Con reconocimientos del gobierno a los mapuches, avanza la “mesa de diálogo” por Mascardi
Hay un compromiso de ceder tierras públicas para un espacio ceremonial y para un asentamiento definitivo de la lof Lafken Winkul Mapu.
La mesa de diálogo se llevó a cabo en el gimnasio municipal 4. Foto: Chino Leiva
El secretario de Derechos Humanos de la Nación Horacio Pietragalla y otros representantes del gobierno nacional se reunieron con referentes mapuches en una nueva instancia de la “mesa de diálogo” por el conflicto desatado en la zona de Mascardi y lograron avanzar en algunos preacuerdos, a partir del compromiso de ceder tierras públicas para un espacio ceremonial y para un asentamiento definitivo de la lof Lafken Winkul Mapu.
Varios miembros de esa comunidad enfrentan un juicio por desalojo iniciado por Parques Nacionales en 2017, cuando ocuparon tierras en Mascardi. Por aquel hecho hay cuatro mujeres que permanecen bajo detención domiciliaria, incluida la “machi” Betiana Colhuan, que sus pares reconocen como autoridad espiritual.
Pietragalla explicó, junto a funcionarios de Parques Nacionales y del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, que está tomada la decisión de reconocer como “espacio sagrado” el sitio donde la machi estableció su “rewe”, en Mascardi, y de autorizar allí la construcción de cuatro casas o “rukas” que funcionarían como un asentamiento permanente.
Además, la lof Lafken Winkul Mapu recibiría tierras “aptas y suficientes para su desarrollo”, como marca la ley, en la zona de lago Guillelmo, a unos 10 kilómetro del predio del que fueron desalojados.
Pietragalla y el abogado que actuó en representación del Inai aclararon que la comunidad debe tramitar antes su personería, a lo que hasta ahora se negó, y que las tierras serían otorgadas por Parques Nacionales bajo la figura de “propiedad comunitaria”. Pero durante el intercambio los voceros de la comunidad Lafken Winkul dieron a entender que la superficie ofrecida no era suficiente.
La mesa de diálogo se realizó hoy en el gimnasio municipal 4 y participaron en forma directa unas 25 personas, entre funcionarios, asesores y representantes mapuches. A ellos se sumaron un número similar de “veedores” invitados, entre ellos el intendente Gustavo Gennuso, directivos de las Universidades del Comahue y de Río Negro y miembros de organizaciones de derechos humanos. Algunos de ellos subrayaron también el reclamo de que sean liberadas cuanto antes las cuatro mujeres presas.
El encuentro se extendió por varias horas, incluido un largo cuarto intermedio, y al cierre de este envío los negociadores mapuches dijeron que no podían definir una respuesta concreta sin consultar a la machi Betiana Colhuan y a otros miembros de la comunidad que “están presos o perseguidos por la Justicia”.
Uno de los puntos controversiales es que, según aclaró Pietragalla, el espacio del rewe no sería otorgado a la Lafken Winkul Mapu sino “al pueblo mapuche” en general.
Dudas por el tipo de “cesión”
Algunos de los observadores advirtieron que no estaba clara la figura legal esgrimida. Orlando Carriqueo, de la Coordinadora del Parlamento Mapuche Tehuelche de Río Negro, dijo que “la autorización de uso” del espacio ceremonial, como la que quiere otorgar Parques Nacionales, “es muy débil para la naturaleza del conflicto que tenemos, es contrario al derecho indígena y al marco internacional”.
Pietragalla explicó que que en la reunión de hoy no quedaría todo resuelto, que la figura debe ser estudiada con mayor rigor, pero que el reconocimiento explícito del rewe y de la presencia mapuche en ese lugar “es un precedente válido” que el gobierno quiere generar.
Insistió en que la idea es declarar ese sitio ubicado en Mascardi, a metros de la ruta nacional 40 y del ex hotel de Parques Naconales, como “tierra sagrada de uso religioso, para todo el pueblo mapuche, no de uso propio para una comunidad”.
A media tarde los funcionarios nacionales tenían previsto darle un cierre a la reunión con las organizaciones mapuches y las veedurías para continuar con el segundo encuentro que tenían programado con los vecinos de Villa Mascardi, quienes desde hace años denuncian actos de violencia y mantienen posición hostil hacia la comunidad ahora desalojada.
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