En el hospital Castro Rendón de Neuquén hay un hombre viviendo hace seis años en salud mental
Trabajadores denunciaron que no hay dispositivos intermedios para este usuario, que está internado de forma prolongada, sin criterios clínicos. Dijeron que el hombre que estaba hace un año y medio en el Heller fue trasladado aquí "en forma arbitraria".
Tras el reclamo de trabajadores de salud mental del hospital Heller, que denunciaron que había un hombre viviendo hace un año y medio en el establecimiento porque no tenía adonde ir, la solución que brindó el ministerio de Salud de Neuquén no fue gestionar una red de apoyo que lo sostenga fuera del edificio, sino mudarlo al Castro Rendón, donde hay otro usuario que permanece en la internación de agudos hace seis años.
Paulina Rodríguez, licenciada en acompañamiento terapéutico e integrante del equipo de salud mental del Castro Rendón, explicó que ambas personas no tienen criterios clínicos que justifiquen estas residencias prolongadas.
El propósito de la internación es “compensar su cuadro de base” y que sigan el tratamiento fuera de un hospital, viviendo en comunidad, pero de forma asistida, que es lo que establece la ley de salud mental para desterrar la lógica de los viejos manicomios.
Dijo que la decisión de mudar al joven que estaba en el Heller fue «arbitraria» y que el equipo ya lo conoce porque permaneció una temporada allí. «Lo van trasladando de lugares, lamentablemente vive internado», aseguró.
«No deberían estar en una sala de internación de agudos. Deberían estar en un dispositivo intermedio que es lo que nosotros estamos pidiendo, que haya dispositivos de alojamiento para este tipo de personas que necesitan este tratamiento, porque no es que pueden estar solos. Necesitan igual un acompañamiento, pero no necesariamente tienen que ser en una internación o en un hospital con horarios de comida, y sin un espacio personal», afirmó.
Estos apoyos asistenciales -acompañantes terapéuticos, aportes económicos destinados a viviendas y alimentos- les darían una chance de vida libre. Con esta respuesta “se resuelven problemáticas habitacionales con internaciones”.
La ley, señaló la profesional, “menciona varios tipos de dispositivos intermedios, por ejemplo las casas de medio camino o viviendas asistidas, ese tipo de viviendas acá no se hicieron. En algún momento se habló de hacer un acuerdo con vivienda para que se dieran casas para esto, eso no pasó”.
Y agregó: «en el 2015 cuando la provincia adhiere a la ley fueron los centros de día, que son también dispositivos de abordaje intermedios, pero ambulatorios. De estos centros de día acá en la ciudad había tres y hace un mes cerraron el de zona oeste, o sea que en vez de generar más dispositivos intermedios se están cerrando».
Por eso se las llama «internaciones sociales». «En realidad no tienen un criterio clínico para estar internado, pero la realidad es que no tienen lugar para vivir, ni ningún ingreso de ningún aporte económico para poder sostenerse en el afuera, ni acompañante domiciliarios o terapéuticos para su cotidiano», remarcó.
Insistió en que la responsabilidad no sólo es de Salud sino del ministerio de Gobierno, que encauce estos acompañamientos. «No es sólo sacarlos del hospital», manifestó.
Desde el servicio mencionaron que actualmente, además tienen un déficit de profesionales de Trabajo Social. Hay cargos que no se cubren.
Sobre la disponibilidad de camas con las que cuenta salud mental en el Castro Rendón, el hospital de mayor complejidad de la provincia, Rodríguez precisó que hay diez de las cuales tres están reservadas para mujeres con problemas de consumo problemático de sustancias. Es el único espacio, ya que el que se puso en marcha a fines del año pasado es ambulatorio, y no para momentos de crisis aguda o desintoxicación.
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