El municipio de Bariloche quiere cobrar un derecho a la CEB por el cableado aéreo
Será del 3% sobre la facturación bruta de la concesionaria eléctrica que gravará la instalación de postes y el cableado aéreo, con una recaudación proyectada de 200 millones de pesos anuales.
En el paquete tributario suele presentar a fin de año como complemento del presupuesto anual, el gobierno municipal decidió incluir un nuevo gravamen que deberá pagar la CEB por el uso del espacio aéreo y que en los hechos será un nuevo golpe al bolsillo de los usuarios.
Además de un incremento general de las tasas y derechos del 65%, las nuevas ordenanzas fiscal y tarifaria en las que trabaja Hacienda generarán una nueva imposición del 3% sobre la facturación bruta de la concesionaria eléctrica que gravará la instalación de postes y el cableado aéreo, con una recaudación proyectada de 200 millones de pesos anuales.
Si lo aprueban los concejales, el nuevo tributo comenzará a devengar ingresos en el próximo ejercicio anual, para el cual el municipio tiene prevista una suba general del 104% en la recaudación propia respecto de 2022.
El secretario de Hacienda Diego Quintana dijo que desde lo técnico no se tratará de una tasa ni de un impuesto sino de una “contribución”. Explicó que hay antecedentes sobrados sobre la autonomía municipal para establecer esa clase de gravámenes y que, por lógica, debería alcanzar también a otras empresas que usan el espacio aéreo.
Pero en la práctica -según reconoció Quintana- la única contribuyente será la CEB, porque las telefónicas cuentan “una ley de los años de Menem” que las exime de tributar en los municipios.
Desde la Cooperativa reconocieron que ya fueron advertidos sobre la intención de Gennuso y no tienen mayores reparos. Aclararon, desde ya, que el sobrecosto será trasladado a los usuarios.
Quintana dijo que existen municipios que gravan “hasta un 6%” el uso del espacio aéreo. Explicó que en Bariloche la alícuota será menor y que el dinero resultante lo destinarán a obras necesarias, vinculadas con el servicio eléctrico, que hoy no tienen un fondo específico.
Está previsto, por ejemplo, que de allí salgan recursos para un plan continuado de apeo y poda preventiva, a fin de evitar cortes de luz por caída de árboles. También el dinero se destinará en parte al soterramiento de los cables, especialmente en el área céntrica donde es más notoria “la interferencia en veredas y la contaminación visual”, según explicó Quintana.
Una tercera aplicación proyectada será la modernización y extensión del alumbrado público. Quintana dijo que la comisión que existe por ordenanza con ese fin volvió a reunirse después de largo tiempo, y logró impulsar ya el recambio de unas 1.500 luminarias por tecnología led. Asimismo, empleó las lámparas “halógenas” que se retiraron para llevar el servicio a barrios que no lo tenían y reforzarlo en plazas y paradas de transporte.
Buena relación
El funcionario aclaró que el 3% que planean aplicar por uso de espacio aéreo no tiene nada que ver con la “tasa omnicomprensiva”, también del 3%, que paga la CEB (o compensa con otras acreencias) y que va a rentas generales. Insistió en que la novedad que esperan introducir en el paquete tributario municipal no generará discrepancias con la cooperativa.
“La cooperativa tiene en el municipio un aliado estratégico, y así está demostrado en los últimos avances con el alumbrado público”, afirmó el secretario de Hacienda.
Quintana reivindicó el derecho del municipio a establecer una imposición al uso de espacio aéreo y dijo que es lo que ocurre en casi todas las localidades similares a Bariloche. De hecho, siempre se lo consideró una deuda pendiente pero los intentos para avanzar con su implementación nunca avanzaron.
Quintana dijo que eso ocurrió, según su “opinión personal”, por la lentitud de los procesos administrativos y los sucesivos recambios de gobierno. Dijo que el tema “tiene su complejidad” y cuando una gestión lo quería instalar y lograba que se empezara a comprender “venía otra nueva”.
Recursos indispensables
La CEB no ve con malos ojos la creación de un nuevo cargo tributario municipal que afectará el servicio eléctrico. Esa evaluación de los responsables de la Cooperativa surge del convencimiento de que no afectará en forma directa sus cuentas, sino que la contribución va a ir directa a la factura y la pagarán los usuarios.
El tesorero de la CEB, Martín Enevoldsen, dijo que están al tanto del proyecto municipal y sostuvo que seguramente “se va a cobrar en la boleta, discriminado, y con aprobación del EPRE”, como ya ocurre con otras sumas adicionales.
“Más allá de que va a ser un impacto en la economía (de los asociaciados), también va a generar beneficios, por ejemplo en la prevención de cortes”, sostuvo Enevoldsen.
Dijo que corresponde que el costo de la poda preventiva lo asuma el municipio y en la práctica “eso no ocurría” y lo efectuaba la CEB, con severas limitaciones, en lo que el directivo definió como “un error histórico”.
Señaló que si el nuevo esquema para financiar esos trabajos con una contribución atada al cobro de la energía “funciona como debería funcionar, se aliviarán mucho los cortes en invierno, y el particular lo va a percibir”.
Quintana dijo que el municipio acaba de comprar equipamiento para realizar podas en altura y admitió que los árboles ubicados en la vía pública son su responsabilidad. Pero también velarán porque las plantas que están en terrenos privados y son una amenaza para el cableado eléctrico sean mantenidas a raya por sus propietarios.
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