Con el oficialismo convulsionado, ¿asoma la unidad en el Frente de Todos de Bariloche?
En la ciudad más poblada de Río Negro habrá nuevo intendente. El oficialismo tuvo un inicio de año agitado y la oposición busca rearmarse.
En Bariloche el norte está claro: 3 de septiembre de 2023. Esa es la fecha de las elecciones municipales, según fija el Código Electoral Municipal, y el proceso interno de cada fuerza para perfilarse para ganar el sillón del Centro Cívico comenzó de manera convulsionada en el partido de gobierno, Juntos Somos Río Negro.
El intendente Gustavo Gennuso cumple su segundo mandato al frente del municipio y por Carta Orgánica está limitado de repetir. Por eso, el oficialismo tiene la presión de definir al sucesor que lleve el sello de JSRN el próximo año.
La figura del legislador Juan Pablo Muena tiene el respaldo de la gobernadora Arabela Carreras, el senador Alberto Weretilneck y el ministro Carlos Valeri. Aunque falta convencer al parlamentario de su potencial, porque dejar la comodidad de la banca legislativa aún le genera dudas.
Mientras que Gennuso busca imponer a un dirigente de su riñón con el argumento de ser el líder de un sector que gobernó la ciudad 8 años consecutivos, algo inédito en Bariloche, una ciudad de amplias convulsiones políticas que no le regaló reelecciones a nadie, salvo a Alberto Icare, que no pudo asumir su segundo mandato por problemas de salud. Marcos Barberis sería el candidato natural y confiesa a viva voz que trabaja para ese objetivo. Pero no está todo cerrado y todavía pueden asomar otros perfiles.
Las grietas que se evidenciaron la última semana por la conformación de la mesa local de JSRN molestó a los líderes de la fuerza que lo ven como un símbolo de debilidad.
Enfrente parece todo aplacado. El Frente de Todos tiene más sectores que el oficialismo y poco protagonismo en los temas de interés local, aunque muchos coinciden que la médica y exdefensora del Pueblo, Andrea Galaverna, podría reunir los avales de varias líneas y sumar fuerza para ir por la intendencia. También están bajo análisis, con menos chances, la concejal Julieta Wallace y la excandidata a diputada nacional, Ana Marks. Un dato no menor, es que la senadora Silvina García Larraburu se muestra más cercana e incluso compartió cartel en una actividad partidaria con la legisladora María Eugenia Martini. Ambas podrían limar asperezas y confluir en bendecir un nombre.
La reaparición de Marcelo Cascón en la escena pública como presidente de la Convención de la UCR, con una mirada distante a la alianza con el Pro y la CC-ARI, deja la puerta abierta respecto de la unidad de esa fuerza. En 2019 fueron unidos, pero quedaron muchos heridos en el camino porque no se dio espacio al macrismo desde la banca del Concejo que lograron con el radical Ariel Cárdenas.
En la última elección también accedieron a un espacio dos fuerzas locales: una liderada por Pablo Chamatrópulos (Podemos), hoy algo alejado del interés político local, y otra impulsada por el dirigente mercantil Walter Cortés, que tiene al PUL como su sello de negociación.
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