La comunidad Buenuleo, decidida a resistir un eventual desalojo
Cinco de sus miembros fueron condenados por usurpación y el fallo también ordenó el desalojo, que todavía no se ejecutó, a la espera de lo que defina el Tribunal de Impugnación.
El lonko Ramiro Buenuleo dijo que la comunidad no está disuesta a resignar su reclamo territorial. (archivo)
Los miembros de la comunidad Buenuleo que fueron condenados en primera instancia por la usurpación de tierras al pie del cerro Ventana no están dispuestos a acatar en forma pasiva una orden de desalojo, que podría producirse en los próximos días si el Tribunal de Impugnación provincial ratifica la sentencia dictada en Bariloche.
El lonco de la comunidad, Ramiro Buenuleo, aseguró que cuentan con el acompañamiento de otras comunidades, además de “muchos vecinos del Alto” barilochense y de otras organizaciones preocupadas por la preservación de la naturaleza.
Buenuleo reivindicó una vez más su derecho sobre el territorio de 90 hectáreas que está en el centro del litigio y por el cual enfrentaron una demanda de desalojo por parte de Emilio Friedrich, quien se presentó como comprador legítimo de esas tierras. Dijo que si los desplazan del lugar podrían correr riesgo las nacientes del arroyo Ñireco
Las condenas impuestas en mayo pasado por una cámara penal de esta ciudad incluyeron la orden de desalojo de los Buenuleo, que quedó en suspenso mientras la sentencia no esté firme. La decisión ahora depende del Tribunal de Impugnación provincial, que atendió un pedido de revisión de la defensa el último 20 de noviembre y debería expedirse antes del próximo martes 10.
Además de Ramiro Buenuleo, recibieron penas de hasta 18 meses en suspenso por el delito de usurpación Lucas Dinamarca, Sandra Ferman, Rosa Buenuleo y Aucan Maliqueo.
Según el lonko, están preparados para un eventual desalojo y no se irán del lugar sin “resistencia”. Dijo no obstante que esperan todavía un fallo favorable y se declaró “conforme” con el trabajo realizado por los defensores oficiales Marcos Cicciarello y Natalia Araya. “Se hizo todo lo que se pudo”, afirmó.
Según les informaron, aun con un fallo desfavorable el desalojo no sería inmediato y dependerá de informes previos del ministerio de Seguridad y otras dependencias, como la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia.
Señaló que la comunidad Buenuleo tiene un “mandato ancestral” de permanencia en el lugar, donde se encuentran “las nacientes del arroyo Ñireco”, del que se abastecen de agua “muchos barrios de Bariloche”, asentados en la llamada Pampa de Buenuleo.
Señaló que su presencia en esas tierras es “garantía de que el agua no será privatizada”. Aseguró que Friedrich (el querellante en el juicio) “es en realidad un testaferro de gente mucho más poderosa”. Consideró que esos capitales tendría el proyecto de implantar “explotaciones turisticas” en el lugar, para lo cual efectuarían “grandes desmontes” y dejarían “basura contaminante”.
Piden que se expida Parques Nacionales
Buenuleo dijo que desde la comunidad ya presentaron notas a Parques Nacionales para que intervenga en el conflicto, “porque es jurisdicción, pero ha permanecido en silencio”. Según entendió. Parques “debería dictar resoluciones que digan que no es factible construir, por las nacientes de agua y por las pendiente del cerro, que tiene más de 40 grados y donde cualquier obra podría causar un desastre”.
Señaló que han recibido la solidaridad expresa de otras comunidades mapuches, de “organizaciones en defensa del agua”, grupos vecinales u también de una agrupación que trabaja “contra la privatización del cerro Catedral”.
El lonko afirmó que su comunidad está integrada por 25 familias y son alrededor de 15 las que están asentadas en la fracción de tierra reclamada por Fiedrich, a la que ingresaron en septiembre de 2019.
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