Alberto Fernández, en el Tedeum del 25 de mayo, reveló que el papa Francisco lo ayuda
El presidente decidió participar del acto y luego viaja a Chapadmalal. No fue invitado al acto del 25 de mayo que tendrá a Cristina Kirchner como única oradora.
Alberto Fernández arribó a las 11 a la Catedral Metropolitana, donde el arzobispo de Buenos Aires Mario Poli encabezó el Tedeum con motivo de conmemorarse un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo. En su breve participación, Alberto Fernández reveló que siempre recibió ayuda del papa Francisco. «Hoy lo hago público porque siempre lo hizo en silencio y nunca dejó de ayudar cuando Argentina lo necesitaba», señaló el mandatario.
El presidente detalló que recurrió «muchas veces» al papa Francisco «porque Argentina lo necesitaba».
También retomó el llamado de Poli al diálogo entre los candidatos: «tenemos que ser capaces de construir una convivencia democrática que nos falta, que no hemos sabido construir. Está claro que en la diversidad tenemos miradas de país distintos y aspiraciones de país distintas. Pero tenemos los compromisos que usted, cardenal, nos ha marcado, con los que menos tienen. Primero los últimos nos enseña el papa Francisco».
Fernández llegó junto al ministro de Economía, Sergio Massa -quien luego asistirá al acto en conmemoración por el 20° de la asunción presidencial de Néstor Kirchner que encabezará en Plaza de Mayo la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner-, y otros funcionarios de su gabinete.
Todos llegaron a la Catedral de Buenos Aires caminando desde la Casa de Gobierno, la cual se ubica a casi 300 metros de distancia, en el otro extremo de la Plaza de Mayo.
De la celebración religiosa participó, además, el resto del gabinete, entre ellos el canciller Santiago Cafiero; el jefe de Gabinete, Agustín Rossi; y los ministros de Interior, Eduardo ‘Wado’ De Pedro (Interior), Santiago Maggiotti (Desarrollo Territorial y Hábitat), Raquel ‘Kelly’ Kismer de Olmos (Trabajo); Martín Soria (Justicia); Jorge Taiana (Defensa); y Diego Giuliano (Transporte), Gabriel Katopodis (Obras Públicas), Victoria Tolosa Paz (Desarrollo Social) y el secretario General de Presidencia, Julio Vitobello, entre otros funcionarios del Ejecutivo.
En el último Tedeum encabezado por el cardenal Poli, quien renunciará a en los próximos días, también asistieron los obispos auxiliares de la Ciudad y líderes de otras confesiones religiosas.
En el Tedeum, Poli llamó al «diálogo» entre los candidatos presidenciales y pidió por «la unidad»
Poli afirmó hoy que «ante un nuevo proceso electoral», se genera «una inmejorable oportunidad para que los candidatos manifiesten su vocación de servicio y aprovechen sus palabras para hacer docencia democrática, con propuestas claras y realistas y sin descalificar a los que compiten» y además llamó a la «urgente unidad de los argentinos», al encabezar el Tedeum por los 223 años de la Revolución de Mayo de 1810.
«Ante un nuevo proceso electoral para elegir a quienes aspiran conducir la Nación, vemos una inmejorable oportunidad para que los candidatos manifiesten su vocación de servicio y aprovechen sus palabras para hacer docencia democrática, con propuestas claras y realistas, sin descalificar a los que compiten; con un lenguaje nuevo que promueva la solidaridad y devuelva al pueblo la confianza y el deseo de participar en la construcción de un destino común», señaló el cardenal Poli en la homilía que pronunció por el 25 de mayo.
Ante la presencia del presidente Alberto Fernández y varios ministros del Gabinete nacional y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en la Catedral Metropolitano, el arzobispo de Buenos Aires envió un mensaje a los políticos de cara a las próximas elecciones al recordar las palabras del papa Francisco, quien consideró que «la política más noble que la apariencia, que el marketing, que distintas formas de maquillaje mediático».
«Todo eso lo único que logra es sembrar división, enemistad y un escepticismo desolador incapaz de apelar a un proyecto común. Necesitamos aceptar que toda democracia padece momentos de conflictividad. En esas situaciones complejas, alimentar la confrontación buscando culpables en el pasado o en el presente, puede parecer el camino más fácil, sembrando desconfianza y alimentando más enfrentamientos. Pero el modo más sabio y oportuno de prevenirlas y abordarlas es procurar consensos a través del diálogo», planteó Poli.
Y continuó: «Debemos admitir con humildad, que si hablamos de un debilitamiento y descrédito de nuestra democracia, sus causas hay que buscarlas en la suma de responsabilidades compartidas de todos».
Durante la homilía, señaló que «aun con todos los límites de un sistema en manos humanas, nuestro régimen democrático ha probado ser el más óptimo ordenador de la vida civil, garantizando libertades, favoreciendo procesos de inclusión y promoviendo derechos sociales».
En otro pasaje del mensaje en la celebración religiosa, Poli hizo «un llamado urgente a la unidad» de los argentinos para que «todos sean uno».
«Si bien esta exhortación estaba dirigida a las primeras comunidades de creyentes ante el peligro de las fragmentaciones, el supremo valor de la unidad no excluye a nadie, y su proyección en la historia sobre las aspiraciones humanas siempre será un ideal a lograr», remarcó.
El primado de la Argentina, también citó al libro Martín Fierro, de José Hernández, al sostener que «la poesía icónica por excelencia de los argentinos grabó en la memoria popular la consigna: ‘Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera'».
Al respecto a los patriotas de 1810, sostuvo que «en un tiempo de desconcierto y confusión, se mantuvieron unidos en un ideal que les permitió superar diferencias y perseverar firmes en la convicción de asumir la representación de un pueblo ya maduro, para regir sin tutelas una patria independiente y soberana».
«El 25 de Mayo no es un feriado más para los argentinos. Es el acontecimiento constitutivo de nuestra identidad; obliga volver a recordarlo, es decir, pasarlo por el corazón. Si no recordamos agradecidos de dónde venimos, difícilmente podremos avanzar hacia dónde queremos ir como Nación», subrayó.
Poli aseguró que «eso nos permitió superar el gran drama de la guerra fratricida, conocer tiempos de progreso y convivencia pacífica, entre otros tantos logros».
«Son páginas vivas de nuestro acervo cultural y de permanente cátedra docente que nos advierten que la deseada unidad prevalece sobre el conflicto«, apuntó.
En el Tedeum, el arzobispo de Buenos Aires destacó también que «recientes estudios de campo» demuestran «la sensible desigualdad que existe en un amplio sector de la población más vulnerable».
«Es de información pública que seis de cada diez niños, niñas y adolescentes argentinos son pobres y ese porcentaje se visualiza más crudamente si consideramos que alcanza a 8.200.000 menores de edad, de los cuales hay más de 4.200.000 con carencias alimenticias», enfatizó.
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