La línea de indigencia de junio para una familia tipo en Bariloche superó los 500 mil pesos
La medición realizada por el centro Scalabrini Ortiz pone en evidencia el alto costo de vida en la Patagonia y en particular en Bariloche, influido por el costo del transporte y la demanda turística.
El informe mensual sobre la canasta alimentaria en supermercados que mide y difunde regularmente el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz reveló que en junio una familia integrada por dos adultos y dos menores necesitó en Bariloche 511.154 pesos para superar el nivel de indigencia, un parámetro que en las mediciones del Indec (para el Gran Buenos Aires) había sido fijada para el mismo período en 393.319 pesos.
El dato revela que el costo de vida en la ciudad andina, influido por las distancias y el turismo (entre otros factores), es un 29,9% más alto que en la gran metrópoli, al menos para cubrir las necesidades de alimentación básica.
El informe que elabora el centro Scalabrini Ortiz (CESO) en colaboración con el sindicato Adurn y la fundación Ambiente, Desarrollo y Hábitat Sustentable también subraya mes a mes la comparativa entre el costo de los alimentos y los ingresos regulados de distintas franjas de la población, como la jubilación mínima y el salario mínimo, vital y móvil.
La socióloga e investigadora del CESO Mahuen Gallo señaló que al no surgir de paritarias sino de simples decretos, esas asignaciones pierden cada vez más terreno en la relación, al punto de que el mes pasado un salario mínimo, vital y móvil no alcanzó para cubrir en esta ciudad siquiera el 50% de la canasta de alimentos tabulada por el Indec. Con mayor precisión, hicieron falta 2,18 SMVM para equiparar la canasta de una familia tipo en Bariloche.
Gallo destacó que el relevamiento corresponde solo a supermercados “con más de cinco cajas” y no a comercios de cercanía, que sí son medidos por el Indec y por eso los datos no son enteramente comparables. Señaló que el informe de junio es revelador de un “estancamiento” en el proceso de desaceleración inflacionaria que pondera el gobierno.
Además de la relación con el salario testigo, el informe compara la evolución de los precios de alimentos con la jubilación mínima y subraya que hoy esa asignación está en 206.931 pesos, de modo que en el caso de un jubilado varón que cobra la mínima debió destinar el 59% de esa mensualidad para cubrir la canasta alimentaria, que acumula en Bariloche una suba interanual del 258%.
El aumento general de precios de alimentos fue en unio del 3,03% (algo menos que en la medición nacional), pero en el desglose por rubros se destaca la fuerte incidencia que tuvieron los alimentos frescos, frutas y verduras, con un 7,45% y el sorprendente aumento mensual del 43,58% que relevó el CESO en el caso de los lácteos.
Gallo dijo que se explica por la desregulación de precios impuesta desde diciembre, por la política de ofertas de algunas cadenas y por la existencia de “una industria alimenticia fuertemente concentrada”.
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