Impugnan la anulación del uso de las mantas petroleras en Vaca Muerta

Una de las tres firmas que prestan el servicio de mantas oleofílicas para la industria hidrocarburífera hizo un reclamo administrativo al gobierno de la provincia de Neuquén en el que cuestiona la derogación de la obligatoriedad de uso de este mecanismo de protección ecológica.

Al menos unas 500 personas son las que trabajan en la confección de mantas de las firmas AESA, una subsidiaria de YPF, Environmental Services y Real Work, las que verían peligrar sus fuentes de empleo si se aplica la resolución que firmó la secretaria de Ambiente, Leticia Esteves, que deroga la anterior resolución, de 2014, que obligaba a utilizarlas.

Como la confección de las mantas es artesanal, se requiere mano de obra para la colocación, retiro, reciclaje y fabricación.

El recurso administrativo que se presentó ante el ministerio de Energía y Recursos Naturales de Neuquén fue por parte de Environmental Services y cuestiona la competencia y en el procedimiento de aprobación de la resolución, que anuló tres normativas previas clave para el sector de servicios ambientales y el manejo de residuos en actividades hidrocarburíferas.

Se solicitó la nulidad de la resolución basándose en la Ley 1284 de Procedimientos Administrativos de Neuquén, argumentando que el acto administrativo contiene vicios de competencia, fundamentación y procedimiento.

Se cuestionó que la resolución haya sido emitida por un órgano que carece de las atribuciones necesarias, debido a que la Ley 3420 reserva al Ministerio de Energía y Recursos Naturales la competencia en asuntos de regulación ambiental dentro de las actividades hidrocarburíferas.

Una resolución que salió en cinco días

La Secretaría de Ambiente, responsable de la resolución, se encuentra limitada a funciones de apoyo y asistencia, según lo estipulado en dicha normativa, indicaron.

La resolución de Esteves se publicó en el boletín oficial de la provincia, y se detectó que desde el inicio del expediente hasta que ocurrió la presentación tuvo un paso exprés, del 31 de octubre hasta el 5 de noviembre, situación que es observada como irregular.

Cuando se ordenó la utilización de mantas, la medida estuvo rodeada de suspicacias porque se había creado una empresa que tenía prácticamente un monopolio y que se la asociaba al sindicato petrolero que, en ese momento, conducía el extinto Guillermo Pereyra. Era Real Work que hoy, si bien sigue activa en términos formales , registra casi nula actividad.

La resolución original aceleró la materialización de un invento. En 2014, Y-TEC inició el desarrollo de mantas oleofílicas con cáscara de maní, aprovechando su abundancia y bajo costo en Córdoba.

Este material reemplazó a las tradicionales plumas de ave, de Real Work, y ofreció una opción más económica y sostenible que logró reducir costos.

AESA, subsidiaria de YPF, tiene una buena parte del mercado en los yacimientos para contener derrames en Vaca Muerta.

Otra empresa anunció que esperaba una resolución de Ambiente para poder ingresar al mercado luego de una investigación del Conicet.

Diez años después de la primera medida, por otra se la derogó.

El caso resalta las tensiones en torno a la regulación ambiental en el sector hidrocarburífero de Neuquén, en el que las empresas enfrentan cambios en las normativas de contención y tratamiento de residuos sin una transición clara ni justificaciones técnicas amplias, lo cual podría afectar los derechos adquiridos y las condiciones de seguridad jurídica en las que estas operan.