central Puerto.

Ahora se conoció, mediante una resolución de la secretaria de Energía, María Carmen Tettamanti, que el proceso de mutación entre la concesión plena de las represas que viene desde 1993 y la decisión política del Estado nacional cuenta con un veedor.

Ese desafío recae sobre la Subsecretaría de Energía Eléctrica, encabezada por Damián Sanfilippo, quien lleva adelante un rol que combina supervisión técnica con control institucional.

Este papel, que se formalizó recientemente mediante la Resolución 599/2024, no es nuevo para la institución. La Subsecretaría ya asumió esa función en las represas del Comahue, un precedente que refuerza su capacidad de actuar como veedor en un contexto delicado.

La resolución en cuestión fue por otra concesión, en Santiago del Estero, donde se menciona el proceso de la mutación en las centrales de los ríos Neuquén ( Planicie Banderita ) y Limay (Chocón, Arroyito, Piedra del Águila y Alicurá). Hay una quinta represa y central que es Pichi Picún Leufú que está en manos de Pampa Energía, pero el vencimiento de la concesión de 30 años se producirá el 3 de agosto de 2029.

En la década de 1990, la privatización transformó el modelo de gestión, otorgando concesiones por 30 años que vencieron o están por vencer.

Este año, la Central Hidroeléctrica Los Quiroga y el Complejo Hidroeléctrico Río Hondo entran en su etapa de transición, lo que implica devolver los activos al Estado Nacional, de acuerdo al contrato firmado originalmente.

La Subsecretaría asume la tarea de fiscalizar que la transferencia cumpla con los requisitos técnicos y administrativos previstos. La resolución establece que el organismo tendrá la potestad de monitorear el cumplimiento de las obligaciones de la concesionaria hasta fines de 2025, plazo máximo estipulado para la transición. ¿Será el plazo también para las represas de los ríos Limay y Neuquén?

Cuál es la función del veedor

Tettamanti destacó en la resolución que firmó este jueves, el antecedente de un veedor es el proceso de las represas del Comahue, donde la Subsecretaría desempeña un papel similar.

El objetivo, se escribió en el documento, demás de garantizar la seguridad operativa de las instalaciones, es supervisar auditorías técnicas clave.

El veedor técnico apunta a preservar la confiabilidad del Sistema Argentino de Interconexión (SADI), y también de proyectar un futuro donde la transición energética contemple fuentes renovables como la hidroeléctrica.

La designación de la Subsecretaría como veedor busca preservar estos principios en un sector donde las decisiones técnicas tienen profundas implicancias sociales y ambientales.

Desde antes del vencimiento de las concesiones hidroeléctricas, las gestiones de los presidentes Alberto Fernández (Unión por la Patria) y Javier Milei (La Libertad Avanza) fueron movedizas. Hubo cuatro secretarios de Energía que tomaron decisiones disociados: Darío Martínez, Flavia Royón, Eduardo Rodriguez Chirillo y la actual María Tettamanti.

La última decisión que había tomado el tercer secretario de Energía, en este caso Eduardo Rodríguez Chirillo, fue la de crear sociedades anónimas con el nombre de cada una de las represas, entregar el paquete accionario a Energía Argentina, Enarsa, y Nucleoeléctrica Argentina, para apurar su privatización.

En agosto de este año se venció la transición de un año prevista en el contrato de concesión original, plazo que fue postergado hasta el 19 de diciembre y luego se lo extendió por 60 días, es decir que la definición debería estar en el primer trimestre del año próximo.

Quién es Damián Sanfilippo

A través de una circular interna, Chirillo solicitó que se habilite una cochera en el histórico edificio de la avenida Paseo Colón para el subsecretario de Energía Eléctrica. Hasta ahí, sería solo un trámite administrativo si no fuera porque la solicitud no está hecha a nombre de quien hoy se desenvuelve en ese cargo sin designación formal.

Antes de ocupar la cartera de energía eléctrica, Damián Sanfilippo, fue gerente general de la distribuidora de energía de la zona norte de la provincia de Buenos Aires y también había sido directivo de una de las firmas que tiene una concesión en el Comahue y de un fondo de inversión energético.

Se hizo tristemente famoso en marzo de este año cuando se encontró con una situación insólita. Le habían dicho de ocupar el cargo bajo la conducción de Chirillo e incluso se le había asignado una cochera en un edificio de Paseo Colón en la ciudad de Buenos Aires.

Tal vez por descuido se le asignó la cochera antes de que fuera designado como funcionario.

El lugar estaba a cargo de Sergio Falzone, quien había sido ejecutivo de Central Puerto, se enteró en ese momento que no solo no tenía más cochera para estacionar sino que había perdido su cargo.