Forzado por el cachetazo electoral de Milei, Massa devaluó como pedía el Fondo
En la mañana del lunes, se anunció una corrección del 22% en el tipo de cambio oficial. Asimismo se dispuso una suba de las tasas de interés. El principal interrogante es cuál será el traslado a precios del salto cambiario. Las automotrices se adelantaron a remarcar 20% en la mañana del lunes.
El impacto inicial de la inesperada victoria de Javier Milei en las elecciones PASO, fue mutando con el correr de las horas en un imperativo de gestión. Decisiones que se venían postergando desde hace un par de semanas, confluyeron de golpe en la mañana del día después de las elecciones, en medio de un derrumbe de los papeles argentinos y ante la certeza de un escenario de divergencia cambiaria que hiciera colapsar la frágil estabilidad de la economía argentina.
En efecto, los bonos y las acciones argentinos que cotizan en el exterior caían en torno al 10% en la madrugada del lunes, mientras que apenas unas horas después de conocido el resultado que coronó al libertario como el mayor elector en 2023, la cotización del “dólar cripto” (la única que funciona las 24 horas del día), saltaba hasta los $714.
Era la antesala de una jornada que se presentaría frenética en materia cambiaria.
Fue entonces que el equipo económico que conduce Sergio Massa decidió avanzar al mismo tiempo con una devaluación del tipo de cambio oficial, anticipándose a la jugada del segmento cambiario paralelo, y una suba de tasas a fin de contener la presión sobre la demanda de divisas.
La devaluación del tipo de cambio oficial consiste en una de las principales exigencias que interpuso a último momento el Fondo Monetario Internacional (FMI) previo a la firma del acuerdo rubricado hace solo 15 días.
En aquel momento, el ministro y a la vez candidato presidencial oficialista, Sergio Massa, ofreció toda la resistencia que pudo, a sabiendas del golpe inflacionario ligado a una devaluación del tipo de cambio oficial.
Como prenda de cambio en la negociación, se aplicó una desprolija “devaluación fiscal”, que incrementó el precio de la importación de bienes y servicios de forma parcial.
Una vez consumado el triunfo de Milei en la noche del domingo, y con la certidumbre del salto en la cotización del blue al día siguiente, finalmente se cristalizó la devaluación abrupta del peso que solicitaba el Fondo.
Con el correr de las horas, la dinámica del mercado paralelo encontró sustento fáctico en la devaluación del oficial para el salto de $80 en el precio del dólar blue.
Aún así, la combinación de correcciones cambiarias arrojó al final del día una sensible reducción de la brecha entre el oficial y el paralelo. Esa distancia era del 128% hasta el viernes previo al acto electoral, y tras las medidas anunciadas en la jornada de ayer, quedó ubicada en el 95%.
La voluntad de avanzar en la dirección que solicitaba el FMI, constituye un cambio rotundo de política económica. La determinación de corregir abruptamente el dólar oficial y de una sola vez, echa por tierra la estrategia del “crawling peg” que desde hace meses generaba micro devaluaciones diarias, que de forma casi imperceptible lograban que el tipo de cambio oficial no quedara atrasado respecto al nivel general de precios.
Forzado por las circunstancias, el equipo económico eligió una jugada doble: anticipar al mercado en la mañana del lunes y al mismo tiempo cumplir de una sola vez con una de las más firmes exigencias del FMI.
No es casualidad que apenas conocida la decisión de devaluar el dólar oficial, el organismo haya hecho trascender que en su reunión de la semana próxima el directorio “aprobará” el primer desembolso por u$s 7.500 millones, que llegaría a fines de agosto.
Con reservas negativas en torno de los u$s 10.000 millones, habiendo activado el swap de monedas con China por u$s 5.000 millones, y solicitado una línea de crédito especial desde Qatar para afrontar el vencimiento de fines de julio, el desembolso de este mes es demasiado crucial en términos de gobernabilidad hasta octubre.
Cuando a mitad de la jornada del lunes se advirtió que la corrección del dólar oficial dejaba el “dólar tarjeta” en torno de los $730, se implementó un nuevo “parche.
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) redujo de 25 a 5% la percepción del impuesto a las Ganancias que se aplica sobre la cotización del dólar oficial, lo que dejó en $659 el “dólar tarjeta” que abonan quienes hacen compras y pagos en el exterior por más de u$s 300.
El principal interrogante de ahora en mas y durante los dos meses que restan hasta las elecciones generales, es qué tan condicionado quedará el margen de maniobra para la gestión económica de Sergio Massa, y como ese condicionamiento puede llegar a ser determinante en los comicios de octubre.
En este sentido, la preocupación principal es el traslado a precios que llegará más temprano que tarde, luego de la devaluación.
“Lo que está buscando (el BCRA) es claramente desincentivar la demanda de dólares oficiales, lo cual va a tener su costo en las góndolas. Todos los bienes y servicios que se pueden exportar o importar van a subir en estos días, porque se compran con dólares oficiales”, señaló ayer el economista Aldo Abram.
Ciertamente el pronóstico comenzó a verificarse en la misma mañana del lunes.
- $685
- El nuevo récord que marcó el tipo de cambio paralelo en la jornada del lunes posterior a las elecciones PASO
- 208,2%
- La tasa efectiva anual que surge de la suba en las tasas de interés de referencia anunciada por el BCRA.
Fuentes de una importante automotriz de primera línea en Neuquén, informaron a este medio que las listas de precios de los autos cero kilómetro se ajustaron un 20% desde el día de ayer. Asimismo, dos de las principales marcas que ensamblan vehículos en el país, anunciaron el congelamiento de los envíos de unidades, hasta reconfigurar las listas de precio.
No hace falta ser especialista para anticipar que una tendencia similar se verificará en las próximas semanas en los rubros de primera necesidad como alimentos, bebidas, vestimenta, limpieza o higiene personal.
Como contrapartida, y en busca de evitar el incentivo a la dolarización de carteras, la autoridad monetaria anunció una fuerte y abrupta suba de tasas de interés.
Se supone que en términos nominales se trata de un incentivo a las colocaciones en pesos, con tasas efectivas anuales superiores al 200%, y mensuales del 9,8%.
No obstante, este último dato no hace más que convalidar el golpe que significará la devaluación oficial sobre el nivel general de precios en agosto. Si para ser positiva en términos reales, la tasa de interés de referencia necesita elevarse hasta el 9,8% mensual, implica que se asume una inflación superior al 8% en el octavo mes del año.
Será el primer test de Sergio Massa tras el cachetazo electoral.
Un cepo aún más estricto sobre los dólares financieros
Mediante la resolución 971 de la Comisión Nacional de Valores (CNV) limitó a U$S 100.000 de valor nominal (unos U$S 40.000 dólares efectivos) semanales las transacciones mediante bonos soberanos por cada cuenta.
“Es un monto muy superior al ticket promedio de las operaciones MEP que realizan miles de personas diariamente,”, señaló la CNV.
De esta forma, el gobierno pretende facilitar la intervención sobre este mercado con el fin de evitar fuertes oscilaciones.
El organismo sostuvo que se “busca reducir la volatilidad del mercado financiero y su impacto sobre el normal funcionamiento de la economía, acompañar los esfuerzos por evitar desequilibrios en los dólares financieros y desalentar movimientos especulativos”
Durante el día lunes, el MEP subió 14% a $ 621 mientras que el Contado con Liquidación avanzó 8,5% a $ 655.
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