El golpe inflacionario en los salarios públicos de Río Negro fue desigual
Todas las remuneraciones perdieron frente a una inflación anual de casi el 288%, pero algunos fueron más perjudicadas. La suba media estatal llegó al 174%. La pérdida rondó el 42%.
LaPolicía tuvo una mejora adicional por la nueva liquidación de zona desfavorable y permitió una mejor resistencia al deterioro. Foto: Marcelo Ochoa.
Los estatales rionegrinos están cobrando haberes de abril, con incrementos fijados con diferentes prioridades y mecanismos.
Todos buscando que las erogaciones establecidas achiquen las brechas de los ingresos de los agentes públicos con los aumentos de precios.
Esta distancia se profundizó en el último año y, en especial, desde noviembre y diciembre con la escalada de los valores de artículos y servicios, que se registró antes y después de la devaluación de la moneda.
La erosión de la capacidad adquisitiva fue general aunque también es cierto que algunos Poderes y regímenes perdieron menos.
La inflación interanual (marzo 2023-marzo 204) concluyó en casi el 288% mientras que la evolución salarial promedio de los estatales de Río Negro rondó el 174%.
La partida salarial concentra cada vez más los gastos provinciales. Llegó al 69% en el primer trimestre.
Así, el deterioro medio de los ingresos de los empleados provinciales se estima en el 42%, es decir, su capacidad de compra cayó en ese porcentaje.
Aún ese retroceso para el personal, los desembolsos del Estado rionegrino van en dirección contraria, es decir, esa partida concentra aún más los pagos de la Provincia. Por caso, descontando la deuda financiera, el 69% de las erogaciones del primer trimestre recayeron en obligaciones por salarios. Posiblemente, esa participación sea superior con la liquidación de abril, que establece mejoras mayores a las de marzo.
La suba de la partida de Personal entre marzo 2023 e igual mes del 2024 alcanzó el 174%. Ese registro incluye a la totalidad de la planta provincial y su cruzamiento siempre es la primera medición de la evolución media de los salarios, a pesar de las variaciones de empleados que, actualmente, no son significativas.
En los últimos cuatro salarios cobrados, la pauta de la Justicia mantuvo dos elementos centrales: alzas con porcentajes y todos los meses.
En el desagregado por Poderes u organismos aparece que el perjuicio de la inflación realmente fue desparejo. Todos los salarios perdieron frente a las subas de los precios, pero algunos fueron más perjudicados que otros en esa compulsa.
Los uniformados aparecen con menor impacto por una situación particular para el sector. Se aplicó en enero un cambio en el cálculo de la zona desfavorable, que pasó a liquidarse sobre el total de los conceptos y ya no exclusivamente sobre las sumas remunerativas. Esta modificación respondió a una impuesta corrección al Ejecutivo por fallos judiciales desfavorables.
La partida de la Policía tuvo un ascenso interanual del 234%. Ese dato se corrobora en el caso puntual del haber inicial en la fuerza donde el agente pasó de 175.000 pesos en marzo del 2023 a los 585.000 pesos de igual mes del 2024. En su caso, el detrimento frente a la inflación rondó el 20%.
Los judiciales aparecen en el segundo rango de los menos afectados, pues sus aumentos en el último año alcanzaron el 204%.
En sus negociaciones, Sitrajur mantuvo dos características centrales para el momento: variaciones con porcentajes y durante todos los meses.
Esa continuidad permitió al Poder Judicial desmarcarse de los otros estatales, especialmente en el último cuatrimestre, con pautas en diciembre (5%), en enero (casi 24%), en febrero (15%) y en marzo (12%), acumulando un 67%. Equivale a la mayor alteración aunque, igualmente, inferior al proceso de la inflación del 90%.
El esquema de marzo concluyó con alzas del 45% en los haberes de la Legislatura. Su masa creció en el 43,8% en un mes.
Sitrajur detalla que parte son de acuerdos del 2023, más allá de su impacto en el presente año. Un reclamo gremial al STJ que no tiene recepción es que se establezcan incrementos diferentes, favoreciendo a los sueldos menores frente a los superiores de los funcionarios y jueces. El piso en los judiciales -escribiente inicial- fue 656.000 pesos en marzo último cuando era de casi 202.000 pesos del año pasado, significando un 224% más. Arriba, el haber neto de los vocales del STJ rondarían los 7 millones de pesos, diferenciados entre ellos por antigüedad y otros conceptos.
Las alzas mensuales y porcentuales de la Justicia fueron los elementos distintivos.
El resto del personal del Estado provincial no tuvo mejoras en diciembre y, luego, en enero y en febrero percibieron bonos. En marzo recién se armaron mecanismos de incrementos entonces, esencialmente, apareció un despegue por parte de los legislativos.
La inicial aplicación de sumas fijas generó un aplastamiento en las remuneraciones de la Legislatura, que -tradicionalmente- están entre las mayores del Estado, conjuntamente con los órganos de control externo que están en el mismo régimen. Sigilosamente, las autoridades legislativas y APEL incorporaron varios adicionales a sus básicos, lo cual, generaron incrementos en marzo cercanos al 45%. Esa modificación se confirma con la suba del 43,8% de su masa salarial, pasando de los 1.108 millones de febrero a 1.592 millones de marzo. La dieta media de los legisladores se ubicó por encima de los 2,5 millones. Este marcado repunte reposicionó a los ingresos legislativos y de los órganos de control nuevamente entre los más favorecidos.
Inflación de diciembre a marzo
- 90,18%
- Fue el índice de diciembre a marzo. El dato interanual de marzo de 2023 a igual mes del 2024 fue del 287,9%.
En el Ejecutivo, los bonos de enero y de febrero, y las sumas fijas de marzo -con un mínimo de 500.000 pesos- concentraron las mejoras en las percepciones menores y relego a los sueldos intermedios y superiores.
Así, la remuneración inicial para la ley 1844 tuvo una suba interanaual del 260% (de 138.875 pesos hasta los 500.000 pesos) y en el similar docente alcanzó el 204% (164.646 pesos hasta los 500.000 pesos). Esos promedios interanuales fueron del 143% y 175%, respectivamente. A marzo, el sector de Salud aparece como el más afectado, con aumentos en el año del 128%.
Pagos con bonos y subas con sumas fijas fueron características del primer trimestre en el Poder Ejecutivo, con un achatamiento de la pirámide salarial.
Los mínimos garantizados empujaron a las escalas inferiores, con subas del 57% al 44% en el período post-devaluación frente al índice inflacionario del 90%.
El detrimento del poder adquisitivo por ese lapso de diciembre-marzo fue del 22% al 30%. Mayores daños se registraron en las restantes percepciones. Por eso, se abrieron negociaciones puntuales para las agrupaciones de los hospitalarios mientras que la Unter consiguió para abril otro mecanismo de aumentos, buscando reconstruir la pirámide salarial y, en consecuencia, las mejoras en los cargos intermedios y superiores.
Los ingresos de los cargos superiores
La disparidad también llega a los haberes de las autoridades de los tres Poderes.
La cúspide en la Justicia no presenta sobresaltos y seguirá así mientras mantengan sus remuneraciones ligadas con las negociaciones paritarias que el STJ cumple con el propio gremio. Aún el reclamo de Sitrajur, los incrementos son uniformes y no se favorecen a los más bajos frente a los más altos, como pide el gremio. Los aumentos llegaron al 67% en el último cuatrimestre.
En marzo, los legisladores y las autoridades del Poder lograron un repunte con la inclusión de diferentes conceptos a sus básicos, después de meses de montos fijos y achatamientos. En esa liquidación lograron alzas del 45%.
Los funcionarios del Ejecutivo no registraron subas en marzo aunque sus remuneraciones están enganchadas al régimen docente. Hubo orden que no se liquidara momentáneamente. Pero, según trascendió, las liquidaciones de abril tendrían alzas, a partir de la aplicación parcial de la fórmula docente de actualización.
El perjuicio real en los recursos totales
La caída real de los recursos se refleja en las principales partidas, pero la disminución es incluso nominal en las transferencias por leyes especiales, es decir, aquellas destinadas a políticas específicas. En ese caso, el monto del primer trimestre 2024 fue directamente menor a lo percibido en igual período del 2023, a diferencia de los otros envíos donde el perjuicio se deduce por la incidencia de la inflación en el lapso transcurrido.
Por “leyes especiales”, a Río Negro no ingresaron 20.000 millones previstos para el período enero-marzo, destinados esencialmente al financiamiento educativo y otros planes con fondos nacionales.
Las restantes disminuciones se explican que los aumentos detectados no llegaron al índice inflacionario.
El cobro por regalías creció en un 269% y las transferencias por la coparticipación estuvo en el 265%, insuficiente frente a los 288% de la inflación.
Por su parte, el primer trimestre de la recaudación por tributos provinciales concluyó con aumento nominal de 206%, que también expresa una caída real. La Provincia percibió algo más de 80.000 millones en los tres meses, pero debería haber rondado los 95.000 millones si hubiera mantenido el nivel inflacionario. Así, el detrimento propio rondó los 15.000 millones, que es de un 19%.
Esa situación rionegrina tiene su origen en la baja de la actividad económica y el impacto tributario en las provincias, como Ingresos Brutos, que en Río Negro tiene una participación del 80% de la totalidad de sus ingresos.
En esa misma línea, el registro de los recursos totales de la Provincia para la etapa de enero a marzo fue de casi 269.000 millones. Esta disponibilidad representa un 206% más que igual ciclo del año pasado.
En esa ocasión, Río Negro había percibido cerca de 88.000 millones. Este mismo monto -con su actualización por inflación- significaría algo más de 341.000 millones. Así, la pérdida real de ingresos está en un 27%.
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