La denuncia contra el intendente de Trelew que hace temblar el tablero político de Chubut

El Estado chubutense tiene 250 empleados que no residen en la provincia. Aunque cobran sueldo. Y hay 168 cargos políticos que “no tienen sentido” y serán eliminados porque además aumentan la burocracia estatal. En total, la provincia emplea a 46 mil personas. Estos son algunos de los datos del censo de empleados 2024 que ordenó el gobernador de Chubut Ignacio Torres y cuyos resultados fueron dados a conocer por el propio mandatario.

Estas y otras revelaciones del censo habían acaparado la atención en el comienzo de la semana en la provincia, pero este sabor dulce en las palabras de Torres respecto al mencionado relevamiento no duró mucho tiempo: es que casi al mismo tiempo comenzó a circular la denuncia de una exempleada de la municipalidad de Trelew sobre un supuesto acoso sexual y laboral de parte del intendente Gerardo Merino, uno de los principales socios políticos del gobernador.

La noticia impactó. Los términos de la denuncia (a la que tuvo acceso Diario RÍO NEGRO) son bastante “pesados” y no sería apropiado reproducirlos.

Gerardo Merino era intendente electo al momento de la denuncia

La mujer trabajaba en carácter de contratada en el área de inspecciones y, según la denuncia, el supuesto acoso de Merino comenzó cuando todavía no había asumido como intendente. Es decir, ya era mandatario electo y de acuerdo a la mujer (ya despedida de su empleo) el actual intendente amenazaba con despedirla a ella y sus compañeras si el tema se hacía público.

La despidieron antes y habló. La exempleada municipal se sentó este martes por primera vez frente a un fiscal ante quien también presentó mensajes de texto que le enviaba Merino, la mayoría de ellos “con alto voltaje sexual”, según reveló una fuente de la Justicia a este diario.

Por supuesto que más allá del hecho que será investigado, la noticia estalló ante las manos del propio gobernador y de muchos dirigentes radicales que hacía muy pocas horas habían elegido al vicegobernador Gustavo Menna como presidente del partido por dos años. Y al propio Merino como vocal. En algún momento se lo mencionó para ocupar una de las vicepresidencias, pero el reparto geográfico de los cargos frustró esa intención.

Trelew es una de las ciudades más politizadas de la provincia. Además, siempre fue un bastión radical. Sólo lo interrumpió por un par de períodos la fuerza electoral arrolladora que supo tener el ya fallecido exgobernador Mario Das Neves. Por eso, la denuncia que investiga la Justicia y que involucra a una de las máximas figuras (política e institucional) del partido fue un reguero de pólvora.

Una de las peores denuncias que puede caer sobre alguien que ocupa cargos públicos. Y más en estos tiempos. Habrá que estar atento respecto a cómo sigue y si finalmente la Justicia encuentra motivos suficientes para imputar a Merino. Y qué reacción habrá en el Concejo Deliberante, donde 6 de los 10 concejales llegaron en la boleta que encabezó el actual intendente.