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¿Hay grandes inversiones en Río Negro pendientes del RIGI?

El Gobierno realiza un relevamiento para conocer el impacto real de la eventual sanción de la ley nacional. GNL, mineras e hidrógeno verde están en la agenda.

El gobierno de Río Negro mira con expectativas el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) que forma parte de las discusiones de la Ley Bases que podría tratarse en el Senado la próxima semana y celebra que se hayan incorporado cambios atendiendo las quejas de las Pymes e industrias locales, pero todavía no tiene un mapeo real del impacto que esta medida traería a la Provincia.

Los representantes del partido del gobernador Alberto Weretilneck, Juntos Somos Río Negro, en el Congreso dieron luz verde al proyecto y recientemente la senadora Mónica Silva confirmó su acompañamiento en el próximo debate al incluirse cambios que consideró importantes para lo desateder a los inversores regionales.

Sin embargo, en el oficialismo provincial no tienen certeza de qué traerá de beneficioso para la provincia este régimen y por eso se inició un relevamiento para conocer en qué áreas y qué industrias podrían tener un salto cualitativo con un nuevo escenario de incentivo desde la órbita nacional.

El RIGI “genera una condición de estabilidad macroeconómica” para las industrias, admitió el ministro de Gobierno, Trabajo, Modernización y Turismo, Federico Lutz, que espera tener en un mes un panorama más claro de los eventuales beneficios para la provincia.

En el Gobierno estiman que las posibilidades llegarán con los proyectos vinculados al oleoducto que ya construye YPF para llegar desde Vaca Muerta a la costa rionegrina; las energías renovables; el plan de exportación de GNL; eventualmente la minería y algunos también suman a esta lista el desarrollo de hidrógeno verde que sigue en etapa de prefactibilidad.

Van a dejar que se vayan todas las divisas (…) nos extraen los recursos, no garantizan el trabajo argentino, destruyen las pymes y dejan que se vaya el 100% de dólares afuera. ¿Cuál es el negocio?”.

Martín Doñate, senador por Unión por la Patria.

La oposición es crítica del RIGI y el vocero de este rechazo es el senador Martín Doñate: “Es mentira que el RIGI va a generar inversiones que generen riqueza”, enfatizó semanas atrás en un encendido debate legislativo. El dirigente -en conjunto con la bancada de Unión por la Patria- habla de fuga de divisas y una permeabilidad para que las empresas no tributen en el país.


El RIGI pretende alentar la llegada de inversiones al país que superen los 200 millones de dólares, con incentivos fiscales y cambiarios.


Con expectativas

Uno de los proyectos pendientes del RIGI es la planta para la exportación de GNL que YPF planea en sociedad con la empresa malaya Petronas. “Sin RIGI, no habrá GNL en el país”, dijo el presidente de la compañía Horacio Marín.

Esta iniciativa tiene una pata en Río Negro con la opción de hacer la operatoria a través del puerto de Punta Colorada (con incentivos también provinciales) y otra en Buenos Aires con el tironeo por llevarse la propuesta al puerto de Bahía Blanca, donde está instalada la industria petroquímica. Por eso el Gobierno rionegrino hace fuerza para que la balanza se incline a favor de la provincia y el voto al RIGI es una ayuda más.

El RIGI puede ser una oportunidad para inversiones en energía, energía verde, de posibles plantas de licuefacción de gas”.

Mónica Silva, senadora por JSRN.

En la minería “no es una discusión que hoy estemos teniendo en la provincia ni tampoco inversiones que estén esperando la definición de esta ley como para poder concretarse”, sinceró el secretario de Minería de Río Negro, Joaquín Aberastain Oro.

La realidad de la provincia es que hoy tiene 32 proyectos metalíferos (con muchas empresas extranjeras interesadas en el oro, la plata, el uranio y el litio), pero todos en etapas iniciales, de exploración, a excepción del proyecto de oro Calcatreu que ya está en fase decisiva para avanzar o no en la explotación del mineral.

Un escenario distinto hay en las jurisdicciones que hoy ya son productoras de metalíferos donde se sigue de cerca el debate del RIGI, que fue aplaudido en un comienzo, pero generó rechazo y quejas recientemente desde la Cámara Argentina de Empresas Mineras con los cambios incorporados en el dictamen del Senado, donde se suben las regalías de un 3% a un 5% a instancias de un planteo de un parlamentario patagónico.

El proyecto de hidrógeno verde de la empresa australiana Fortescue -que anunció una inversión de 8.400 millones de dólares- también espera un marco legal aunque no está claro si el RIGI conjuga sus necesidades. El año pasado la compañía, con el apoyo de la provincia de Río Negro, reclamó un marco regulatorio específico para su actividad que costó- por diferencias internas en el gobierno nacional-, pero finalmente lo presentó el exministro de Economía, Sergio Massa, en el segundo semestre aunque nunca se llegó a debatir en el Congreso y su texto quedó dormido.


La oposición va por el régimen específico de GNL


El senador Martín Doñate (UxP), crítico del RIGI y los beneficios para las empresas extranjeras, quiere poner en la discusión el Régimen de Promoción del Gas Natural Licuado (GNL) que el año pasado impulsó el gobierno de Alberto Fernández y logró media sanción en Diputados.

Para Doñate tratar este proyecto que tiene amplio aval con la conformación anterior de la Cámara de Diputados es fundamental para el impulso del GNL y su proyección de inversión en Río Negro.

En JSRN, que en 2023 acompañó esa iniciativa con el voto de sus dos diputados de entonces -Agustín Domingo y Luis Di Giácomo- creen que ya quedó obsoleto ese proyecto y se deben adaptar a las nuevas reglas del Ejecutivo actual. Por eso, no acompañan en este impulso.

Lo que se había aprobado en Diputados era un régimen específico que declaraba de “interés público nacional” a la industria y las actividades del GNL, con beneficios impositivos y promocionales que para el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa (por entonces diputado que apoyó el proyecto) significaba “un antes y un después en la historia” del país porque el sector se convertiría en un eje de la política energética, permitiendo ser competitivos.

Entre otros puntos, esa ley incorporaba la devolución del IVA, derechos de exportación variables, exención de tributos a la importación, libre disponibilidad de divisas, estabilidad cambiaria por 30 años para normas de endeudamiento financiero.


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