El rector Torres contó que la UNRN funciona con «ahorros» que se agotarán en «agosto o setiembre»

La Universidad de Río Negro suspendió sus actividades deportivas y culturales, y limitó "las salidas de campo" de los estudiantes.

El rector de la UNRN, Anselmo Torres, encabezó la reunión del Consejo Superior donde se declaró la emergencia salarial. Archivo

El rector de la Universidad Nacional de Río Negro, Anselo Torres participará este lunes en Capital Federal de reuniones en el Congreso por los recortes universitarios del gobierno nacional aunque admitió que la situación de la casa de estudio rionegrina tiene una situación “diferenciada” pero, en este contexto de reducción de recursos, «en agosto o septiembre» ya no dispondrá de «los ahorros» que garantizan el actual funcionamiento.

Torres con otros rectores se juntarán con el presidente de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, Alejandro Finocchiaro -que fue ministro entre el 2017 y 2019- y se evaluará un proyecto de ley de presupuesto universitario. Mañana se prevé un encuentro del consejo que reúne a la totalidad de los rectores para «definir qué medida se adopte porque la “situación, desde que empezó este gobierno no ha mejorado” sino que las dificultades de recursos “se han profundizado”.

Esta mañana, el vicerector de la UNC, Pablo Osovnikar confirmó que se adoptan medidas de recortes en los gastos de funcionamiento.

En Viedma, este lunes, trabajadores de la UNRN realizaron una asamblea para definir medidas frente a la situación del sector.

Torres explicó que la UNRN “no es ajena” a la problemática aunque aceptó que presenta “una situación diferenciada”, resaltando casos extremos -como la de Madre de Plaza de Mayo- que “no reciben fondos y no pueden pueden pagar salarios desde hace tres meses”. Manifestó que, en general, existe un “ahogo presupuestario muy grande” y si sigue así, “no se podrá seguir funcionando como venimos haciéndolo”.

Trabajadores de la UNRN realizaron una asamblea este lunes frente a la sede la universidad en Viedma. Foto: Marcelo Ochoa.

Al hablar del presente “diferenciado” de la UNRN, Torres explicó que se dispone de “ahorros” ya que la ley de Educación Superior establece que los excedentes presupuestarios quedan “como fondos de la universidad” y, actualmente, esa disponibilidad permite cubrir parte de las erogaciones actuales. “Lo cierto -agregó- desde desde el final del año pasado, y ni hablar desde este año, se están usando” y eso “nos permite pagar los servicios todavía”.

Remarcó que “si nada se modifica y todo sigue subiendo como hasta ahora, esos ahorros se nos terminan en agosto o septiembre”, aclarando que no se utilizan para los haberes. En enero -afirmó- el envío fue menor a la masa salarial pero en febrero y marzo se transfirió por el total, con las subas salariales que Nación definió en “forma unilateral” (16% en febrero y un 12% en marzo) cuando “la inflación fue de casi el 80% desde cuando asumió el gobierno nacional”. Advirtió además que actualmente están llegando las boletas de los servicios públicos con sus aumentos, lo cual, va a profundizar el impacto de la falta de recursos.

Consultado qué se había modificado en la UNRN en este contexto, el rector contó de la declaración de la “emergencia” para “concentrar todas las actividades exclusivamente en tres grandes funciones” de la universidad, que “es la docencia, la creación de conocimientos, o sea, la investigación y la docencia, es decir, las formaciones profesionales. Esas actividades hacen al centro de la universidad y en eso vamos a concentrar”.

Después, Torres enumeró que se está “dejando de hacer o generar actividades” en Deporte y en Cultura, se “está limitando al mínimo la salida de campo de los estudiantes” y las obras públicas «ya prácticamente no teníamos (la última se terminó el año pasado)».

En relación a la suspensión de contratos de personal, el rector manifestó que todavía no se realizaron. “Un debate permanente interno es que la universidad es mucho más importante que nosotros y si tenemos que tomar algunas decisiones que no serán gratas, se realizarán en nombre de la defensa de la institución. Pero, por ahora, no tomar esas medidas porque, además, entendemos que no está sobrando gente. Todos los que están están totalmente justificados”, remarcó.

La Universidad tiene unos 15.000 estudiantes y un planta de personal cerca a los 2.000, «con dedicación simple en la mayoría de los docentes».


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