Explosión y muerte en Aguada San Roque: un veredicto sobre la gestión de la obra pública en Neuquén

Este martes se conocerá la visión que tuvo el tribunal de todo lo que rodeó la explosión que causó tres muertes en la escuela de Aguada San Roque. En el juicio se habló de la obra pública, a través de la rol que desempeñó cada uno de los imputados.

El tribunal que juzgó la explosión que causó tres muertes en la escuela de Aguada San Roque se tomó una semana, el máximo plazo que le otorga el Código Procesal, para elaborar el veredicto que dará a conocer este martes, señal de la complejidad del caso y de las múltiples variantes que puede tener la resolución. A través de los seis imputados, se enjuició la gestión de la obra pública en Neuquén.

Los jueces Maximiliano Bagnat, Ignacio Pombo y Lisandro Borgonovo darán a conocer el veredicto, una especie de resumen de la sentencia, este martes a las 13 en Cutral Co y se podrá seguir en vivo por la web de diario RÍO NEGRO.

La fiscalía y las querellas coincidieron en pedir una declaración de responsabilidad para los cuatro funcionarios de Obras Públicas imputados: Roberto Deza, Carlos Córdoba, Raúl Capdevilla y Sergio Percat, y los empresarios Héctor Villanueva y Diego Bulgheroni. Las defensas por su parte, pidieron para todos la absolución.

Dos clases de delitos


Hay dos grandes tipos de delitos, con estrecha vinculación entre sí, que se juzgaron durante diez audiencias en las que declararon medio centenar de testigos. Por un lado el estrago culposo agravado por el resultado muerte, del que están acusados los seis.

La discusión de las causas de la explosión del 29 de junio del 2021, que causó las muertes de la docente Mónica Jara (34), el gasista Nicolás Francés (70) y su sobrino Mariano Spinedi (47) ocupó la mayor parte del juicio, con opiniones divergentes de varios peritos y especialistas.

De quién fue la culpa


Según la teoría de los imputados, el responsable de la explosión fue Francés. El que lo planteó con mayor crudeza fue el defensor Gonzalo Rodríguez: dijo que no estaba calificado para ese trabajo y que además lo realizó en estado de ebriedad.

Resultó paradójico: Rodríguez defiende a Percat, nada menos que el inspector de la obra, que al parecer recién ahora se enteró de que no estaba calificado el gasista que estaba al frente. Percat también está acusado de falsificar certificados: figura que los firmó en Aguada San Roque pero su teléfono al menos se geolocalizó en Neuquén.

Él y Bulgheroni, representante técnico de la empresa, estaban en la primera línea pero fueron los últimos en enterarse que Francés era -dicen ellos- el peor del equipo. Si hubieran hecho bien su trabajo, replican desde la acusación, Francés jamás tendría que haber estado ahí.

El mensaje de Deza


El estrago culposo, esto es haber provocado las condiciones para que sucediera la explosión, es una parte de la responsabilidad que se atribuye a los imputados. La otra tiene que ver con delitos contra la administración pública: favorecer con pagos indebidos a la contratista Arte Construcciones.

El suegro de Gonzalo Rodríguez, Martín Segovia, es el defensor de Roberto Deza, exsubsecretario de Obras Públicas. No presentó ni un solo testigo en su favor. Pero en la última jornada de juicio, Deza hizo una declaración de 40 minutos en la que además de defenderse de este caso en particular, recordó que trabaja para el Estado desde la época de Pedro Salvatori (ingresó en 1988), y que participó en 2.100 obras públicas. Las cosas que habrá visto y escuchado este militante del MPN al que defiende Segovia, exabogado de la fiscalía de Estado.

Sus subordinados, Carlos Córdoba y Raúl Capdevilla, trataron de pasar inadvertidos como meros cuadros burocráticos pero sabían y tenían más responsabilidad sobre la obra más de lo que intentó reflejar en su alegato el esmerado defensor Juan Coto.

El dueño de la empresa y su socio


Iván Chelia, el abogado del empresario Héctor Villanueva, jugó a su manera. Casi que admitió todo, pero sugirió que no eran delitos penales sino cuestiones civiles, administrativas, laborales.

En la parte que su cliente aparece más comprometido recordó que el dueño de Arte Construcciones tenía un socio y mencionó que no hay pruebas de cuál de los dos hizo lo que le imputa la fiscalía. Detalle: ese socio está muerto.

El sabor que dejó el juicio es que la obra pública en Neuquén tiene un profuso entramado de controles cruzados y en distintos niveles, lo cual no quiere decir que sea eficiente ni eficaz.

Que lo digan si no los familiares de Mónica, Nicolás y Mariano.


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