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La PIAP en su laberinto: los fondos para estudiar su «reconversión» en Neuquén nunca llegaron

La planta de agua pesada está paralizada desde el 2017. El lunes los trabajadores se reunirán con el ministro de Infraestructura, Rubén Etcheverry. Advirtieron que nunca llegó el presupuesto para estudiar su reconversión a la urea y el hidrógeno.

Trabajadores de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) de Neuquén expusieron ayer en la Legislatura la crítica situación del complejo industrial y revelaron que nunca se ejecutó el presupuesto que había comprometido la provincia para estudiar la posibilidad de que produzca urea e hidrógeno. Advirtieron que las partidas que envía el gobierno nacional llegan con retraso y solo alcanzan para pagar salarios.

Los representantes de ATE en la PIAP visitaron la comisión de Energía de la Legislatura por un proyecto del MPN que le pide al gobierno nacional que garantice la ejecución del convenio de conservación y mantenimiento para su puesta en marcha.

Nicolás Ventura, secretario general de la junta interna, y Carlos Lagos, secretario gremial, explicaron la incertidumbre respecto del futuro de la planta, que está paralizada desde el 2017.

Indicaron que, en mayo del año pasado, se firmó un contrato con la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) que establecía que en 25 meses la planta estaría en condiciones de producir agua pesada, se iniciaron las tareas de acondicionamiento «y con el cambio de gobierno empezaron a demorarse las partidas, empezaron los problemas con el pago de salarios».

«Vemos que la planta ya tiene casi siete años de estar parada, hemos hecho todo el esfuerzo de parte de los trabajadores para la conservación más allá de todos los vaivenes, pero a medida que vaya pasando el tiempo la planta sigue corriendo peligro de que no se pueda reactivar», indicaron.

Advirtieron que la producción de agua pesada es importante, no solo para garantizar el stock de las tres centrales nucleares que tiene la Argentina, sino también para el mercado internacional. Afirmaron que Canadá es uno de los países que manifestaron una «intención muy clara» de comprarle el refrigerante a la PIAP.

La PIAP y la producción de urea e hidrógeno


El gobierno de Omar Gutiérrez había incluido en el presupuesto provincial 2023 una partida de 1.000 millones de pesos para la PIAP y el proyecto de «ampliación» de su horizonte productivo mediante la instalación industrial multipropósito en Arroyito que incorporara el desarrollo de fertilizantes, la urea, el hidrógeno y el nitrógeno verde, azul y gris.

«De ese presupuesto la planta no vio ningún avance, no sabemos si se continuó con este desarrollo e investigación. Nos reunimos en su momento con Y-TEC y nos plantearon algunas limitaciones con este desarrollo, sobre todo de transporte», advirtieron los trabajadores.

Insistieron con que «lo primero que se tiene que llevar adelante es el reacondicionamiento, no sólo para la producción de agua pesada sino de cualquier otro desarrollo que se realice».

El lunes se reunirán con el ministro de Infraestructura de Neuquén, Rubén Etcheverry, para conocer por primera vez la posición de la provincia respecto de la planta. Una semana más tarde lo harán con funcionarios de la CNEA. 

Los trabajadores plantearon que las partidas de acondicionamiento para la PIAP «no ingresaron y las de la conservación lo último que llegó es de mayo». «Hoy estamos en una situación donde no tenemos repuestos necesarios, tenemos que improvisar, no se están atendiendo cuestiones de seguridad de la planta como recambio de matafuegos», plantearon.

Los diputados acordaron esperar el resultado de las reuniones para definir la sanción del proyecto.


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