“La Policía no va a venir”. Cuatro asaltos comando en dos meses y una lenta reacción política en Allen 

“No te preocupes por llamar. La Policía no va a venir”.  

La frase todavía da vueltas en la cabeza de un productor frutícola de Allen, asaltado en enero mientras dormía en su casa.  

Y si esa seguridad transmitida por los delincuentes le dejó una marca, mucho más contundente fue el mensaje antes de que la banda se fuera de la vivienda: “Quedate tranquilo y no hagas nada raro. En 15 o 20 minutos viene la Policía”. Y el patrullero llegó… a los 20 minutos. 

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Pudo haber sido casualidad. Pudo haber sido un juego mental de delincuentes profesionales. Lo concreto es que después de tamaña experiencia traumática, la víctima de ese asalto no tiene ganas de averiguar si hubo una zona liberada alrededor de su casa. La prioridad para él es no volver a vivir una madrugada de terror como la que atravesó. Y que tampoco se repitan los hechos con otros vecinos. 

El problema es que los golpes comandos a productores y comerciantes de la zona rural se repitieron. Entre enero y marzo hubo cuatro asaltos importantes en la ciudad. Y ante la falta de respuestas efectivas desde el Estado para prevenir o detener a los responsables, esta semana decidieron aumentar el tono de sus reclamos. 

“Los productores están viviendo con miedo a ser víctimas de la delincuencia. Los comercios son asaltados, las propiedades son vulneradas y la zona rural se han convertido en escenarios de mayor inseguridad. Esta situación no solo afecta la tranquilidad de los habitantes, sino que también impacta negativamente en la calidad de vida y el bienestar de los allenses”, sostiene un comunicado emitido este viernes por la Asociación de Productores del Alto Valle. 

Ese documento fue avalado por la Cámara de Comercio de la ciudad y advierte que “es evidente que se necesitan medidas urgentes para abordar este problema”.  

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“Las autoridades tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad y protección de sus ciudadanos. Es crucial que se tomen operaciones concretas para poner fin a esta situación; devolver la paz y la seguridad a Allen”, enfatizaron. 

Durante las reuniones realizadas esta semana se analizó la posibilidad de movilizarse, además de convocar al gobernador, Alberto Weretilneck, para analizar mano a mano la situación y conocer qué medidas se tomaron a partir de la seguidilla de asaltos graves. 

“Es primordial que se tomen acciones efectivas concretas para restablecer la paz y la seguridad en Allen, garantizando el pleno ejercicio de los derechos y garantías constitucionales de todos los ciudadanos. El bienestar de nuestra comunidad está en juego y no podemos permitir que la inseguridad continúe afectando nuestras vidas”, concluye el documento de las instituciones locales. 

Bandas diferentes

Entre los productores existe la convicción de que no se trata de una sola banda, sino que fueron diferentes grupos los que actuaron en los cuatro episodios más graves ocurridos en lo que va de este año. 

El primero fue el ocurrido en enero en la casa de un productor, sobre la calle Belgrano; luego hubo un asalto en una chacra en la que todos los trabajadores tuvieron que tirarse al piso bajo amenaza de resultar heridos; posteriormente se registró el golpe en una concesionaria de vehículos -el único caso por el que hubo detenidos- y finalmente, el lunes pasado un grupo de malvivientes ingresó a plena luz del día a la vivienda de un productor, en una entradera que terminó con el robo de una suma millonaria en pesos y dólares. 

“Por los videos y los datos que pudimos cruzar, nos damos cuenta de que no son las mismas personas. Eso nos lleva a concluir que se están instalando bandas profesionales. Además de las armas, usan inhibidores de alarmas, manejan información sobre los movimientos de las casas que van a asaltar. Y vemos que del otro lado no hay recursos suficientes para frenarlos”, comentó angustiado otro productor que habló con Diario RÍO NEGRO. 

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La preocupación por los asaltos comandos se planteó también al intendente, Marcelo Román, y a las autoridades policiales de la ciudad, con sendas notas enviadas por la Asociación de Productores. 

Eso fue el 18 de enero. Casi dos meses después, sin respuestas efectivas y con nuevas víctimas, desde la entidad aseguran que “el bienestar de la comunidad está en peligro”. Por eso insisten en “abordar de manera integral y colaborativa esta problemática”, porque “no podemos permitir que la inseguridad continúe afectando nuestras vidas”. 

Una escalada de robos advertida en enero

Las primeras señales de alarma sobre los niveles crecientes de inseguridad fueron enviadas el 18 de enero por la Asociación de Productores del Alto Valle al intendente, Marcelo Román, y al comisario Luis Alfaro, de la unidad Sexta. 

Allí se expresaba la preocupación por “una escalada de robos en propiedades del sector frutícola y en comercios, así como casos de asalto, sustracción de escaleras, herramientas fundamentales para el inicio de la cosecha, robos de agroquímicos, todos ejecutados con una característica que indica una organización y planificación por parte de los perpetradores”. 

En esas notas pidieron reunirse con autoridades de la Policía de Río Negro, del Concejo Deliberante, para discutir medidas concretas a implementar para garantizar la seguridad. 

Otro de los reclamos apunta al Poder Judicial, porque desde la APAV plantearon la necesidad de que haya una presencia constante de un fiscal en Allen, “para garantizar una respuesta más rápida y efectiva”.  

Hay que recordar que la ciudad se encuentra dentro de la Segunda Circunscripción Judicial, con sede en Roca, donde reside la mayoría de los funcionarios del Ministerio Público Fiscal. 

En esa oportunidad, los productores también pidieron un mayor despliegue de destacamentos móviles de la Policía sobre la zona rural, como disuasivo de actividades delictivas. 

Diario RÍO NEGRO intentó dialogar sobre la situación con el intendente Román, pero no respondió a los mensajes enviados.