Estafa con planes sociales: «Ayudé al pueblo de Neuquén, jamás robé», dijo Soiza
El exdirector de Planes Sociales continuará con prisión preventiva. La revelación de la fiscalía en medio de la audiencia: ¿hay nuevos arrepentidos en la causa?
Una vez más, Ricardo Soiza se declaró inocente de la acusación de liderar una organización criminal que se quedó con el dinero destinado a las personas más vulnerables. «Yo no soy ningún delincuente, he ayudado al pueblo de Neuquén y jamás le he robado nada», dijo el exdirector provincial de Planes Sociales en una audiencia realizada este viernes.
Soiza, quien el lunes cumplirá 70 años, está con prisión preventiva desde el 10 de julio del año pasado. Pidió que lo dejen en libertad porque el Código Procesal Penal de la provincia otorga el beneficio a las personas de esa edad. Es la primera vez en diez años de vigencia de la norma que se invoca el artículo.
La jueza de Garantías que intervino en la audiencia, Estefanía Sauli, le rechazó el pedido. «Las normas están para ser interpretadas. El artículo no se aplica de manera automática», dijo en su resolución.
Sauli se plegó al argumento de la fiscalía: los riesgos procesales están vigentes. Traducción: en libertad, Soiza podría entorpecer la investigación, por ejemplo, podría intimidar a personas que tienen que declarar en el juicio, aún sin fecha de realización.
No es magia
El fiscal jefe Pablo Vignaroli utilizó una frase con impacto: «cumplir 70 años no produce un efecto mágico y hace que se evaporen los riesgos procesales».
Pero luego el fiscal pisó terreno resbaladizo. Dijo que el miércoles pasado declaró en la causa una imputada, Marinés Huaiquipán, quien reveló que incluso detenido en una comisaría de Vista Alegre, Soiza continúa dando directivas de a quién hay que entregarle cajas de alimentos.
El defensor Esteban Sampayo recogió el argumento y lo dio vuelta: «la fiscalía acaba de tirar abajo la eficacia de la prisión preventiva. Si supuestamente Soiza sigue manejando cuestiones desde la comisaría, algo que nosotros negamos, quiere decir que tenerlo preso desde hace más de un año no sirve de nada».
El pronóstico de la defensa
Sampayo señaló además que «podemos pronosticar que difícilmente el juicio se haga en enero del 2025». En esa fecha, su cliente cumplirá 18 meses de prisión preventiva, que es otro límite que marca el Código Procesal: en teoría, nadie puede estar preso sin condena más que ese tiempo.
«Soiza va a pasar los 70 años, va a pasar los 18 meses, no será posible que lo mantengan detenido hasta el juicio», agregó.
Los fundamentos de la jueza
La jueza Sauli señaló que los riesgos procesales «están vigentes». Para eso tuvo en cuenta que a Soiza le prorrogaron la prisión preventiva el 4 de julio pasado por seis meses.
Consideró además que lo acusan de un delito que ocasionó un perjuicio económico muy elevado (153 millones de pesos a valores históricos, más de 900 millones a valores actualizados dijo ayer la fiscalía); que está próxima a vencer la etapa preparatoria y se acercan la audiencia de control de acusación y el eventual juicio oral.
Añadió que el exfuncionario en libertad podría mantener reuniones, tendría acceso a internet, a teléfonos, a distintos chip, y entorpecer la investigación.
Recordó que varios coimputados manifestaron temerle, que mencionaron reuniones, o que tuvieron que entregar teléfonos celulares. Soiza niega haber participado en esas actividades.
El defensor Sampayo pidió la revisión de la medida, por lo que la semana próxima un tribunal de tres jueces dictará un nuevo fallo que puede confirmar o revocar la decisión de Sauli.
¿Nuevos arrepentidos?
La sorpresa de la audiencia fue la revelación de que se había presentado a declarar Marinés Huaiquipán, imputada en la maniobra. También lo hizo Aarón Escobar, otro eslabón menor en la cadena de responsables.
La fiscalía dijo que, según Huaiquipán, Soiza «aun estando detenido daba directivas de a quién entregar cajas de alimentos y a quién no».
Huaiquipán era una especie de secretaria privada del exdirector de Planes Sociales, y está acusada de formar parte del grupo de «extractores»: su misión era retirar dinero de los cajeros automáticos, con tarjetas de beneficiarios. La misma tarea cumplía Escobar.
Ambos buscaron beneficiarse con su declaración y pidieron un sobreseimiento, pero les ofrecieron un juicio abreviado y una condena en suspenso.
«Yo no robé»
Soiza habló durante la audiencia del viernes, y volvió a declararse inocente.
«Yo no pertenecí a ninguna banda criminal. La fiscalía dice que sin mi presencia no podría haber existido esta maniobra» pero la hicieron «y yo no estuve durante nueve meses» por razones de salud. «No es que sin mi presencia no se podía, que yo era imprescindible para hacer esto».
«Me atacan como el jefe de la banda. Arriba mío había un ministro, un director de administración con rango ministerial y en mi ausencia (Néstor Pablo) Sánz se manejaba directamente con el ministro y con el contador director de la administración», agregó. «Mi función era política, no administrativa».
«Me he cansado de escuchar decir al fiscal ‘esta banda de delincuentes’. Yo no soy ningún delincuente, he ayudado al pueblo de Neuquén y jamás le he robado nada», concluyó.
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