Duro revés para Cortés en Bariloche: el Concejo rechazó su proyecto de licencias gremiales

Fracasó en el Deliberante el intento de modificar el Estatuto del Trabajador Municipal. El Soyem se movilizó para dejar en claro su rechazo.

El proyecto que presentó el intendente Walter Cortés para liberar al municipio del pago de sueldos a los dirigentes sindicales bajo licencia tuvo corta vida: el Concejo Municipal lo rechazó hoy por amplia mayoría luego de varios discursos que lapidaron la propuesta oficial.

Concejales de todos los bloques opositores (con la excepción de Juntos para el Cambio, que igual votó en contra) se turnaron para descalificar el proyecto y cuestionar a Cortés por los conflictos permanentes que mantiene con el Soyem.

La iniciativa buscaba modificar varios artículos del Estatuto del Trabajador Municipal, entre ellos el que asegura el pago de sueldos con fondos públicos a los dirigentes eximidos de tareas por razones gremiales. Cortés pretende que esos salarios los pague el propio sindicato, “como ocurre en el ámbito privado”.

En el paquete incluyó también recortes a las licencias por estudio y por actividades deportivas, y el levantamiento de una cláusula que impide el traslado de personal.

El tratamiento del proyecto se realizó bajo fuerte presión del Soyem, que movilizó más de cuatrocientos trabajadores hasta el Concejo, con bombos y banderas para dejar en claro su resistencia a cualquier cambio sobre el Estatuto.

Los trabajadores municipales se concentraron en el Concejo y celebraron el fracaso del proyecto. (Alfredo Leiva)

La votación dejó algunos datos sugestivos. Incluyendo Bariloche, Juntos Somos Río Negro, Nos Une Río Negro, Juntos para el Cambio y Primero Río Negro aportaron sus votos negativos.

Nadie defendió el proyecto de Cortés. Dos de los concejales del partido PUL (Gerardo del Río y María Coronado), votaron a favor pero sin exponer argumento alguno. El tercero, Tomás Hercigonja, se ausentó “para no votar en contra”, como era su voluntad.

La concejal Julieta Wallace (Incluyendo) sugirió que el episodio de las licencias y el camino elegido por Cortés dejó al desnudo “una disputa de poder en el PUL”. Encontró evidente que sus propios concejales estaban en contra del proyecto de ordenanza, a pesar de que votaron a favor.

La concejal recordó que el intendente proviene del peronismo y es dirigente sindical de Comercio desde hace décadas, pero a su entender “se sacó la camiseta de los trabajadores y se puso la camiseta del patrón”.

Desafió a los concejales oficialistas a que la ordenanza termine rechazada por unanimidad. Pero no lo consiguió.

Más encendida fue la intervención de Leandro Costa Brutten (Incluyendo), quein acusó a Cortés de presentar un proyecto “malintencionado” y de ejercer una “persecución constante” a los trabajadores. Criticó a Cortés por “no dar la cara” en defensa de su polémica propuesta.

Denunciaron “precarización”

Según Costa Brutten, la situación no está para aplicar recortes sino que en realidad “faltan derechos” laborales, por ejemplo la estabilidad laboral, amenazada por la imposición de contratos con tres meses, y la postergación indefinida del pase a planta.

Natalia Almonacid (JSRN) también manifestó que ese bloque de tres integrantes votaría en contra, defendió a los trabajadores municipales y criticó a Cortés por agitar desde hace meses el conflicto con el Soyem. “Este proyecto como entró tiene que irse, con 11 votos de rechazo” dijo Almonacid, en coincidencia con Wallace.

Facundo Villalba (Primero Río Negro) consideró que el proyecto demostraba “desconocimiento legal” y también se preguntó qué opinaba el oficialismo, pero quedó sin respuesta. Dijo no entender qué se propuso el Ejecutivo al enviar una propuesta de cambio del Estatuto y pedir su tratamiento sobre tablas, sin ninguna chance de aprobación y con el agravante de haber paralizado el municipio, por la protesta gremial.

La “emergencia habitacional” tampoco pasó el filtro

Otro proyecto de ordenanza que interesa especialmente al Ejecutivo es la declaración de “emergencia habitacional” por otros 12 meses, luego de la que rigió durante el primer año del gobierno de Cortés y que caducó en marzo.

La desconfianza de los concejales sobre los “negocios inmobiliarios” que estarían detrás de las excepciones habilitadas por la normativa, a cambio de la cesión de lotes de destino social, le impide alcanzar la mayoría especial de ocho votos, como ya había quedado claro durante el tratamiento en comisión.

Ante la imposibilidad de reunir los apoyos necesarios, el presidente del Concejo, Gerardo del Río, aceptó devolver el proyecto a comisión, con la idea de proponer un texto reformulado. Una posibilidad sería que la vía de excepción temporal para habilitar nuevos loteos particulares con el salteo de varios requisitos y trámite simplificado quede restringida a la zona Este de la ciudad, y no a todo el ejido.

Algunos opositores acordarían con una salida de ese tipo, que deje afuera los intentos de generar nuevos barrios privados por ejemplo en los faldeos del cerro Otto, como el que fue aprobado en diciembre pasado -luego de fuerte polémica- por impulso de los emprendedores Stella y Sánchez Calvete.

Los críticos de la emergencia habitacional en los términos planteados por Cortés subrayaron que no contribuyó todavía a generar ningún loteo social, a pesar de las promesas.


El proyecto que presentó el intendente Walter Cortés para liberar al municipio del pago de sueldos a los dirigentes sindicales bajo licencia tuvo corta vida: el Concejo Municipal lo rechazó hoy por amplia mayoría luego de varios discursos que lapidaron la propuesta oficial.

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